Entrevista al presidente de Unió Cristiana de Sueca y Copsemar, José Luis Mariner y al Director de Copsemar, Luis Marqués Falcó
Óscar Orzanco. Valencia.
La falta de herbicidas para combatir las malas hierbas han generado un problema importante en el cultivo del arroz valenciano. Los productos autorizados tienen una efectividad escasa y los productores, en pleno siglo XXI, han tenido que volver a coger la hoz para escardar de forma manual. Por ello, gran parte de las novedades del sector giran en torno a este tema con el lanzamiento de estrategias y cuatro nuevos tipos de arroz enmarcados en el sistema Provisia®, una tecnología que combina una serie de variedades con un herbicida específico que controla las malas hierbas gramíneas que están escapando al resto de productos. Además, Copsemar presenta tres variedades convencionales mejoradas y muy competitivas para que el agricultor pueda rotar y no generar resistencias.
Valencia Fruits. ¿Cómo se está desarrollando hasta el momento la campaña de arroz?
José Luis Mariner. La campaña se está desarrollando dentro de unos parámetros de normalidad. El año pasado las fuertes lluvias de marzo y abril retrasaron las labores de siembra un mes. En la presente temporada, hasta el momento, la meteorología nos ha respetado y la preparación de los campos y la siembra se realizó en las fechas habituales.
VF. Actualmente, ¿cuál es el principal problema para los productores de arroz?
JLM. El principal problema son las malas hierbas y la falta de herbicidas para combatirlas debido a las prohibiciones. Los productos disponibles han creado resistencias y ya no son efectivos. Esto incrementa los costes y las horas de trabajo en los campos. En pleno siglo XXI, para retirar las malas hierbas hemos tenido que volver a coger la hoz, y los gastos se incrementan entre un 30 y un 35%.
Es cierto que existen tipos de arroz enmarcados en el sistema Provisia® de BASF que no generan tantos problemas en este sentido. Se trata una tecnología que combina unas variedades resistentes obtenidas por mutagénesis con un herbicida específico, y esa materia activa sí que controla las malas hierbas gramíneas que están escapando al resto de los herbicidas. El problema es que este tipo de arroz se paga a precios inferiores al que cotiza el redondo perlado cultivado en esta zona, y además tienen un rendimiento menor.
Luis Marqués Falcó. De momento, las variedades Provisia® son de origen italiano y sólo de grano largo cristalino. Por eso, no entran dentro del circuito habitual de comercialización del arroz medio perlado y tienen menor valor. Además, al ser variedades foráneas generan menos volumen de producción al estar menos adaptadas a las condiciones de esta zona.
Por eso, una de las novedades importantes que va a presentar
Copsemar es el lanzamiento de variedades de grano medio perlado adaptadas a las condiciones españolas para que puedan competir en las mismas condiciones que las convencionales. Esto permitirá cultivar variedades Provisia® aclimatadas a los requisitos de las zonas productoras de España.
En concreto, vamos a lanzar dos variedades de arroz redondo perlado denominadas Campanar PV y Birbador PV y, como trabajamos para toda España, también contamos con dos de grano largo: Wadiana PV y Wadikavir PV.
Con estas novedades subimos un escalón y entramos en una nueva división. Contamos con una serie de variedades tradicionales novedosas pero también disponemos de tipos de arroz enmarcados en el sistema Provisia® que pueden utilizar el herbicida que controla las malas hierbas de hoja estrecha. Resulta muy desesperante tener que volver a depender de la escarda manual como está sucediendo este año. Y si no realizas esta labor el volumen de cosecha puede reducirse hasta un 80%.
El sistema Provisia® está funcionando con buenos resultados y esta campaña en la zona de Valencia se han sembrado 4.000 hectáreas de un total de 15.000. Por eso, con las variedades idóneas, el volumen de negocio es importante. Los tipos de grano medio perlado que hemos desarrollado en Copsemar para la tecnología de BASF se comenzarán a comercializar en 2025. Ahora estamos en fase de multiplicación y obtención de semilla.
VF. ¿Se ha diseñado ya una estrategia de combinación de tecnologías a largo plazo para evitar la aparición de resistencias?
LMF. Este tema depende de las empresas que desarrollan los herbicidas. Para evitar la aparición de resistencias y que la herramienta sea duradera, se debería pensar en una estrategia de combinación de las tecnologías existentes, como Provisia® y Clearfield®. Por parte de Copsemar presentamos tres variedades convencionales mejoradas y muy competitivas para que el agricultor pueda rotar y emplear otro tipo de herbicidas. Ya se están multiplicando tres variedades de grano medio perlado, Wadalete, Ibero y una tercera que todavía no tiene nombre. En cuanto al grano largo B cristalino, contamos con una variedad ya registrada años atrás, denominada Moleta, y que ya se ha ensayado con buenos resultados en Extremadura y Cataluña. Llegarán a los agricultores entre 2025 y 2026. Estamos hablando de la culminación de un trabajo de diez años.
También hay que apuntar que no toda la superficie cultivada está afectada por malas hierbas. Hay un porcentaje de tierras que se encuentra muy limpio y los productores pueden continuar empleando las variedades tradicionales. No es conveniente tampoco realizar un cambio radical hacia las variedades Provisia®.
