Advierten de daños importantes en manzana y pera por hongos difíciles de controlar

Gustavo Ferrada Navidad
Deterra líder multiproducto

La Unió de Pagesos prevé una afectación por hongos del 50% de manzana en las comarcas de Girona y de hasta el 20% en la zona de Lleida

El sindicato agrario considera que la producción de este año acabará siendo menor de la esperada. / ARCHIVO

Unió de Pagesos (UP) ha advertido de daños importantes en la calidad y en la cantidad de la producción de manzana y pera de este año a causa una plaga de hongos imposible de controlar que ha causado una afectación en las manzanas de un 50 % en Girona y de un 20 % en Lleida.

El sindicato agrario considera que la producción de este año acabará siendo menor de la esperada a causa de una plaga de hongos que no se ha podido controlar, pese a la aplicación de los tratamientos fitosanitarios oportunos, que se suma a las caídas del 16 % en manzana y del 7 % en pera que ya pronosticaba el Departamento de Agricultura por las lluvias y la granizada de junio.

Las comarcas de Girona son la zona más afectada en el caso de la manzana, con una pérdida del 50 % de la producción a causa de las precipitaciones que llegaron a encharcar el suelo durante más de 10 días, mientras que en la zona de Lleida la afectación es menor, de entre el 15 y el 20 %, ya que se pudieron llevar a cabo tratamientos fitosanitarios oportunos al no anegarse el terreno.

En el caso de la pera, la afectación de las enfermedades ha sido menor, como en las variedades ‘carme’ y ‘ercolini’, que no han sufrido tanto la plaga de hongos, aunque se han visto igualmente afectadas por el moteado, por lo que se han tenido que destinar a la industria y no a los mercados sedentarios a causa de su cierre por el confinamiento.

El sindicato considera que las dificultades en el control del moteado puede que se deban a una mayor resistencia de la enfermedad a los productos de control, tal y como alerta el Comité de Acción de Resistencias a Fungicidas.

Unió de Pagesos pide a Agricultura una valoración cuidadosa de las pérdidas para garantizar una fiscalidad justa a los fruticultores que tributan por módulos del IRPF y una línea de ayudas para los de las zonas de Girona y Lleida, ya que a la mala cosecha se le añade el sobrecoste que han supuesto los tratamientos.