Abelardo Hernández (Proexport): “Nitrosfera tiene el objetivo de mejorar la sostenibilidad de la nutrición vegetal” 

Entrevista al Director técnico de la Asociación Proexport y coordinador del proyecto Nitrosfera del Grupo NUVES, Abelardo Hernández

Abelardo Hernández explica que las tres patas de la sostenibilidad son esenciales. / Proexport

Alba Campos. Redacción. 

La apuesta por la sostenibilidad es ya una prioridad para empresas y organizaciones del sector agrario, pero, sobre todo, para los agricultores, que “son la clave de la sostenibilidad, son los que la aplican, la justifican y la sufren”, explica el director técnico de Proexport, Abelardo Hernández. En este sentido, el proyecto Nitrosfera, coordinado por Hernández, tiene el objetivo de mejorar la sostenibilidad de la nutrición vegetal. Un proyecto que empezó hace tres años y que ha conseguido desarrollar una app “que ofrece apoyo a los responsables de la fertilización de los cultivos para aplicar el equilibrio nutricional que mejor se adapta al suelo, a su contenido en materia orgánica y al cultivo”. 

Valencia Fruits. ¿Qué acciones lleva a cabo Proexport a favor de la sostenibilidad?

Abelardo Hernández. Siempre trabajamos para mejorar la sostenibilidad del sistema agrícola que representamos: mejorar procesos, aumentar eficiencias, reducir el uso de insumos, aumentar la productividad, estabilizar oferta y demanda, etc. Son trabajos que hacemos de forma continuada, sin olvidar que la sostenibilidad tiene tres pilares sobre los que se sustenta: la económica, la social y la medioambiental, y que sin la primera las otras dos dejan de tener sentido.

Bajando al detalle, participamos en proyectos dirigidos a mejorar la sostenibilidad en aspectos concretos de la producción, envasado y comercialización de productos hortícolas, como son el uso de acolchados biodegradables (en concreto, cómo conseguir una biodegradación más rápida y completa usando microorganismos); el desarrollo de estrategias de fertilización baja en nitrógeno; la mejora de los envases y materiales de envasado para reducir pérdidas de alimentos; el escalado de prácticas de economía circular que permitan el aprovechamiento de los residuos; o la utilización de trampas automatizadas de detección de plagas para un uso más eficiente de los productos fitosanitarios.

VF. ¿Qué retos ha encontrado Proexport al implementar prácticas sostenibles en la agricultura?

AH. Durante los últimos años ha habido un importante cambio de paradigma. Ahora buena parte del esfuerzo se destina a cumplir con los requisitos normativos en sostenibilidad, dejando poco margen para desarrollar estrategias propias. Esto es normal, considerando la amplitud que ha alcanzado el concepto de sostenibilidad, que ha pasado a considerar, no sólo tareas individuales, sino el conjunto de la actividad. Por ejemplo, la lucha biológica ya no es una práctica voluntaria de sostenibilidad, sino que es un requisito, enmarcado dentro de la sostenibilidad sectorial del control de plagas. O la monitorización de los sistemas de riego, imprescindible para ahorrar agua y participar de la estrategia global de reducción de consumo.

VF. ¿En qué medida la sostenibilidad es una ventaja competitiva en el sector hortofrutícola?

AH. Cualquiera de las tres patas que sujetan la mesa de la sostenibilidad de una actividad resulta imprescindible para que esta se mantenga en equilibrio: sin la pata de la sostenibilidad económica, las otras dos dejan de tener sentido y la mesa se vuelca. La pata del medioambiente está firmemente arraigada en el sector y apuntalada por un buen número de leyes y normas de obligado cumplimiento. Y respecto a la pata social, creo que nuestro sector ha dado firmes muestras del importante papel que cumple en fijar población y mantener vivo el entorno rural, zonas que de otra forma sufrirían una mayor despoblación.

VF. ¿Cómo se mide y evalúa el éxito de las iniciativas de sostenibilidad dentro de la empresa?

AH. La agricultura, la producción de alimentos, es una actividad económica, y por tanto no podemos poner en práctica iniciativas que reduzcan la competitividad sin que el mercado las valore. Si los consumidores piden un tipo de producto, los productores no podemos hacer otro, por muy bueno que sea, eso sería insostenible. Si se hace agricultura ecológica o tomates tradicionales es porque el mercado los demanda. Si no, se deberá dejar de hacerlos.

