La introducción de estas variedades en zonas de montaña permitiría obtener cerezas de mayor calidad y fuera de la temporada normal de recolección.

Aragón recolectará esta campaña entre 25 y 30 millones de kilos de cereza. / Archivo
El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA) trabaja para incrementar el periodo de recolección de la cereza, una fruta en la que Aragón es una potencia productora. Además de nuevas variedades, se estudia su cultivo en zonas de montaña.
Esta campaña se estima que se recolectarán en Aragón entre 25 y 30 millones de kilos de cereza. Será una buena cosecha aunque las heladas de primavera mermaron algunas variedades, especialmente las tempranas.
Las nuevas variedades de cerezo de maduración tardía permitirían la ampliación del período de recolección en las zonas tradicionales de cultivo, y también la expansión del cultivo a nuevas áreas. La introducción de estas variedades en zonas de montaña permitiría obtener cerezas de mayor calidad y fuera de la temporada normal. El CITA ha iniciado la selección y evaluación de variedades de cerezo de maduración tardía para introducir su cultivo en Mora de Rubielos (Teruel), en altitudes superiores a las zonas tradicionales de cultivo. Esto permitiría recolectar cerezas a finales de julio o en la primera quincena de agosto.
El referido centro investiga cómo está afectando el cambio climático a la fruta tanto de pepita como de hueso. Al melocotón no le afecta, pero sí al cerezo, por eso “es fundamental que en las plantaciones haya árboles de diferentes variedades y sobre todo que coincidan en floración”. Así lo cree Javier Rodrigo, jefe de la Unidad de Hortofruticultura del CITA y responsable del proyecto con Pilar Errea.
Los investigadores plantean dos tipos de actuaciones: renovar el material vegetal, es decir, estudiar variedades de otras regiones del mundo y observar cómo se comportan o buscar nuevas zonas de cultivo.
Uno de los objetivos es ampliar el periodo de recolección y, en el caso de la cereza, se trabaja en varios proyectos. Se buscan zonas de montaña donde introducir el cultivo para conseguir recolectar las cerezas más tarde y poder llegar al verano con esa fruta.
Existe un proyecto para cultivar cerezos cerca del Moncayo y en Mora de Rubielos. Igualmente se quiere potenciar las zonas de montaña en las que ya se cultiva la cereza, como en las comarcas de Calatayud y el Aranda. En estas dos comarcas se trataría de desarrollar una marca de calidad diferenciada.
Ferias de Bolea y El Frasno
La localidad oscense de Bolea celebró el pasado domingo la XVIII Feria de la Cereza con la asistencia de miles de personas y la venta directa al público de más de 8.000 kilos.
Este año la feria se retrasó una semana, lo que aseguró que la fruta estuviera en un buen momento, ya que el gran calor propició una rápida maduración.
La producción de cereza en Bolea es de unos 50.000 kilos al año con más de 25 variedades. El microclima de la Sotonera permite su producción con una calidad especial y que llegue, además de a los consumidores de Aragón, al norte de España e incluso este año se ha comenzado a exportar a París.
Asimismo, la localidad zaragozana de El Frasno, en la comarca de Calatayud, también celebró el pasado fin de semana la X Feria de la Cereza, su producto estrella. Se cultiva a más de 700 metros de altura, lo que le da unas características especiales a sus 50 variedades entre las que destaca “la vicora” en referencia a la Sierra de Vicor.
Además de la venta directa, unos 6.000 kilos, hubo numerosas actividades incluida una “andada” entre cerezos. Este año, la feria contó con la presencia destacada del presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, y del consejero de Hacienda del Gobierno aragonés, Fernando Gimeno, quienes, junto a la alcaldesa de la localidad, Raquel Naranjo, destacaron la importancia y las singularidades de las cerezas de El Frasno.
Te puede interesar