Reyes Moratal (CVVP): “Una parte fundamental de nuestro trabajo es el apoyo al agricultor”

Gustavo Ferrada
DIQUESÍ

Entrevista a la Gerente de CVVP, Reyes Moratal

Reyes Moratal enumera las variedades que gestionan desde CVVP. / ÓSCAR ORZANCO

Julia Luz. Redacción.

Hablar de la labor de la CVVP es hablar de mucho más que licencias y autorizaciones. Detrás de sus siglas hay un trabajo constante de gestión, asesoramiento y acompañamiento al agricultor que va mucho más allá del control de las variedades citrícolas protegidas. En esta entrevista con Valencia Fruits, su gerente, Reyes Moratal, explica cómo la entidad se ha convertido en un punto de referencia para el sector, un espacio donde los productores pueden resolver dudas, realizar gestiones y sentirse respaldados.

Valencia Fruits. ¿Qué es CVVP y cuál es su función principal?

Reyes Moratal. CVVP es una entidad gestora de variedades vegetales. Los titulares de los derechos de las variedades —es decir, las empresas o instituciones que desarrollan y registran nuevas variedades— confían en nosotros para autorizar a los productores que van a cultivarlas. Nuestra labor consiste en tramitar todas esas autorizaciones, actuar como interlocutores entre los titulares y los agricultores, y ofrecer apoyo a los productores para que tengan un lugar donde consultar, hacer sus gestiones y sentirse atendidos.

“Nuestra labor consiste en actuar como interlocutores entre los titulares y los agricultores, y ofrecer apoyo a los productores para que tengan un lugar donde consultar, hacer sus gestiones y sentirse atendidos”

Normalmente, los titulares de las variedades son empresas dedicadas a la investigación y al desarrollo, o bien a otras áreas que no tienen una relación tan directa con los agricultores. En cambio, la tramitación administrativa relacionada con las licencias y el control de las plantaciones requiere un trabajo constante, muy detallado y con cierta sensibilidad hacia las inquietudes del sector agrícola. Ahí es donde entramos nosotros, como intermediarios y gestores de todo ese proceso.

“Cada variedad se gestiona de forma distinta, dependiendo de las decisiones del titular, pero la base del modelo es siempre la misma: un control riguroso y una atención constante al agricultor”

VF. ¿Qué nivel de decisión tiene el CVVP en la gestión de las variedades?

RM. Nosotros no tenemos un poder de decisión absoluto sobre cómo se gestiona cada variedad. Sin embargo, sí contamos con un modelo propio de gestión que llevamos muchos años aplicando y que ha funcionado muy bien. Empezamos con variedades históricas, como la Nadorcott, y ahora también con la Leanri, que ya lleva bastantes años funcionando bajo este modelo.

De hecho, nuestro sistema ha servido como referencia para otras entidades, que lo han replicado porque da buenos resultados. Se basa principalmente en trasladar a los productores las condiciones establecidas por el titular de la variedad durante el proceso de concesión de licencias. Además, realizamos controles en campo para verificar tanto las fincas autorizadas como las no autorizadas. Este trabajo de detección es fundamental, ya que todavía existen casos de “piratería” —fincas donde se cultivan variedades sin autorización—, aunque cada vez son menos.

VF. ¿Qué otros aspectos incluye este modelo de gestión?

RM. Uno de los pilares del modelo es garantizar la trazabilidad desde el campo hasta los mercados, de modo que se pueda identificar el origen legítimo de la fruta y asegurar que la cosecha procede de plantaciones autorizadas.

A partir de ahí, se pueden añadir otros elementos según lo decida el titular de la variedad. Por ejemplo, realizar controles de calidad adicionales, desarrollar acciones de promoción en los mercados o implementar medidas específicas para mejorar la comercialización.

Cada variedad se gestiona de forma distinta, dependiendo de las decisiones del titular, pero la base del modelo es siempre la misma: un control riguroso y una atención constante al agricultor.

