La crisis mundial provocada por la COVID-19 obliga al sector agroalimentario a acelerar en los últimos meses a pasos agigantados su proceso de digitalización
La pandemia ha provocado una revolución que ha obligado al sector alimentario español a acelerar en los últimos meses a pasos agigantados sus procesos de digitalización, con la apuesta por el comercio electrónico como ejemplo más claro.
Ésta es la principal conclusión de un foro celebrado este martes en el que expertos y representantes de empresas como Idilia Foods (Cola-Cao, Nocilla), la cafetera Prosol, Almendras Llopis o la heladera Grupo Alacant han compartido experiencias ante la COVID-19.
Organizada por la escuela de negocios del Instituto San Telmo -especializado en estudios agroalimentarios-, la revista Alimentaria y la empresa de tecnología Sothis, la jornada ha puesto en valor que el sector se ha visto menos perjudicado que otras áreas económicas por el virus.
“La cadena alimentaria ha sido uno de los mejores sectores, porque ha seguido trabajando y produciendo. Además, en España no hemos tenido problemas operativos importantes (vinculados a casos de contagios que han llevado a paralizar fábricas enteras), al contrario que en otros países”, ha destacado el profesor del Instituto San Telmo José Antonio Boccherini.
No obstante, ha precisado que existen “subsectores” que sí han perdido negocio, como todos los relacionados con restauración y hostelería, a lo que se suma la pérdida de rentabilidad por el incremento de costes en los supermercados e incluso en la industria.
Durante su intervención, Boccherini ha incidido en que la pandemia ha hecho más por la digitalización que cualquier consejero delegado: “El mejor líder para la transformación digital está siendo la covid”.
Por parte de la división española del fabricante de software SAP, Julio Insa ha confirmado que durante los últimos meses han percibido en sus colaboraciones con empresas del sector que dan cada vez “más importancia al comercio electrónico y a la venta directa” al consumidor para depender menos de los grupos de distribución.
Los ponentes han coincidido en que la venta online será uno de los grandes cambios estructurales que dejará la COVID-19, y han recordado el repentino repunte de ventas registrado por esta vía durante las primeras semanas de confinamiento pese a que los supermercados tuvieron problemas a nivel logístico para poder servir todos los pedidos e incluso se bloquearon por momentos.
Además, la caída de la hostelería también ha llevado a un mayor número de fabricantes a mirar al comercio electrónico como alternativa para compensar una parte del negocio que han perdido.