Un sector esencial

Gustavo Ferrada Navidad
Deterra líder multiproducto

Desde que se inició la expansión del coronavirus Covid-19 el mundo ha experimentado un doble temor: el primero y esencial, las pérdidas humanas y, a continuación, la recesión económica. En este contexto, el sector agroalimentario muestra su carácter esencial y resiste, no sin dificultades, los embates en medio de una crisis que algunos califican directamente como guerra

Guantes, Covid-19

Las medidas de seguridad se extreman desde el campo hasta la distribución. /VF

Desde que se inició la expansión del coronavirus Covid-19 el mundo ha experimentado un doble temor. El primero y esencial, las pérdidas humanas. Los muertos ya se cuentan en el mundo por decenas de miles y los sistemas sanitarios están al borde del colapso, cuando no totalmente desbordados, en países como España, Italia y, en los últimos días, EEUU. Y, detrás de las pérdidas humanas, aparece la sombra de una crisis económica imprevisible hace unos meses, de dimensiones y características para las que la historia reciente no encuentra término de comparación. En medio de esta situación que muchos califican directamente como bélica, en donde no faltan poblaciones confinadas (más de un tercio de la humanidad) para frenar el avance de un enemigo desconocido y partes diarios de bajas, hay sectores económicos que han dejado patente su importancia.

Tanto en el decreto de estado de alarma como en las medidas más estrictas aprobadas por el Gobierno este fin de semana, el sector agroalimentario se ha encontrado en la nómina de los calificados como esenciales y de su buen funcionamiento dependerá, junto con los del sistema sanitario y otros servicios esenciales, que la situación sea más llevadera para los ciudadanos y que la salud no se vea alterada también por una nutrición deficiente. Ese sector que se manifestaba hace unas semanas por encontrarse al límite, lejos de la rentabilidad y sin reconocimiento social, ha encontrado su nuevo altavoz en la realidad de su carácter fundamental: la alimentación es básica para la vida. ¿Una obviedad? Tal vez. Pero el olvido del campo viene de décadas y solo la realidad de una catástrofe como la que estamos viviendo ha hecho que la sociedad vuelva a dar el valor que merece a toda la cadena agroalimentaria.

El ministro propio ministro de Agricultura, Luis Planas, ha destacado esta semana que “si antes de la crisis” estaba claro que la cadena alimentaria es fundamental para la sociedad, ahora “lo es más”.

Aun así, no todo son luces para el sector en estos días. Horas y horas de trabajo en las que no se puede bajar la guardia de la seguridad mientras casi toda la población está confinada en sus casas. Duras condiciones que se agravan cuando faltan temporeros por el cierre de fronteras, cuando hay problemas con el transporte o cuando algunos alimentos de temporada se excluyen de las rutas de exportación o de la dieta en estos momentos tan inciertos.

El sector trabaja a pleno rendimiento, adaptándose de forma flexible a los protocolos que se actualizan casi a diario para evitar que el Covid-19 se cebe con los que siguen abasteciendo de alimentos seguros y de calidad a la población, pero no hay que dejar de lado que hay subsectores agrarios para los que este escenario está siendo devastador. Hemos hablado en estos días con decenas de empresas e instituciones que forman parte de la cadena agroalimentaria para saber cómo están viviendo la situación y qué medidas han adoptado para gestionar esta crisis desde la actividad. En todas, la intención es la misma: seguir adelante, no parar y garantizar la alimentación de la población con las máximas garantías de seguridad alimentaria. Porque la salud de todos también está en sus manos.

■ LOS AGRICULTORES

Los agricultores se echan de nuevo a la calle, ahora, para luchar contra el coronavirus. Así en numerosos municipios de España mientras algunos agricultores fumigan con sus tractores las calles para ayudar así en la lucha contra el coronavirus otros siguen trabajando con normalidad, pero bajo unos estrictos protocolos de seguridad, sin pedir nada a cambio, confiando en que esta crisis “hará que la gente se dé cuenta del valor que tenemos agricultores y ganaderos en la sociedad”.

Hay una patente falta de temporeros en algunas zonas. Luis Planas ha pedido esfuerzos a todos los niveles para solucionar la falta de mano de obra en campañas agrícolas, por el cierre de fronteras debido al Covid-19. “Nos encontramos ciertamente con problemas del mercado de trabajo, que solo podremos solucionar con el esfuerzo de todos, local, provincial y regional”, ha subrayado el ministro. España, ya por ejemplo sin los 9.000 temporeros marroquíes habituales en la fresa y frutos rojos, busca entre la población nacional cómo cubrir dichas vacantes y las de las campañas más próximas, como el aclareo del melocotón, para el que se suele contar con mano de obra de Polonia o Rumanía.