La drástica reducción de productos fitosanitarios está generando grandes problemas en la agricultura española y europea. Actualmente, en Bruselas se está debatiendo regular las nuevas técnicas de edición genética. Esto podría permitirnos comenzar a trabajar en variedades con nuevas resistencias de forma más rápida. Pero de momento es una propuesta y ahora mismo la falta de herramientas para combatir plagas y enfermedades es notoria. Y además, hay producciones que se importan a Europa desde países terceros que llegan tratados con productos prohibidos en la UE. Lo que pedimos es reciprocidad.
“El otro gran condicionante del sector arrocero es la sequía. A todos nos afecta porque distorsiona producciones, precios y en el caso de Copsemar influye en las ventas de semillas”
VF. ¿Qué otros problemas se vislumbran en el horizonte del sector arrocero?
LMF. El otro gran problema es la sequía. A todos nos afecta porque distorsiona producciones, precios y en el caso de Copsemar influye en las ventas de semillas. El mercado de Andalucía prácticamente no ha existido este año. Y en Extremadura y Aragón el volumen de negocio se ha reducido un 50%.
Para nosotros 2023 está siendo un año de muchos contrastes. Hemos incorporado nuevos socios que pueden facilitarnos incrementar el volumen de negocio en los próximos años un 25%. Sin embargo, el impacto de la sequía puede reducir también las ventas en el futuro en un porcentaje bastante similar.
“Un problema gran es el relevo generacional. No hay gente joven que se quiera dedicar a esta actividad debido a la escasa rentabilidad. Y en el cultivo del arroz la inversión en maquinaria resulta muy elevada”
JLM. De momento, el problema de la sequía no está afectando a la cuenca del Júcar y según la comunidad de regantes el agua en esta zona está asegurada para un par de años. Pero un problema muy acuciante es el relevo generacional. No hay gente joven que se quiera dedicar a esta actividad debido que es un trabajo duro y la rentabilidad escasa. Y en el caso del cultivo del arroz la inversión que hay que realizar en maquinaria resulta muy elevada.
VF. ¿Valencia va a mantener el volumen de cosecha del año pasado?
JLM. Analizando todos los datos, las toneladas de arroz convencional producidas en la Comunitat Valenciana van a bajar este año. Hay que tener en cuenta que contamos unas 4.000 hectáreas cultivadas con variedades del sistema Provisia®, arroz de grano largo, y esto va reducir el volumen de cosecha del redondo perlado autóctono. No obstante, este año hay que señalar que la producción de la variedad Bomba va a ser mejor porque 2022 fue un desastre debido a la pyricularia.
VF. Ante una cosecha de arroz mermada en el resto de zonas productoras españolas, ¿qué precios esperan los arroceros valencianos para este año?
JLM. El año pasado el precio medio mejoró y esperamos que esta campaña, al menos, se mantenga en esos niveles. Por las noticias que tenemos, China y la India no van a exportar arroz. Ante los tiempos tan complicados que estamos viviendo, muchos países están haciendo acopio de grano para alimentar a su población. En estas circunstancias, confiamos en que las cotizaciones suban o se mantengan en los valores registrados en 2022.
VF. ¿Cómo ha impactado la aplicación de la nueva PAC en el sector arrocero valenciano?
JLM. De momento, para el sector arrocero valenciano la nueva PAC no ha supuesto grandes cambios. No obstante, tenemos pendiente mantener una reunión con los nuevos representantes de la Conselleria de Agricultura para analizar ciertas cuestiones, entre ellas cómo se va gestionar este año el tema de la paja del arroz.
Nosotros vamos a solicitar que, con una regulación, se pueda quemar porque eso evita muchos problemas de enfermedades, malas hierbas y que el suelo tenga demasiada materia orgánica. También se está comentando que este año, como la cosecha de cereal ha sido muy corta, los ganaderos necesitan paja para hacer las camas de los animales o en algunos cultivos se emplea para hacer cubiertas, y para ello se podría emplear la paja del arroz. Pero todavía en este tema no conocemos que va a pasar.
VF. Además del lanzamiento de las nuevas variedades detalladas, ¿en qué otros proyectos está trabajando Copsermar?
LMF. Ahora se cumplen 25 años desde que Copsemar comenzó el programa de mejora varietal. Hemos alcanzado una velocidad de trabajo importante en el que coinciden el lanzamiento de nuevas variedades y tenemos en marcha varios proyectos con centros públicos como el IVIA, el IRTA o la Universidad de Zaragoza.
Como novedad, estamos pendientes de iniciar un proyecto internacional para estudiar variedades adecuadas para la obtención de nuevos alimentos que permitan su uso para un grupo más extenso de personas a través de canales de comercialización específicos. La generación de variedades específicas podría permitir adaptarse a las necesidades de estos consumidores. Estamos pendientes de la aprobación de la financiación por parte del Ministerio y en este proyecto colaborarían organismos internacionales y el CSIC. Sin dejar de lado objetivos como mejorar la productividad y la resistencia a enfermedades, hay que ir buscando líneas específicas de calidad dedicadas a segmentos muy concretos.
VF. ¿Qué proyectos tiene en marcha la cooperativa Unió Cristiana de Sueca?
JLM. En la cooperativa estamos inmersos en el proyecto Detectoriza, una iniciativa que analiza por medio de drones los cultivos para ajustar dosis de abonado a variedades y reducir costes. Unió Cristiana de Sueca está participando en iniciativas de desarrollo de agricultura de precisión y control de gastos.
Acceso a la entrevista en la página 2-4 del dossier de Arroz de Valencia Fruits.
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