VF. Muchas veces se piensa que el trabajo del CVVP se centra sólo en controlar las plantaciones sin licencia. ¿Cómo describiría el verdadero papel de la entidad?

RM. Es verdad que desde fuera a veces se tiene la idea de que el CVVP se dedica únicamente a controlar que no haya plantaciones sin licencia, pero en realidad nuestra labor va mucho más allá. Una parte fundamental de nuestro trabajo es el apoyo al agricultor.

Detrás de la entidad hay un equipo humano que lleva trabajando desde 2008 —es decir, unos diecisiete o dieciocho años— atendiendo directamente a los productores. Conocemos muy bien sus inquietudes, sus necesidades y la realidad del día a día en el campo. Esa cercanía nos permite actuar como un verdadero interlocutor entre los titulares de las variedades y los agricultores, trasladando las condiciones de gestión, pero también escuchando y acompañando.

VF. ¿Cuántas variedades gestiona actualmente el CVVP?

RM. Con la reciente incorporación de Earlyna® (US Early Pride), en el CVVP gestionamos actualmente ocho variedades.

La campaña comienza en octubre con Clemenlola, una clementina temprana de piel firme y forma achatada que está teniendo una excelente acogida entre los agricultores en esta primera fase de comercialización de licencias.

Siguiendo el calendario, contamos con Earlyna®, una mandarina ideal para su comercialización con hoja, cuya primera cosecha con volúmenes comerciales está prevista para la temporada 2026-2027.

En el grupo de las naranjas, destaca la Navel Red Lina, que alcanza su punto óptimo de maduración en noviembre y se distingue por su alto contenido en antioxidantes, una cualidad muy valorada por los consumidores.

La campaña se completa con Leanri y Nadorcott, dos variedades ya muy consolidadas y con un prestigio reconocido tanto en el campo como en los mercados, campaña tras campaña.

VF. ¿Por qué los obtentores o titulares de las variedades confían en el CVVP para gestionar sus derechos?

RM. Además de la experiencia y del modelo de gestión que aplicamos desde hace años, los obtentores confían en nosotros porque contamos con procesos completamente automatizados que hacen que la gestión sea ágil y eficiente.

Disponemos de herramientas informáticas y bases de datos muy completas que facilitan enormemente todo el trabajo de seguimiento y control. Esto nos permite manejar con precisión un volumen muy elevado de información y operaciones.

Para que te hagas una idea, actualmente gestionamos cerca de 2.000 agricultores con plantaciones repartidas entre España, Portugal y Marruecos, lo que representa unas 14.600 hectáreas y aproximadamente 6,8 millones de plantas.

VF. ¿Cómo ve el futuro del sector citrícola y qué lugar ocupan las variedades protegidas en este contexto tan competitivo?

RM. El sector citrícola es plenamente consciente de que la innovación es la clave para mantener y ganar competitividad. El mercado actual demanda variedades atractivas, saludables, sostenibles y, sobre todo, capaces de ofrecer una producción uniforme durante toda la campaña. En este sentido, las variedades protegidas desempeñan un papel fundamental, aunque es igualmente importante que convivan con el resto de variedades tradicionales, que también aportan diversidad y equilibrio al conjunto del sector.

Los desafíos son numerosos y, además, cambian constantemente. El mercado es extremadamente competitivo y factores como la caída del consumo o la creciente competencia de terceros países son sólo algunos ejemplos. Frente a este escenario, la respuesta del sector está siendo clara: apostar por el desarrollo de nuevas variedades diferenciadas, que amplían el calendario de producción y aportan valor añadido gracias a sus propiedades organolépticas y nutricionales. Esta innovación permite a los agricultores afrontar los retos del mercado con una ventaja real respecto al resto.

Acceso al entrevista en la página 56 del dossier de Cítricos en el ejemplar de Valencia Fruits. 

Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.