El director general de Sanidad de la Producción Agraria, Valentín Almansa, asegura que esos programas han permitido encontrar la Xylella en Baleares y Alicante

El director general de Sanidad de la Producción Agraria, Valentín Almansa.
El director general de Sanidad de la Producción Agraria, Valentín Almansa, asegura que España está buscando “activamente” la posible presencia de focos de la bacteria Xylella fastidiosa con programas de vigilancia “potentes” desde 2014.
En una entrevista con Efeagro para hacer un repaso a la actualidad de su área, Almansa incide en que esa búsqueda activa ha permitido encontrar la bacteria en diferentes especies vegetales del archipiélago balear y en una zona de almendros de Alicante. Por lo tanto, se está buscando con “todos los medios” posibles y, “si se encuentra, hay que controlarla y erradicarla”.
En esa línea, lanza un mensaje de tranquilidad porque, si se declarasen más focos, “se gestionarán como se ha hecho con otras enfermedades” a las que se les temía y que “nunca fueron el final de nada”, en alusión a la filoxera del vino o a la “tristeza” del naranjo en Europa. Además, asegura que esta bacteria “no es el ébola de nada”, como así se le conoce en algunos entornos, porque su capacidad dañina depende de varios factores.
Los focos detectados en Baleares y en Alicante han permitido saber, por ejemplo, que hay varios subtipos de Xylella y cada uno de ellos muestra una capacidad dañina distinta en función del tipo de árbol. Por eso, insiste en que hay que olvidarse de la Xylella como un agente que genera una enfermedad “única”.
En la entrevista también hace referencia a la polilla guatemalteca de la patata, que está afectando a plantaciones peninsulares de Asturias y Galicia, y de la que se ha conseguido detener su expansión.
Según apunta, el hecho de que las tierras afectadas sean mayoritariamente para producción de patata de autoconsumo dificulta las tareas para atajar la plaga. No obstante, se va en el “buen camino” hacia su erradicación y, de hecho, el número de polillas capturadas en 2017 fue “muy inferior” al del año anterior.
Por otra parte, Almansa recalca el valor que tuvo el primer plan de Gestión Integrada de Plagas (GIP) y remarca que ya se ha aprobado el segundo. El objetivo del GIP es que los agricultores gestionen las plagas con “herramientas sostenibles”, sin excluirse el uso de fitosanitarios.
Entre los próximos avances en este área, está la creación de una base de datos que recogerá “todas” las transacciones comerciales de fitosanitarios para tener un “conocimiento exacto de qué se vende, dónde y para qué”.
Almansa también hace referencia a los tratados comerciales y la importancia que tienen las cuestiones fitosanitarias y zoosanitarias para llegar a acuerdos. Asegura que esas barreras “son a veces más importantes” que las cuestiones arancelarias y “no hay que tener miedo a competir con ningún país siempre y cuando se haga en igualdad de condiciones”, afirma.