El sector vitivinícola se ha marcado entre sus objetivos rejuvenecer la imagen del producto y hacerlo más cotidiano

El bajo consumo nacional es lo que más preocupa al sector vitivinícola español.
El sector vitivinícola, unido en torno a la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE), se ha marcado entre sus objetivos rejuvenecer la imagen del producto y hacerlo más cotidiano, especialmente para los jóvenes, pese a la dificultad que supone retar al poderoso “lobby” cervecero.
La campaña promocional “Marida mejor tu vida con vino”, lanzada en noviembre 2017 y actualmente en marcha, quiere llegar a este ‘target’, utilizando su lenguaje y proponiéndoles experiencias en torno al vino, bajo el prisma del consumo moderado y responsable.
Es precisamente el bajo consumo nacional lo que más preocupa a las bodegas, cooperativas, agricultores y comercializadores, que hasta el momento han tenido a su favor, como tabla de salvación, unas exportaciones boyantes, con cifras históricas en valor.
Según el Informe Kantar Worldplanet realizado para la firma Lidl en 2017, el consumo de vino entre el público joven (por debajo de los 35 años) se sitúa por debajo de la media nacional. Los hogares jóvenes compran vino de promedio una vez cada dos meses, con un gasto de 23 euros al año y un consumo de 10 litros. En la media global de los hogares españoles, se adquiere vino una vez al mes de promedio, gastan 63 euros al año y consumen 27 litros.
“Los hogares jóvenes realizan un 60% menos de gasto que la media de promedio al año”, ha especificado el mismo estudio. “Solo el 15% de los jóvenes españoles lo toma semanalmente en casa, una cifra significativamente menor a la media nacional (26%)”, mientras que “en los mayores de 50 años esta cifra asciende a casi un 40%”, según el informe encargado por Lidl España, compañía que es ya uno de los mayores distribuidores de vino, con una cuota del 7% en nuestro país, y un actor vital para la industria.
Conviene recordar que esta firma comercializa unos 47,6 millones de litros de vinos españoles al año en 20 países europeos y EEUU. Y es que Lidl Supermercados es la filial en España de la alemana Lidl Stiftung, quien, junto a la cadena de hipermercados Kaufland, conforma el Grupo Schwarz, el cuarto grupo mundial en el ránking de distribución de alimentación, con 10.000 tiendas en 30 países.
Comparando con el año anterior, el estudio de Lidl observa una doble tendencia: En el target entre 18 y 24 años, sube el porcentaje de individuos que consumen vino semanalmente así como la frecuencia. Por el contrario, en el segmento de 25 a 34 años, se reducen tanto la penetración semanal como la frecuencia semanal.
En este contexto Lidl también ha obtenido valiosa información sobre las opiniones de los consumidores con una encuesta entre sus cerca de 190.000 seguidos (followers) en Instagram, sobre la decisión de compra de vino, que revela que un 80% considera que “es más cool” comprar vino que cerveza, y un 62% señala al umbral de los 10 euros como el precio máximo que están dispuestos a pagar.
En el lado positivo, como ocurre ya en EEUU y otros países nórdicos, hay más jóvenes españoles —hombres y cada vez más mujeres— que empiezan a acercarse a la cultura del vino en sus momentos de ocio, muestran interés por los métodos de producción y descubren el enoturismo. Este segmento tendrá la llave del consumo en los próximos años en un país como España, cada vez más envejecido.
Mientras tanto, el mercado sigue su ritmo, con la mirada puesta, todos los operadores, en las vendimias del Hemisferio Sur. Argentina volverá a la normalidad tras años complicados en lo meteorológico, su cosecha avanza y el mercado está tranquilo —la fragilidad económica afecta las ventas minoristas— según Ciatti.
Chile empezó la vendimia a finales de enero, con diez días de retraso para mejorar el contenido en azúcar de las bayas, que cerrará en mayo, con previsión de obtener 1.100 millones de litros.
Australia afronta la recolección sin contratiempos, de igual forma, y Sudáfrica sufre los efectos de la sequía, pero se abren incertidumbres sobre las disponibilidades que lograrán ambos países.
En cuanto a los precios en origen, los graneles se mantienen en valores altos y muchas categorías están agotadas. Un escenario de escasez que se ha traducido en repuntes también para la botella.
El Ministerio de Agricultura muestra (con datos entre el 12 y el 18 de marzo) ligeros descensos del 0,32% para los vinos blancos sin DOP a granel en España y del –1,77% para los tintos genéricos respecto a la semana anterior, hasta 53,73 y 64,25 euros/hectolitro.