La superficie afectada asciende a 1.383.435 hectáreas y los daños suman 755 millones de euros

La indemnización acumulada para la línea de frutales se cifra en 183,94 millones de euros. / Agroseguro
El ejercicio 2018 ha sido el segundo con mayor siniestralidad en la historia del seguro agrario. Según el informe de la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro), la superficie agrícola afectada ascendió a 1.383.435 hectáreas, la mitad por pedrisco, que causó pérdidas por un valor de 300 millones. Los daños económicos globales, incluyendo agricultura, ganadería y acuiculura, se situaron en 755 millones.
Frutales, cítricos, hortalizas, fresón y otros frutos rojos, plátanos, caqui, uva de vino, cereales y uva de mesa fueron los cultivos más afectados. Agroseguro destaca que los frutales suponen el 25% del total de las indemnizaciones, con más de 188 millones de euros.
Las comunidades autónomas más afectadas fueron València, Murcia, Aragón y Castilla- La Mancha. Estas dos últimas zonas productoras alcanzan sus mayores registros de siniestralidad de la última década, con 90 y 92 millones de euros, respectivamente.
Daños en frutales
Durante los días 23 y 24 de febrero se produjo una entrada de aire muy frío que ocasionó daños por helada en las producciones de fruta temprana y extratemprana en las provincias de Murcia y València. Los cultivos principalmente afectados fueron melocotón, nectarina y paraguayos de recolección anterior al 10 de junio.
Aunque las temperaturas fueron menos bajas, también se produjeron heladas durante los días 21 y 22 de marzo que, además de incidir en las provincias afectadas con anterioridad, también provocaron daños de menor intensidad en Aragón, Cataluña y Andalucía.
En total, Agroseguro recibió reclamaciones de 8.342 hectáreas. El grado de afección fue alto y las indemnizaciones se situaron en 26 millones de euros.
Por otra parte, las condiciones climatológicas que tuvieron lugar durante la floración no fueron buenas para la fecundación de los frutales, especialmente en los de floración temprana y extratemprana, lo que causó un siniestro importante de falta de cuajado. Las tasaciones evidenciaron un siniestro extremo en Extremadura, con daños muy elevados en ciruela. También hubo perjuicios importantes en Murcia y en Navarra. La superficie siniestrada por la falta de cuajado ascendió a 16.145 hectáreas y la indemnización final a 35 millones.
Por último, debido a la sucesión reiterada de pedriscos se recibieron declaraciones de siniestro en 39.614 hectáreas que se repartieron por todas las zonas productoras, con gran importancia en Aragón y Cataluña: Las indemnizaciones por granizo en frutales se situaron en 115,5 millones de euros. Como conclusión, Agroseguro señala que, tras una campaña de muy elevada siniestralidad, la indemnización acumulada para la línea de frutales se cifra en 183,94 millones.
Daños en caqui
Desde Agroseguro señalan que la campaña para el cultivo de caqui puede considerarse catastrófica debido a la climatología. Durante los días 21 y 22 de marzo se produjo una bajada de temperaturas en València que provocó daños de importancia por helada. Se recibieron declaraciones de siniestro en más de 4.700 hectáreas, con especial significación en la mayor comarca productora, la Ribera del Xúquer. Las pérdidas fueron altas y la indemnización por este riesgo se situó en 9,57 millones de euros.
Tras la helada primaveral, se encadenaron los eventos tormentosos, causando perjuicios por pedrisco especialmente en la Ribera del Xúquer. Los mayores daños se produjeron el 1 de julio. En total, se recibieron declaraciones de siniestro por pedrisco en 6.203 hectáreas. El daño total en caqui se situó por encima del 70% y la indemnización para el cultivo ascendió a 32,44 millones, mayoritariamente por pedrisco y un tercio, aproximadamente, por helada. Agroseguro señala que, sin duda, los siniestros en este cultivo han superado todos los récords.