VF. ¿Qué papel juegan los agricultores en la adopción de estas prácticas sostenibles?

AH. Todo. Estamos hablando de prácticas que se aplican en producción, así que su papel es fundamental. Son la clave de la sostenibilidad, son los que la aplican, la justifican y la sufren. Los productores arriesgan el capital, la cosecha y su medio de vida, que es el suelo y lo que de él obtienen. No es razonable pedir prácticas o implantar procedimientos que no cuenten con aval científico suficiente, ni que hayan sido contrastados, o cuyo beneficio no justifique el gasto.

VF. Háblenos un poco sobre el proyecto Nitrosfera, ¿en qué consiste y qué beneficios aporta a la agricultura?

AH. Nitrosfera es un proyecto que pretende mejorar la sostenibilidad de la nutrición vegetal. Durante tres años hemos realizado ensayos, tanto en cultivos comerciales como en parcelas experimentales, probando distintas técnicas: desde tipos de materia orgánica, pasando por microorganismos beneficiosos y técnicas de cultivo, siempre con el objetivo de desarrollar estrategias de fertilización que, cumpliendo con la normativa aplicable a zonas vulnerables, nos permitieran mantener la fertilidad del suelo (comprometida por la restricción en el uso de materia orgánica) y obtener cosechas de calidad. Con los datos obtenidos hemos desarrollado una app que ofrece apoyo a los responsables de la fertilización de los cultivos para aplicar el equilibrio nutricional que mejor se adapta al suelo, a su contenido en materia orgánica y al cultivo. La APP-Nitrosfera se encuentra disponible para todos en la web del proyecto: www.nutricionvegetalsostenible.es

VF. ¿Qué se está descubriendo a partir de los ensayos? ¿Se está consiguiendo cuantificar el impacto de los microorganismos en la fertilización de los cultivos?

AH. Pueden parecer obviedades, pero es importante justificarlas de una forma científica: si reducimos los aportes de materia orgánica en nuestras condiciones agroclimáticas, la actividad microbiana se reduce y el suelo pierde capacidad de almacenar nutrientes y agua para las plantas; que la ausencia de cultivo afecta a la actividad de los microorganismos; y que durante el verano se alcanza el punto más bajo del nitrógeno en el suelo. También que los bioestimulantes funcionan mejor en suelos con adecuado nivel de materia orgánica y en cultivos bien nutridos, aunque su aplicación ha sido positiva en todos los casos.

Respecto a cuantificar su efecto, no ha sido posible. Son seres vivos y su actividad depende de multitud de factores, entre ellos la temperatura, que están fuera de nuestro control. Pero su efecto siempre ha sido positivo, en mayor o menor grado.

VF. ¿Cómo cree que será el impacto de la tecnología y la digitalización en la sostenibilidad agraria?

AH. En el sector agrícola llevamos años incorporando tecnología y digitalizando procesos. Desde los sistemas de control de riego, alimentados por datos tomados digitalmente de sondas instaladas en las parcelas, hasta la utilización de tecnologías de sistemas de posicionamiento geográfico para todo tipo de labores agrícolas. Esta tendencia seguirá, creo que especialmente en automatización y robotización de tareas, pero es importante hacerlo de forma óptima y empezando por tecnologías que aporten mayor valor. No me atrevo a predecir el impacto que tendrá en la agricultura, ni en ninguna otra actividad, la IA una vez que los datos generados sean suficientes y fiables. Las posibilidades son enormes.

VF. ¿Cuáles son los objetivos que se marca Proexport en materia de sostenibilidad de cara al futuro?

AH. Nuestra prioridad es actuar en aquellos aspectos que puedan poner en riesgo la sostenibilidad del sistema agrícola que representamos. Como primer eslabón de la cadena de suministro de alimentos, tenemos responsabilidad en proporcionar productos en cantidad y calidad suficientes, adaptados a las demandas de los consumidores. Por lo tanto, son aspectos como la incertidumbre en el suministro de agua, la falta de herramientas de control de plagas o el mantenimiento de la competitividad de nuestras producciones los que señalan nuestras prioridades de actuación.

Acceso a la entrevista en la página 6 del dossier de Producción Sostenible en el ejemplar de Valencia Fruits. 

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