La semana concluye con nuevos descensos de los precios del aceite de oliva en origen

Repuntan las transacciones entre almazaras y entidades comercializadoras. / Archivo
La semana concluye con nuevos descensos de los precios del aceite de oliva en origen, cuando se encara la recta final de la campaña de recolección en amplias zonas de olivar. Sin embargo repuntan las transacciones entre almazaras y entidades comercializadoras.
El POOLred muestra, del 17 al 23 de febrero, un total de 62 operaciones con un volumen de 4.798,50 toneladas, según datos extractados el viernes, a un precio medio de 3,37 euros/kg. Por categorías, el virgen extra ronda los 3,48 euros/kg; los vírgenes los 3,33 euros/kg y, los lampantes, 3,23 euros/kg.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente refiere descensos generalizados en los precios medios del aceite, con datos anteriores, del 12 al 18 de febrero. Los aceites de oliva vírgenes extra caen un 1,11 semanal y se quedan en 358,32 euros/100 kilos de media en este período y, en esta categoría, destacan los fuertes retrocesos de –6 euros/100 kg en Granada; –8 euros en Sevilla o –16,50 en Málaga. Los vírgenes españoles caen un –1,69% y se quedan en 343,13 euros/100 kilos; los lampantes se dejan el 2,16% y se pagan a 332,51 euros/100 kg y los aceites de oliva refinados descienden el 1,66%, hasta 336,67 euros, de acuerdo con estos datos del Mapama.
El aceite de orujo crudo se devalúa el 1,91% y el refinado el –1,05, dejando estas categorías en 170,83 y 218,18 euros/100 kg, mientras que el aceite de girasol refinado ronda los 73,50 euros/100 kilos en este periodo, un 0,79% menos, concluye el Ministerio de Agricultura.
Algunos grandes operadores reabren el debate estos días sobre la necesidad de apostar aún más por el valor de un producto de alta calidad que debe tener un precio adecuado para retribuir a todos los eslabones de la cadena como oleicultores, cooperativas, almazaras, envasadores, distribuidores y vendedores finales o puntos de venta.
Según informaba el viernes la firma Deoleo —que redujo pérdidas en un 90% en 2017, hasta los 18,4 millones de euros, frente al resultado negativo de 179,4 millones de 2016—, en una comunicación a la CNMV, la elevada volatilidad de precios de las últimas campañas “está siendo el caldo de cultivo ideal para una concepción de negocio cortoplacista, que busca el volumen frente al valor”.
Esta tendencia hacia la marca blanca y de primer precio “está banalizando un producto con mucho potencial”, prosigue la firma, que muestra, por el contrario, su apuesta por “la calidad y el valor”.
Deoleo —propietaria de marcas de referencia en todo el mundo, como Bertolli, la más vendida en EEUU, Carapelli y Sasso; y las españolas Carbonell, Hojiblanca y Koipe— abunda en que los altos precios de la materia prima durante 2017 afectaron a la demanda, tanto en nuestro país como en otros destinos internacionales.
Con Datos Nielsen —detalla la compañía—, el consumo de aceite de oliva bajó un 6% en España; en EEUU, el mercado se contrajo un 2%, y solo en Italia creció tímidamente, apenas un 1%.
Habrá que ver si la tendencia descendente de los precios, tanto a nivel nacional como internacional, que se percibe desde el inicio de la actual campaña, contribuye a reactivar parte de la demanda que en los últimos meses ha dado la espalda a los aceites de oliva, en beneficio del girasol y otras grasas comestibles alternativas.
A nivel agronómico, la recolección entra en su recta final y, hasta la fecha —durante los cuatro primeros meses de campaña, de octubre a enero, últimos contabilizados— la producción se sitúa en 1.042.000 toneladas en España, explican las organizaciones agrarias.
La provincia de Jaén —con las tareas de recolección muy avanzadas— producía hasta el 31 de enero un total de 321.197 toneladas de aceite, dato cercano a las 360.000 toneladas estimadas por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía.
Los aforos finales para España y Andalucía anticipan 1.106.000 y 884.900 toneladas, respectivamente, para este año, con mermas productivas estimadas por los efectos de la sequía.