El cultivo del champiñón y setas es el segundo sector en importancia en La Rioja, tras la uva y el vino
Efeagro.
El Gobierno de La Rioja ha presentado alegaciones al borrador de la orden ministerial de ayudas a agricultores y ganaderos afectados por la sequía y ha pedido que se incluya al sector del champiñón y buena parte de los frutales riojanos entre los beneficiarios.
Este borrador de la orden del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que establece los términos y las cuantías de las ayudas extraordinarias a agricultores y ganaderos afectados por la sequía, ha detallado el Gobierno riojano en una nota.
Estas alegaciones tratan de solucionar la no inclusión del sector del champiñón y de frutales no perceptores de las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) como potenciales cultivos beneficiarios de esta Orden Ministerial.
El Ejecutivo de La Rioja se ha solicitado de forma reiterada la incorporación del sector del champiñón, con el fin de compensar los más de 3,8 millones de euros de sobrecoste que supone para los productores riojanos la escasez de paja
Ha recordado que desde el Ejecutivo de La Rioja se ha solicitado de forma reiterada la incorporación del sector del champiñón, con el fin de compensar los más de 3,8 millones de euros de sobrecoste que supone para los productores riojanos la escasez de paja.
El cultivo del champiñón y setas es el segundo sector en importancia en La Rioja, tras la uva y el vino.
La consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente riojana, Noemí Manzanos, ha considerado que el alza del precio de la paja repercute directamente en la viabilidad económica de las explotaciones, “con una pérdida de rentabilidad que pone en riesgo la continuidad de su actividad en la próxima campaña”, que se iniciará en septiembre.
Además, “reclamamos que se tenga en cuenta que el sector de la fruta no es, en gran parte, perceptor de ayudas directas”, ha añadido, por lo que ha solicitado que se incluya de forma excepcional, tal y como ocurre con los productores de la cereza del valle del Jerte, en Cáceres.
En las zonas de afectación alta se establece un importe unitario máximo de 275 euros por hectárea para frutales, cifra que Manzanos ha calificado como “claramente insuficiente para paliar la pérdida debida a las reducciones de cosecha, que van a ser superiores al 50%”.