Así ven los agricultores el inicio de la campaña citrícola

Gustavo Ferrada
DIQUESÍ

Cuatro agricultores nos cuentan cómo se vive la campaña de cítricos desde dentro y cuáles son sus retos y expectativas para la temporada 2025-2026

La lluvia de las primeras semanas de octubre, unida a la bajada de producción, han hecho que la fruta tenga más calibre y más calidad. / Néstor García

Julia Luz. Redacción.

En la que se perfila como la campaña de cítricos más corta de la última década a nivel nacional y con una reducción del 8% en la Comunitat Valenciana respecto al año anterior, los agricultores, distribuidores y comercializadores llevan ya meses preparando la temporada. Aunque se enfrentan a la menor producción y a la incertidumbre climática, la campaña ha arrancado con buen ritmo y se prevé que sea “buena”.

Para conocer de primera mano, y a pie de campo, cuáles son las sensaciones que marcan este inicio de campaña, cuatro productores de cítricos —Edu Martí, de Benifaió; Nando Durá, de Sueca; Néstor García, de Carcaixent; y Alejandro Aparici, de Canals— comparten sus impresiones sobre cómo afronta el sector citrícola valenciano esta nueva temporada.

“El inicio de la campaña de cítricos está siendo bueno. Aunque la falta de frío retrasó la maduración de la fruta unos diez días, ahora ya estamos en plena recolección de las variedades tempranas y la fruta se encuentra en excelentes condiciones”, señala Aparici. Durá coincide en que el arranque es bueno, porque “a pesar de la presión que supone el final de la temporada de Sudáfrica, los mercados están respondiendo bien a la calidad de nuestra fruta”. 

Por su parte, García sí menciona la reducción de la cosecha y afirma que “no hay los kilos que tendrían que haber, pero con los precios algo más altos que se están registrando, puede que se compense esta bajada de la producción”. Sin embargo, Martí se muestra más crítico y explica que, aunque los precios en campo sean mejores, “cada vez es más difícil alcanzar los kilos previstos por el cambio climático y las plagas. Además, las herramientas para controlarlas son cada vez más limitadas y caras, lo que reduce la rentabilidad: aunque los precios sean buenos, si no se producen suficientes kilos, los beneficios caen. Aun así, los precios actuales dan cierto alivio y permiten que los productores se sientan algo más optimistas”. Respecto a esa dificultad para tener una cosecha generosa, Aparici recuerda cuando, no hace mucho, “en una campaña normal se alcanzaban  los 7 millones de toneladas”, pero según, esta bajada de más del 20% —hasta los 5.400.000 toneladas de esta campaña— se está notando mucho en la rentabilidad del sector citrícola. 

Así responde la distribución

En cuanto a la respuesta de los mercados y comercializadores, Durá explica que las empresas comenzaron a finales del verano con mucho interés por comprar y abastecerse de fruta. Aparici coincide, señalando que “este año se ha comprado muy pronto, a partir de julio los comercios ya estaban adquiriendo naranjas y mandarinas. Ahora, sin embargo, el ritmo de compras se ha ralentizado, probablemente debido a las exportaciones actuales desde Sudáfrica y Sudamérica”. 

En cuanto a calibres y calidad de la fruta, García apunta que, para los comercializadores “todo se mantiene como otros años. La recolección se realiza con los mismos tamaños y en fechas similares, y el precio —28 céntimos por kilo— es suficiente para mantener las explotaciones”, explica este productor de Navelinas. 

Siguiendo con otros aspectos del mercado, la competencia de terceros países y las importaciones son, campaña tras campaña, un desafío constante para el sector citrícola. Martí explica que desde la entrada del acuerdo con Sudáfrica, hace casi diez años, el inicio de la campaña española se ha ido retrasando: “antes comenzábamos en septiembre y ahora lo hacemos en octubre. Tenemos fruta del hemisferio sur hasta casi noviembre, y además la competencia de países del Mediterráneo, como Egipto o Marruecos, coincide con nuestra campaña, lo que nos resta competitividad”. Por su parte, Durá se muestra más optimista y considera que, este año, no deberían presentarse “ni problemas ni intromisiones de terceros países”.

Obstáculos y demandas

Entre las principales reivindicaciones del sector, Martí destaca la necesidad de recuperar las campañas de promoción de los cítricos, “una labor que hace años se dejó de impulsar tanto desde las administraciones como desde Intercitrus. El consumo se ha estancado y sería importante volver a invertir en promoción”. Además, señala que “también hacen falta ayudas para la reconversión y la actualización de las plantaciones, ya que muchas son antiguas y otras han quedado muy afectadas por la DANA”. Para Martí, “los grandes retos de futuro pasan por renovar los árboles y reforzar la promoción, porque solo así podremos recuperar kilos y competitividad”.

Durá señala al cambio climático como uno de los mayores desafíos para el sector. “Las altas temperaturas durante gran parte del año y la ausencia de frío en invierno están provocando que muchas plagas se descontrolen y nos vuelvan locos”, explica. A ello se suman “las nuevas plagas que han llegado desde Sudáfrica por la inoperancia de nuestras instituciones y la escasez de materias activas para combatirlas”.

Por otro lado, tanto García como Aparici señalan que la negociación con el comercio sigue siendo uno de los principales retos para los agricultores. García destaca la dificultad de “discutir con el comercio para que la recolección se haga en la fecha adecuada”, mientras que Aparici explica que los comercializadores intentan mantener los precios iguales o incluso superiores a los de la campaña pasada de cara a los supermercados, lo que está provocando que estos últimos tengan “pocas ganas de comprar o de vender en sus establecimientos”.

Perspectivas de campaña

De este modo, pese a unos precios “buenos” que pueden desestabilizarse en cualquier momento, la competencia con terceros países y la caída de producción, los agricultores tienen una actitud positiva para la campaña que empieza. Durá resume muy bien cuál es su situación de los agricultores ante esta campaña de cítricos: “vamos a intentar seguir manteniendo la calidad con las pocas herramientas que tenemos y continuar siendo un referente mundial, produciendo la mejor naranja del mundo”.

La vuelta del scirtothrips

No obstante, muchos miran más allá y perciben ciertos problemas que podrían causar más de un dolor de cabeza en las próximas campañas. “Más que los retos de este año, me preocupan los del año que viene. Ya estoy viendo algunas frutas con marcas de Scirtothrips, y si la primavera viene con temperaturas suaves, la plaga podría dispararse y convertirse en un problema serio, porque este año ya hay naranjas marcadas”.

Acceso a la noticia en la página 18 del dossier de cítricos en el ejemplar de Valencia Fruits. 

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