El precio del gasóleo supone la principal causa del incremento en los costes de explotación del transporte de mercancías por carretera junto el precio de la energía
Elisa Benavent. Redacción.
Según los datos recogidos por la plataforma de cargas digital francesa Upply y los consultores ingleses Transport Intelligence, las tarifas de transporte alcanzan sus máximos históricos en la Unión Europea en este tercer cuarto de 2021. El índice de referencia de este año (107,6) se sitúa así un 3% por encima del índice de 2020.
Este continuo ascenso se viene observando desde el segundo cuatrimestre del año pasado como consecuencia de la pandemia y las medidas de prevención como el confinamiento domiciliario o los cierres perimetrales.
A esto se suma el aumento exponencial del precio de la energía y del gasóleo, un problema generalizado en Europa. Los efectos se aprecian sobre todo en los precios de las principales rutas europeas, que progresivamente van alcanzando también máximos históricos. Ejemplo de ello es la ruta Madrid-Londres que, con una media de 2.388 euros, es una de las más caras del continente, según Transport Intelligence y Upply.
Suben los costes, pero no los precios
A finales de septiembre se publicaron los resultados de los observatorios de costes, precios y actividad del transporte de mercancías por carretera, correspondientes al segundo trimestre de 2021.
Por una parte, los costes de explotación de la actividad del transporte de mercancías por carretera han vuelto a experimentar un aumento, en la línea de los trimestres anteriores, debido principalmente a la subida del precio del gasóleo. En España, el precio del combustible ya alcanza un incremento interanual del 25,2% y comparado con el primer trimestre del 2021, un 6,9%. De este modo, el coste unitario por kilómetro recorrido para un vehículo de carga general es de 1,12€/km.
El combustible supone ya una de las partidas con más peso en el total de los costes de explotación, con un 32,8%, solo superado por la partida de personal y dietas (33,8%).
Por el contrario, en el segundo trimestre de 2021 no subieron paralelamente los precios percibidos por las empresas transportistas, sino todo lo contrario, experimentaron una disminución del 1,4%, siguiendo con la tendencia a la baja del anterior trimestre. Esta bajada en los precios se aprecia sobre todo en transportes de medias distancias, con un descenso del 3,5%.
Sí son positivos los datos en lo referente a la actividad de las empresas de transporte, con un aumento de las toneladas transportadas del 24,2%, tanto en transporte internacional como de larga y corta distancia. Por tanto, el sector sigue recuperándose desde el segundo trimestre de 2020, un periodo que fue complicado y supuso una importante disminución de la actividad como consecuencia de la las medidas tomadas para contener la expansión de la pandemia.
Aumento de la demanda
A pesar de la subida de los costes, la demanda en sectores como el industrial y el minorista ha crecido de forma intensa en el tercer trimestre. Sin embargo, el proceso ineficiente de la cadena de suministro y la falta de conductores ponen en una situación complicada a las empresas de transporte, que no son capaces de responder a ese aumento de la demanda.
Esta escasez de profesionales conductores se manifiesta sobre todo en épocas de actividad más elevadas, como la temporada de transporte frigorífico de perecederos.
Según los estudios del portal de empleo especializado para conductores de camión TDRJOBS, en este inicio del otoño se observa ese aumento en la necesidad de contratación y búsqueda de perfiles con experiencia en rutas internacionales, manejo de equipos de frío y con idiomas para facilitar las labores de carga y descarga, así como el conocimiento de las diferentes circunstancias de las vías por las que circulen.
Damián Matute, director general de TDRJOBS, afirma que en el transporte frigorífico España “juega un papel fundamental, ya que el 60% de las frutas y hortalizas que se consumen en invierno en Europa proceden de España, conocida como la huerta de Europa”.
Sanciones
El 3 de octubre entró en vigor la nueva ley que modifica el régimen sancionador de las empresas que paguen a más de 60 días la prestación del servicio de transportistas y empresas de transporte. Esta ley tiene como objetivo “luchar contra la morosidad en las operaciones comerciales”, es decir, evitar que los contratistas se financien a costa del sector de transporte y amenacen la estabilidad de estas empresas y sus trabajadores.
El importe de las sanciones aumenta paralelamente al precio del transporte: si es inferior a 1.000€, la multa estará entre los 400 y 600€, pero si el precio del transporte estuviera entre los 4.000 y 6.000€, la sanción estaría comprendida entre los 2.000 y los 4.000€.
En caso de que el responsable ya hubiera sido sancionado en los 12 meses anteriores, el importe de la multa estaría entre los 6.000 y 8.000€, “pudiendo ascender a 30.000 euros cuando se considere que la conducta afecta significativamente a la capacidad y a la solvencia económica del acreedor o se haya superado en más de 120 días el plazo máximo legal de pago previsto en dicho precepto”.