La estrategia para el fomento de la producción ecológica 2017-2020 busca vertebrar, consolidar, internacionalizar y fomentar el sector

España lidera la producción ecológica en Europa. / Archivo
La estrategia para el fomento de la producción ecológica 2017-2020, que en estos momentos está en fase de borrador, podría esta terminada “antes del parón estival de agosto” para poder empezar a aplicar las líneas estratégicas “en este mismo 2017, y a lo largo de los próximos tres años”.
Así lo ha confirmado el subdirector general de Calidad Diferenciada y Agricultura Ecológica del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), Francisco Javier Maté. Ha detallado también que la estrategia engloba cuatro objetivos claros, que integrarán las aportaciones realizadas por toda la cadena agroalimentaria (ecológica y convencional).
Es precisa una estructuración del sector que “necesita una vertebración suficiente para tener una única voz de cara a las administraciones públicas”, según Francisco Javier Maté.
Además, urge consolidar la producción ecológica. Así como apostar por el desarrollo de su industria, porque se han detectado algunas lagunas como en el caso de la ganadería ecológica.
Vertebrar, consolidar, internacionalizar y fomentar el sector
El fomento del consumo interno bio, a pesar de haber registrado crecimientos continuados y sostenidos a lo largo de los últimos años, es otro de los ejes estratégicos del plan. Ya que en el total alimentario su participación aún es baja (en torno al 1,5%); sin olvidar líneas para apoyar la internacionalización del sector.
El subdirector general ha valorado, no obstante, la expansión que experimenta su consumo. Bien a través de la tienda especializada, que ha sido históricamente el principal punto de venta del bio; o bien vía la gran distribución, que permite acercarse al consumidor “habitual de producto eco o también al espontáneo”.
En este sentido, ha recalcado la necesidad de que el sector posea una “oferta estable”. Ya que existe un fuerte incremento de la demanda de los consumidores; así como nuevos canales de comercialización del ecológico. Además, las grandes empresas necesitan “garantías para poder atender a sus clientes”.
El ecológico, un negocio próspero
Maté ha valorado los encuentros propiciados entre todos los eslabones de la cadena alimentaria (no solo la ecológica); principalmente, para que se aclaren conceptos sobre qué es la producción ecológica. Y que “entren a formar parte de este negocio que va a ser próspero en los próximos años”.
A primeros de junio, el Ministerio convocó al sector a una jornada de reflexión para definir la estrategia de fomento de la producción ecológica en los próximos años.
En el encuentro de dos días participó todo el sector (productores, empresarios, consumidores, sindicatos, autonomías, entre otros). El motivo fue analizar y debatir el borrador del Departamento para tener listo el plan para su aplicación —al menos las primeras medidas— a partir del otoño.
España lidera la producción ecológica en Europa, con una superficie de algo más de 1,9 millones de hectáreas. Y, aunque el consumo interno de alimentos bio es aún bajo, registra importantes cifras de crecimiento. En la actualidad ronda los 32,3 euros per cápita; con datos de 2015, últimas cifras oficiales disponibles.
El mercado de alimentos ecológicos en España rozó los 1.500 millones de euros, el 24,5% más que en 2014; y supone ya el 1,5% del total alimentario, según un estudio sobre el sector eco en España del Mapama.