Los obtentores alertan sobre la proliferación de pequeños viveros ilegales

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La reproducción ilegal de plantas genera una competencia desleal y peligros de sanidad vegetal

viveros ilegales

El consejero Rodrigo Sánchez Haro participó en un encuentro con Anove. / Junta de Andalucía

La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (Anove) ha alertado sobre la proliferación de pequeños viveros que reproducen de forma ilegal variedades protegidas de plantas, frente a “la trazabilidad clara y transparente del producto que demandan los mercados”. Así lo destacó la directora de Anove, Elena Sáez, durante el encuentro mantenido en las instalaciones de la empresa viverista Planasa, en la localidad onubense de Cartaya (Huelva), con el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Rodrigo Sánchez Haro.

Sáez remarcó que “el uso de material vegetal sin certificar o producido clandestinamente ocasiona serios perjuicios económicos al sector. Cuando no se respetan los derechos de propiedad intelectual y se reproducen o comercializan ilegalmente plantas, se genera una competencia desleal contra los agricultores y viveristas legales y se amenaza la investigación, lo que a medio plazo compromete gravemente el futuro de nuestra agricultura”. Además, al carecer de los necesarios controles sanitarios, señaló la directora de Anove, “las plantas reproducidas ilegalmente pueden ser un foco de transmisión de enfermedades y acabar afectando negativamente a la seguridad alimentaria”.

Por otra parte, destacó la importante apuesta por la inversión en I+D+i que hacen las empresas obtentoras, dedicando a ello entre un 20% y un 25% de su facturación anual, unos 1.000 millones de euros.

La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (Anove) integra a 51 entidades (49 empresas privadas y dos centros públicos de investigación). Sus socios ponen en el mercado más del 95% de las variedades utilizadas por los principales cultivos. La facturación total de sus miembros se eleva por encima de los 1.000 millones de euros, de los cuales 575 millones corresponden a la industria de la semilla. El sector emplea a más de 2.500 personas sólo en este último campo. Entre el 40 y el 50% de los trabajadores son especialistas en I+D y el 81% de las empresas cuentan con un departamento destinado a la investigación y el desarrollo.

Por su parte, el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de Andalucía, Rodrigo Sánchez Haro, subrayó la apuesta decidida por la I+D y por la búsqueda de nuevas variedades como una de las razones por las que los frutos rojos se erigen en “punta de lanza” de la agricultura andaluza.

La I+D y las nuevas variedades afianzan a los frutos rojos como “punta de lanza” de la agricultura andaluza

La resistencia a enfermedades, la productividad, la sostenibilidad, la diversidad de tamaños y formatos, el color y el sabor y la seguridad alimentaria son, en este sentido, a juicio del consejero de Agricultura, “rasgos diferenciadores de los frutos rojos onubenses”. Un punto en el que hizo mención al importante papel que juegan entidades obtentoras como Planasa a la hora de afrontar esos “retos constantes” a través de la innovación y la investigación con nuevas variedades. No en vano, el sector productor de semillas y plantas de vivero es el que más recursos y personal destina a ello, al invertir, en algunos casos, hasta el 30% del total de sus ingresos. “Es la industria que más apuesta por la I+D”, concluyó.

Apoyo del Ifapa

La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, en palabras de Rodrigo Sánchez Haro, no es ajena a la trascendencia de la labor de investigación. Desde este departamento, a través del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa), se lleva a cabo una amplia diversidad de proyectos que abordan desde aspectos como la mejora de la calidad nutritiva, organoléptica y vida postcosecha, hasta la optimización del uso del agua mediante distintas estrategias de riego, sin obviar los sistemas de cultivo sostenible y de mejora de la calidad y la productividad. De igual modo, el responsable del ramo ha puesto el acento en el Banco de Germoplasma de fresa, único en España, que mantiene más de 500 entradas de este cultivo y emerge como uno de los mayores referentes de Europa.

La investigación, no obstante, según remarcó Rodrigo Sánchez Haro, viene seguida de la necesaria transferencia del conocimiento generado al campo, “para hacerlo útil y que redunde en innovación y en competitividad”. Así, ya sea de forma directa por parte del Ifapa, o mediante la suscripción de convenios de colaboración con el propio sector, en la actualidad están en ejecución iniciativas conjuntas bajo un presupuesto de más de 300.000 euros. Asimismo, el cultivo de los frutos rojos tiene a su disposición el potencial de las instalaciones del instituto, como es el caso de la finca experimental El Cebollar, ubicada en el término municipal de Moguer y donde se llevan a cabo distintos ensayos con las distintas berries.

Motor económico

Los frutos rojos se erigen en un incuestionable motor económico de la provincia de Huelva. Nueve de cada diez euros que recibe la balanza comercial española por la venta de frutos rojos en los mercados internacionales tienen su origen en Huelva, que cu“con unos productores comprometidos con la excelencia que demandan los consumidores”, resaltó Rodrigo Sánchez Haro.

El sector ha sido capaz de exportar fresas, frambuesas y arándanos saludables, de la máxima calidad y de gran valor añadido, entre enero y noviembre de 2017 por un importe superior a los 900 millones de euros, un 3% más que la cifra récord firmada en el mismo periodo del año anterior.