El invierno ha dejado marcada su impronta en algunas zonas productoras y varios cultivos de frutas y verduras

Los frutales han sufrido los rigores de las heladas.
Ya ha comenzado oficialmente la primavera, aunque algunos agricultores aplazan su inicio al 1 de abril, tras la próxima luna llena. Varias campañas hortofrutícolas se han visto y aún se ven condicionadas por los últimos coletazos de un invierno que ha dejado marcada su impronta en algunas zonas.
Melocotoneros, albaricoques y otros frutales en Cataluña parecían el 21 de marzo “candelabros de hielo con flores” porque la anterior noche los productores habían activado el riego por aspersión, ya que la fina lluvia de gotas que cristaliza y forma lágrimas en los árboles impide que la temperatura baje de cero grados y se congele la flor que asoma.
“Lo más peligroso es cuando el cielo está despejado y hiela”, aseguraba el responsable de fruta dulce de la Unión de Uniones, José Cabré, que sobre todo temía lo que pasase la siguiente noche, cuando se prevéeían en la zona productora de melocotón, nectarina y albaricoque, que las temperaturas bajasen de los tres grados bajo cero.
En el balance negativo de esta campaña de frutas y hortalizas hay que incluir la reducción de la producción de fresa en la provincia de Huelva, de melocotón temprano en Murcia, de brócoli en Badajoz o de espárrago en Granada provocados por temporales de viento, heladas, desbordamientos de ríos, lluvias o desembalses de agua.
Las producciones más damnificados han sido los cultivos a ras de suelo y al aire libre, como ha ocurrido en los campos de zanahoria de Segovia y Cádiz o de patata extratemprana de Sevilla que se han encharcado por la lluvia, pone como ejemplo Antonio Moreno, responsable nacional de frutas y hortalizas de UPA.
El presidente del consorcio +Brócoli, Javier Bernabéu, reconoce que el impacto de las lluvias y humedades en la producción de esta verdura va a tener “consecuencias importantes” esta campaña y, aunque indica que es “por ahora difícil de cuantificar” su efecto, “sí afectará a volúmenes y precios”.
“No va a haber una falta de brócoli, pero sí una reducción de oferta debido sobre todo a las lluvias persistentes en zonas productoras, fundamentalmente en las provincias de Badajoz, Cádiz y Sevilla”, afirma Javier Bernabéu.
Desde Almendrave confirman que las lluvias han sido beneficiosas y que los almendros, en plena floración al igual que los cerezos, siguen sin incidencias el curso de la campaña.
En Castilla y León, el encharcamiento de las tierras ha impedido la siembra de la patata, que tradicionalmente comienza a mediados de marzo, y que se retrasará unas tres semanas, según apunta Yolanda Medina, secretaria de Urcacyl que lidera la puesta en marcha de una interprofesional regional para este sector.
“El retraso del invierno también ha postergado la recolección de la alcachofa de Tudela (Navarra), que este año empezará a primeros de abril en vez de a mediados de marzo, según el presidente del consorcio Alcachofa de España, Antonio Galindo, que no constata incidencias en las zonas de Murcia y Comunitat Valenciana.
Desde tierras almerienses, la asociación Hortiespaña solo tiene noticia de problemas puntuales por el viento en alguna finca de invernaderos en la que se han roto las cubiertas plásticas, por lo que, al igual que en otras campañas, se está procediendo a la plantación de melón y sandía bajo techo.
En Extremadura, el gerente de Afruex, Miguel Ángel Gómez, asegura que los ciruelos y cerezos se encuentran en las distintas fases de floración y que, en los próximos días, con la entrada de la primavera, “sería recomendable un aumento de temperaturas y de las horas de sol”.