Entrevista al especialista de ventas en el Departamento de Ventas de Mulder Onions, Jordi Calatayud
Jordi Calatayud: “Por la escasez y los altos precios, hemos perdido algunos mercados, pero en general el volumen ha sido aceptable y sin problemas de calidad”. / MO
Raquel Fuertes. Redacción.
Poca oferta y una alta demanda es la ecuación perfecta para obtener un precio más alto. Con precios ya estables, Jordi Calatayud, desde Mulder Onions, una compañía con gran experiencia en el comercio de cebollas, pero también de patatas, ajos y zanahorias, explica las características de una campaña en la que, además de la coyuntura geopolítica, se deja sentir algo mucho más preocupante de cara al futuro: los efectos del cambio climático.
Valencia Fruits. ¿Qué expectativas tienen en Mulder Onions para las campañas de patatas, ajos y cebollas este año?
Jordi Calatayud. Como en toda Europa, también 2023 ha empezado de manera muy excepcional para nosotros. Hemos alcanzado precios que no se habían visto en los últimos 40 años. La demanda ha sido alta y el precio no paraba de aumentar, hasta el punto de que en un momento parecía que no había techo. Ahora parece que el techo ha llegado, con un precio más o menos estable. Esperamos tener cebollas hasta final de mayo, y después habrá que esperar a la nueva cosecha que normalmente empieza sobre junio/julio.
VF. ¿A qué países exportan desde Mulder Onions?
JC. Donde hay demanda, allí podemos llegar, sin problema. Gracias a una ubicación geográfica privilegiada entre Rotterdam, Amberes y Vlissingen, es posible hacer un uso óptimo de las opciones de transporte multimodal, la reagrupación de contenedores y carga y de los servicios de las principales compañías navieras internacionales. Sobre todo, exportamos a países de África y Asia, juntos suman un 50%. El resto está divido entre Europa y otros destinos en América (central y sur).
“La mayor preocupación de cara al futuro será el cambio climático”
VF. ¿Sigue afectando la situación geopolítica y los elevados costes al mercado de estas hortalizas y tubérculos o se está alcanzando una cierta normalidad?
JC. Creo que la mayor preocupación de cara al futuro será el cambio climático. Esto afectará más en el futuro, en general, y al mercado de las cebollas. Notamos que los veranos y tiempos de siembra cada año son más calurosos. En España las temperaturas rebasan a veces los 40º, en Países Bajos pueden superar los 35º. Si a esto le sumamos la falta de lluvia, el agua va a ser vital para el futuro. Como resultado este año ya hay menos kilos por hectárea. La vida en general se ha puesto más cara, pero creo que esto no va a afectar mucho porque los sueldos han subido también en los Países Bajos en un porcentaje similar a la inflación.
VF. ¿Hay alguna diferencia significativa entre las condiciones de unos países productores y otros?
JC. Si comparamos España con los Países Bajos, están pasando o han pasado una situación similar. Los precios han sido excepcionales. La única diferencia ha sido que los precios en España han sido mucho más altos que en Holanda. También pasa lo mismo con Francia, por ejemplo.
VF. ¿Cómo podría resumir los resultados de la campaña 2022?
JC. Tenemos menos volumen para exportar que la temporada 2021, pero creo que, en general, los resultados han sido buenos. En especial al principio de la temporada con las cebollas tempranas. La calidad ha sido muy buena y hasta ahora sigue siéndolo. Por la escasez y los altos precios, hemos perdido algunos mercados, pero en general el volumen ha sido bastante aceptable, y sin problemas de calidad.
VF. ¿Cuáles son sus expectativas para España para 2023, tanto como país proveedor como cliente?
JC. Mirando a 2023, hasta ahora hemos exportado más a España que otros años. También es resultado de los altos precios. Creo que todavía podemos hacer un poco más hasta que empiece la nueva temporada allí. España siempre es un buen mercado para nosotros.
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