Daños en las estructuras de invernadero (macrotúneles) de producción de fresón, frambuesas y arándano. / Agroseguro
Fresón y frutos rojos
La borrasca Emma afectó a la península causando daños sobre todo en Huelva, en toda la zona de producción de fresa, fresón y frutos rojos. Tras su paso se sucedieron nuevas borrascas con fuertes vientos (incluso tornados) y precipitaciones intensas que causaron innumerables destrozos en la costa y también en las producciones agrícolas, dejando daños en las estructuras de invernadero (macrotúneles) de producción de fresón, frambuesas y arándanos. Agroseguro recibió declaraciones de siniestro de 3.263 invernaderos, y en un plazo inferior a 30 días se realizaron todos los pagos por importe de 2,5 millones de euros. Los daños en producción fueron muy poco significativos.
Plátano de Canarias
El paso de la tormenta Emma provocó daños de gravedad en el plátano de Canarias. Se tramitaron declaraciones de siniestro en 8.238 parcelas (2.895 hectáreas). La indemnización, satisfecha el día 28 de junio, fue de 5,1 millones para la línea de plátano, incluyendo las instalaciones dañadas. Además, también hubo perjuicios en cítricos, hortalizas (patata) y cultivos tropicales, que no alcanzaron el millón de euros.
Pixat en cítricos
Las condiciones climáticas que tuvieron lugar durante el ciclo del cultivo de los cítricos, y en especial las precipitaciones que se produjeron en la Comunitat Valenciana, Cataluña y Murcia entre los días 14 y 18 de noviembre, provocaron daños intensos en la producción de mandarinas por pixat y por aguado y otras adversidades climáticas en naranja. El total afectado se situó en una superficie cercana a 6.000 hectáreas.
Agroseguro señala que los daños que provoca la lluvia son evolutivos, por lo que la valoración del siniestro se producirá a medida que se vaya alcanzando la maduración de las variedades afectadas. Con la superficie ya siniestrada, y los daños que se vienen obteniendo en las tasaciones, estiman una valoración del evento de 10 millones de euros. Las tasaciones se van realizando según finales de garantías, habiéndose concluido ya las variedades que terminan el 31 de diciembre, que son, sobre todo, del grupo clementinas, que están muy afectadas.
Lluvia en ajo
Las lluvias han producido dos tipos de daños en el ajo. De un lado, dada la intensidad de las precipitaciones, los ajos absorbieron gran cantidad de agua, lo que ocasionó su pudrición antes de ser arrancados. Por otra parte, sobre todo en los ajos ya arrancados y en fase de oreo, el efecto principal de las lluvias fue la pérdida de las capas protectoras (camisas), con la consiguiente pérdida de calidad del producto, lo que hace inviable su comercialización. Otro efecto negativo fue el exceso de barro acumulado en tierras fuertes, que se adhiere a la cabeza de los ajos y produce, al secarse, la rotura de las capas exteriores. Por este motivo, los mayores daños se concentraron en los ajos tipo spring. Además, se han acompañado de pedriscos de distinta magnitud.
Agroseguro señala que el porcentaje de superficie siniestrada sobre el total contratado supera el 65%, lo que demuestra la excepcionalidad del siniestro. En consonancia con la intensidad y abundancia de las precipitaciones, Albacete concentró la mayor superficie siniestrada. La tasación reflejó daños muy altos por lluvia en Castilla-La Mancha (60%). Considerando, además, los siniestros en Andalucía (alrededor de 1.500 hectáreas), y también algunos en Castilla y León y Extremadura, la indemnización total se situó en el entorno de los 36 millones de euros.
Uva de mesa
Las reiteradas lluvias registradas desde el mes de mayo en las principales provincias productoras de uva de mesa causaron perjuicios por rajado de bayas, uña y botrytis. Este cultivo también sufrió daños por pedrisco, viento y asurado. Agroseguro recibió declaraciones de siniestro por lluvia en 3.098 hectáreas y los daños obtenidos en las tasaciones se situaron en el entorno del 50%. Las indemnizaciones ascendieron a 17,80 millones de euros.
