El aceite de oliva cotiza a la baja

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El aceite de oliva cierra una nueva semana con descensos en las cotizaciones en origen para todas las rúbricas

aceite de oliva

El precio del aceite de oliva sigue cayendo.

El aceite de oliva cierra una nueva semana con descensos en las cotizaciones en origen para todas las rúbricas. Hasta el punto que los vírgenes ya bajan ampliamente de la barrera de los tres euros por kilo. Aunque son los lampantes los que se han devaluado más, unos 17 céntimos en solo una semana.

La generalización de las lluvias —que podría influir en una mejoría de la próxima cosecha 2018-2019, al menos en teoría— y la escasez de compras de los industriales parecen estar tirando a la baja de los precios. Sin embargo, las organizaciones agrarias insisten en que no hay motivos para justificar esta espiral especulativa y piden que el oleicultor no se deje arrastrar. Son conscientes de que ventas apresuradas de cooperativas o de oleicultores pueden contribuir a lastrar aún más las cotizaciones durante las próximas semanas, y no quieren que un producto de alta calidad vuelva a niveles “commodity” y de poco valor añadido.

El Sistema de información de precios en origen (POOLred) muestra del 10 al 16 de marzo 49 operaciones de compraventa entre almazaras y entidades comercializadoras por 4.222 toneladas y un precio medio de 2,86 euros por kilo, frente a los 3,14 de una semana antes. Por categorías, el virgen extra ronda los 3,08 euros por kilo, el virgen, los 2,95, y el lampante, 2,69 euros. Del 3 al 9 de marzo se situaban en 3,24, 3 y 2,89 euros, respectivamente.

De acuerdo con el instituto Ismea, a principios de marzo los vírgenes extra rondaban los 4,14 euros/kg en Italia. En Grecia oscilaban entre los 3,65 y 3,96 euros por kilo; y en Túnez, alcanzaban 3,43 euros (aunque los biológicos llegan hasta los 3,72 euros).

Según esta misma fuente, los vírgenes extra acumulan descensos interanuales de entre el 4,6% y el 13% en España; en Italia, del –31%; y en Túnez, del –16%. Solo repuntan algo en Grecia (del 4% al 11%), respecto a esas mismas fechas de 2017.

El pasado jueves, los agentes comerciales colegiados salían en España a comprar vírgenes extra desde 2,91 euros/kg; vírgenes desde 2,70 y lampantes a partir de 2,60 euros/kg, de acuerdo con el Observatorio de precios de la Federación de almazaras industriales Infaoliva.

España ha producido hasta el 28 de febrero 1.203.594 toneladas de aceite, “cifra que supera por ahora en poco menos de 100.000 toneladas los datos previstos por el aforo oficial”. En Andalucía se han obtenido 911.349 toneladas y en Jaén, 381.491, informa Asaja en esta provincia, con datos de la Aica.

Según la organización, las salidas al mercado han sido menores a las de enero —se han mantenido en 92.000 toneladas— y las existencias totales actuales rondan 1.054.000 toneladas para atender los pedidos durante los ocho meses de campaña de comercialización que quedan.

“Hay aceite, pero no de sobra”, y “quedará con toda probabilidad un enlace suficiente para comenzar la próxima campaña siempre que se mantenga un buen ritmo de salidas como está sucediendo hasta ahora”, añade la patronal agraria.

UPA-Andalucía señala que, de seguir a este ritmo de salidas en los meses que restan de campaña y con los stocks actuales, se llegará a un enlace “muy justo”, de unas 240.000-250.000 toneladas, inferior a las 303.300 toneladas de la pasada temporada.

En este contexto, UPA denuncia “las injustificadas” bajadas de precios en origen que están sufriendo los agricultores, a los que les pide que “sean prudentes a la hora de vender su aceite”. Para la organización, “las exportaciones son y deben de seguir siendo la locomotora que hacen funcionar al sector y amortiguan las caídas en consumo internos y de otros países extranjeros”.

En similar sentido, COAG-Jaén decía recientemente que no deberían producirse bajadas injustificadas de precio, propias de movimientos especulativos, a tenor de las cifras de inventarios y de exportaciones, que cerraron 2017 con más de 940.000 toneladas. Según sus datos, algunos países productores como Italia y Grecia han sufrido heladas y bajas temperaturas que podrían afectar negativamente a la próxima cosecha de aceite de oliva.