El presidente de la Interprofesional de Melón y Sandía de Castilla-La Mancharecalca que “el sector debe hacer una planificación adecuada para evitar excesos de oferta que después generen una bajada significativa en los precios”

Cristóbal Jiménez dice que este año entre los productores y comercializadores manchego reina la prudencia. / IMLM
Nerea Rodríguez. Redacción.
Una de las prioridades para la Interprofesional de Melón y Sandía de Castilla-La Mancha siempre ha sido la de ajustar lo máximo posible la superficie de siembra a la demanda final. Pero este año, más que nunca, cualquier desajuste acarrearía resultados fatales. Y es que, al tiempo que aumentan los costes de producción, aumenta el riesgo y las posibles pérdidas para el productor. Escenarios a los que el sector debe adelantarse y actuar en consecuencia, siendo sensato en las siembras. Es por eso que Cristóbal Jiménez, presidente de la interprofesional vuelve a recalcar que “el sector debe hacer una planificación adecuada para evitar en lo posible los ‘dientes de sierra’ y excesos de oferta que después generen una bajada significativa en los precios, con los perjuicios económicos que eso conllevaría, máxime en un año con unos elevados costes de producción”
Valencia Fruits. El año pasado, la superficie de cultivo entre melón y sandía en La Mancha fue de 8.700 hectáreas con una producción total de 419.000 toneladas. Después del desastre comercial que se vivió en 2021, ¿cómo ha afectado esto al planteamiento de la siembra de 2022?
Cristóbal Jiménez. Tras las consultas realizadas con los semilleros, la estimación es que este año se va a sembrar un 5% menos de melón y un 30% menos de sandía. Este importante descenso en sandía se debe principalmente al desastre que se vivió el año anterior.
Recordemos que el año pasado, la superficie de cultivo en sandía fue de 3.100 frente a las 2.700 hectáreas de 2020. Aquel verano de hace dos años, marcado por la Covid y en el que faltaron 40 millones turistas, fue muy caluroso y los consumidores, a pesar de no poder venir a España, siguieron demandando sandías en sus países de origen. Esto hizo que nuestra tasa de exportación de sandía, que estaba en torno al 20%, en 2020 llegara al 40%.
Animados por los buenos resultados logrados en 2020, el año pasado la apuesta por la sandía fue fuerte, con 400 hectáreas más plantadas en La Mancha. Pero, el riesgo empresarial, con el incremento de las 400 hectáreas, fue muy alto como se demostró en el resultado final. Con un verano frío y lluvioso en Europa y un mercado sobre abastecido, hubo mucha fruta que se quedó sin vender, con pérdidas económicas muy importantes.
En melón, en cambio, el año pasado la situación fue más estable, con una superficie de 5.600 hectáreas plantadas y una campaña comercial razonable. Pues a pesar de ello, este año también habrá una reducción en la superficie de cultivo cifrada en un 5%.
Esta es la primera estimación que realizamos desde la interprofesional que se irá concretando durante las próximas semanas. Por las informaciones que van llegando, es muy probable que haya variaciones y que estas sean a la baja.
VF. ¿Cómo ha condicionado lo ocurrido en Murcia, con lluvias que han arrasado las primeras siembras, el incremento de las producciones tardías y el consecuente retraso de su campaña, a la hora de planificar la siembra en La Mancha?
CJ. Efectivamente, a la hora de establecer las fechas de plantación, se ha tenido en cuenta la situación en Murcia, que es la zona con la que tradicionalmente nos solapamos a finales de julio y principios de agosto.
Ante el retraso que se prevé en la cosecha murciana, la decisión en La Mancha ha sido iniciar las primeras siembra con manta térmica (temprano) a un ritmo más tranquilo y en cantidades más reducidas que el año pasado, para evitar ese solapamiento entre zonas. Si el año pasado entre el 10 y 12 de abril ya estábamos en plena siembra con manta y en volúmenes importantes, este año hasta el 20 de abril no se ha empezado a sembrar y además tímidamente. El aumento del precio de los insumos también ha sido una de las razones de este retraso y reducción en el cultivo con manta. De hecho, este año hemos pasado de un 10% a un 4%. Esto significa un retraso en el inicio de los primeros cortes, que tradicionalmente en La Macha se empiezan entre el 15 y 20 de julio.
La previsión es comenzar en los últimos días de julio, y a pesar de este retraso, es muy probable que también este año nos volvamos a solapar con Murcia. Pero no podíamos atrasar más la siembra ya que así no se llegaba a los tres meses de recolección que tienen el melón y sandía en nuestra zona y garantizan un correcto desarrollo de la campaña comercial.
VF. Desde la interprofesional ¿han cuantificado el aumento de los costes? ¿Cuánto más caro es hoy día cultivar melón y sandía en La Mancha?
CJ. Los inputs se han incrementado con respecto al año pasado de forma considerable también en melón y sandía. Según los cálculos que se han realizado desde la interprofesional, el abono ha subido un 250%, la luz un 300%, el gasoil un 250%, los plásticos que se usan para la manta térmica y los acolchados un 45%, la mano de obra un 20%, y el plantón y la semilla entre un 3% y un 10%.
Teniendo en cuenta el encarecimiento de todos los factores que intervienen en el proceso productivo, podemos confirmar que el precio de coste de producción del melón y sandía ha aumentado en un 30%, de media. Así las cosas, si el año pasado el kilo de melón se situaba entre los 0,26 y 0,28R y el kilo de sandía entre los 0,18 y los 0,20R, este año producir un kilo de melón pasará a costar entre 0,34 y 0,36R y el kilo de sandía entre 0,23 y 0,25R, según estimaciones de la Interprofesional.
VF. Entonces, ¿cuál el rango de precios pagados en campo que aseguraría este año al agricultor cubrir sus costes de producción?
CJ. El año pasado, el precio que se calculó de venta en campo para cubrir los gastos de producción y garantizar un beneficio mínimo para el agricultor, en sandía fue de 0,16-018R/ kilo de media, y en melón 0,20-0,22R/kilo aproximadamente. Este año, con el incremento de los inputs, estos precios deben situarse entre 6 o 7 céntimos por encima tanto en melón como en sandía.
VF. ¿Cómo están los ánimos en el sector después de saber lo que está ocurriendo en Almería y en Murcia?
CJ. Entre los profesionales manchegos este año reina, más que nunca, la prudencia. Recordemos que una hectárea de sandías encima del camión lista para comercializar supone entre 9.000 y 10.000 euros, y en melón entre 8.500 y 9.500. Un año como el pasado, en el que las pérdidas fueron de media entre 4.000-4.500 euros por hectárea, complicaría mucho la continuidad de muchas empresas.
La experiencia nos ha enseñado que, en La Mancha, una cosecha de 150.000-160.000 toneladas de sandías, somos capaces de defenderla bien durante los tres meses que dura nuestra campaña, y en melón llegamos a 170.000 toneladas. Por encima de estas cifras, es correr mucho riesgo. Por tanto la prudencia puede ser en estos momentos el mejor aliado para los productores de melón y sandía de Castilla-La Mancha.