Las lluvias provocan daños de hasta el 90% en el ajo manchego

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En el municipio conquense de Las Pedroñeras, conocido con el sobrenombre de la ‘capital mundial del ajo’ con los daños se estiman en el 50%

Hay parcelas anegadas donde los ajos ya estaban cortados y agrupados para su recolección. / VF

Efeagro.

Las lluvias persistentes de los últimos días de mayo y primeros de junio han provocado daños de hasta el 90 por ciento en algunas parcelas de ajo de Castilla-La Mancha, según estimaciones de la organización agraria Asaja.

Según ha explicado en declaraciones a los medios el secretario general de Asaja de Cuenca, Manuel Torrero, hay parcelas anegadas donde los ajos ya estaban cortados y agrupados para su recolección, y donde apenas se podrá salvar el 5 por ciento de la cosecha.

Los daños más graves se han producido en zonas de Ciudad Real, en las que se han recogido precipitaciones de hasta 150 litros por metro cuadrado, como ha ocurrido en Argamasilla de Alba o en la localidad de Cinco Casas, una pedanía de Alcázar de San Juan.

A su vez, en el municipio conquense de Las Pedroñeras, conocido con el sobrenombre de la ‘capital mundial del ajo’ con los daños se estiman en el 50 por ciento, ha comentado Torrero con motivo de la reunión que ha mantenido Comité Ejecutivo Provincial de Asaja de Cuenca, para analizar los daños que han ocasionado en el campo las tormentas y la sequía. Asimismo, Torrero ha advertido de que “el seguro agrario en muchos casos no va a responder al daño que se está produciendo”.

Castilla-La Mancha es la región con mayor producción de ajo de toda España, con unas 20.000 hectáreas dedicadas a este cultivo

Respecto a otros cultivos, como el girasol, el secretario general de Asaja de Cuenca ha indicado que a causa de la sequía se había reducido sensiblemente la superficie a sembrar, mientras que las últimas lluvias obligarán por un lado de volver a sembrar lo que no había nacido, y además el retraso en la campaña, de entre cuatro y seis semanas, incidirá también en una merma en la producción final.

En cuanto al cereal, aunque las lluvias puedan añadir algo de grano, los daños causados por la sequía han dejado una situación que Torrero ha considerado “irrecuperable”.