Otros cultivos
La uva de vinificación sufrió los rigores de las heladas, pedriscos y la marchitez fisiológica de la variedad Bobal. Como conclusión, Agroseguro señala que, tras una campaña de una elevada siniestralidad, la indemnización acumulada para esta línea por todos los riesgos se situó en 54,20 millones.
En los cultivos herbáceos, se recibieron reclamaciones de siniestro en 928.044 hectáreas y, de acuerdo con los daños obtenidos en las tasaciones, una indemnización global de 84,88 millones de euros.
En el olivar, la previsión de la cifra de indemnizaciones, finalizadas las tasaciones, se sitúa en 6,19 millones de euros.
Viento y lluvia
Durante el primer trimestre del año, distintos temporales, acompañados de fuertes vientos, provocaron pérdidas sobre todo en la producción de cítricos, tanto en València como en Murcia y Almería. Incluso se registró un tornado en El Ejido (Almería) que causó daños en estructuras y cultivos de invernadero. Las lluvias provocaron rajados, caídas y otras alteraciones en la piel de la fruta en los cítricos.
Agroseguro recibió reclamaciones de viento de más de 18.000 hectáreas, de las que 11.335 correspondieron a los cítricos, donde los daños no fueron excesivamente altos (afección de un 20%). Las indemnizaciones alcanzaron una cifra de 13 millones de euros.
Desbordamientos de ríos
Las intensas precipitaciones que se fueron produciendo desde principio de año acabaron por originar el desbordamiento de algunos ríos, en especial el Ebro, causando daños por inundación en algunos de sus municipios ribereños, así como los de otros ríos, como el Arga y el Aragón. Los daños se concentraron en las comunidades autónomas de Navarra, La Rioja y Aragón (provincia de Zaragoza). Los principales cultivos afectados fueron los cereales y los forrajeros como la alfalfa. En la presente campaña, al ser el siniestro en abril, los cultivos se encontraban en estados de desarrollo avanzados, por lo que eran más susceptibles de sufrir daños. Las indemnizaciones se aproximaron a los 8 millones de euros.

La práctica totalidad del territorio español se ha visto afectado por episodios de pedrisco en 2018. / Agroseguro
Pedriscos reiterados
Desde el inicio de la primavera, tanto en marzo como en abril, se repitieron las tormentas acompañadas de pedrisco, causando daños a numerosas producciones agrícolas, lo que constituye una situación normal en esta estación. Pero a lo largo de mayo se produjo tal reiteración de fenómenos tormentosos, tan solo en dos días del mes no se registró ningún pedrisco en España, que la situación meteorológica se califica de claramente anormal. Los pedriscos continuaron en junio, especialmente en los diez primeros días, agravando los daños en numerosas zonas y producciones agrícolas. Los más importantes se concentraron en Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia, aunque también fueron cuantiosos en Cataluña, Castilla y León y Aragón. Además de los frutales, se vieron afectados cultivos de cereales, uva de vinificación, cítricos, hortalizas y otros leñosos.
La situación se agravó en julio con numerosas tormentas de extraordinaria intensidad, como la que afectó al caqui en València o las que se repitieron en Castilla y León, Navarra y La Rioja. En agosto y septiembre continuó la misma tónica, con el paso de continuas bolsas de aire frío que provocaron fuertes tormentas, en muchas ocasiones acompañadas de pedrisco. También, aunque con menor intensidad, se produjeron en octubre.
El resultado de semejante actividad tormentosa fue que la práctica totalidad de la península se vio afectada con mayor o menor intensidad y extensión. Agroseguro registró declaraciones de siniestro en 668.927 hectáreas e indemnizaciones totales que se acercan a los 300 millones de euros.