La realidad de una catástrofe como la que estamos viviendo ha
hecho que la sociedad vuelva a dar el valor que merece a toda la
cadena agroalimentaria

Fuentes sindicales han explicado que se está haciendo un llamamiento a desempleados por la crisis del coronavirus y a quienes suelen entrar en la hostelería por estas fechas para cubrir esa mano de obra, ya que dado el cierre de los restaurantes ahora pueden ver el campo como una opción alternativa. Pero, aunque les preocupa la situación, también recuerdan que dada la situación sanitaria “no se trata de tener una gran cantidad de trabajadores” en la recolección, sino de primar las medidas de seguridad pertinentes. “No sea que por incorporar a muchos operarios e intentar salvar toda la campaña, tengamos infectados por coronavirus”, han advertido. Porque la preocupación por la seguridad y su vigilancia es esencial en este momento.

Así, organizaciones como Asaja, Proexport o La Unió se han apresurado en publicar guías o para ayudar a gestionar todos los aspectos de la seguridad para evitar contagios y para garantizar la seguridad alimentaria al tiempo que el abastecimiento no se detiene.

Covid-19

Mantener la distancia de seguridad es imprescindible. / PROEXPORT

■ EMPRESAS Y COOPERATIVAS

Desde Anecoop, donde se ha implantado el teletrabajo cuando ha sido posible, Joan Mir, su director general, asegura que tanto las cooperativas como los centros administrativos siguen trabajando con normalidad “para garantizar el abastecimiento de frutas y hortalizas con la máxima seguridad. Para ello, hemos creado un comité que evalúa a diario la situación general y la contrasta con un equipo de coordinadores que están en permanente contacto con nuestros socios. De esta forma disponemos de información constante para ir adaptando nuestra actividad a los cambios que se van sucediendo día a día”.

Proexport, por su parte, tiene muy claros los objetivos: “Tenemos la obligación de garantizar el suministro a la población y todo el sector está dando muestras de compromiso y responsabilidad. El sector de producción de hortalizas en Murcia está haciendo un máster en gestión de crisis, y creo que vamos a sacar buena nota. No es fácil, nadie ha pasado por esto antes”, asegura Fernando P. Gómez, director general de Proexport.

Grupo Cañamás, por su parte, ha reforzado las medidas de seguridad “en todas las áreas de producción, priorizando al máximo el cuidado de todo nuestro personal. Se está actuando transversalmente en toda la estructura de la empresa; desde la organización de los desplazamientos de los equipos de recolección de acuerdo a las pautas de las autoridades, pasando por el sistema de turnos de trabajo en los almacenes para mantener la producción observando las instrucciones que han ido marcando el protocolo del Ministerio y sus sucesivas implementaciones, hasta el refuerzo de la higiene con EPI´s (guantes, mascarillas, …), lejía y geles hidroalcohólicos, así como con un control de temperatura al personal en el acceso a las instalaciones”, apunta Quico Peiró, director de Operaciones.

Desde el punto de vista de la comercialización, Vicente Escandell, de Frutas Escandell, señala que están encontrando dificultades: “Es todo imprevisible. Se venden bien productos de primera necesidad (patata, cebolla, cítricos…). De lo demás muy complicado. La semana pasada se tiraron miles de kilos de fresas, alcachofas, espárragos… Nos hemos de adaptar a nuevas formas de trabajo. Controlar mucho las entradas de producto”.

En Patatas Aguilar destacan que la crisis provocada por la pandemia del coronavirus no ha generado en la compañía problemas comerciales. No obstante, aclaran que, tras unas semanas frenéticas, durante la pasada la actividad ya se ralentizó ligeramente. “Los pedidos de los supermercados y grandes cadenas de distribución se mantuvieron fuertes, pero la comercialización en los mercados mayoristas se resintió. La actividad en las tiendas tradicionales y en los mercados municipales se encuentra muy parada. La venta ambulante y el canal Horeca están totalmente cerrados, y el consumo en restaurantes y bares ha pasado ahora directamente al hogar. Además, los días lluviosos de la semana pasada tampoco han ayudado en las ventas”, destaca Francisco Gascó, director comercial.

Después de las medidas adoptadas por las autoridades para evitar la propagación del Covid- 19, Plátanos Ruiz continúa trabajando “con responsabilidad y normalidad, dando máxima prioridad a la salud de su equipo humano y colaboradores, para suministrar plátano a sus clientes y a todas sus platanerías” y sus responsables aprovechan para “agradecer la labor de Plátano de Canarias para que no falte plátano en la mesa”.

■ LAS ADMINISTRACIONES

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación está desempeñando un papel fundamental. En rueda de prensa, Luis Planas destacó “el buen funcionamiento y colaboración activa de todos los eslabones de la cadena para asegurar el suministro alimentario”. El objetivo siempre es la protección de los trabajadores asegurando el abastecimiento de los mercados.

Por lo que respecta a las administraciones autonómicas, en la Comunitat Valenciana, el president de la Generalitat, Ximo Puig recordaba en un artículo publicado este fin de semana “que detrás de la mirada agradecida que dedicamos a una cajera de supermercado está el agricultor, la cooperativa, el transportista, el personal de limpieza y una larga cadena que hacen posible nuestro aprovisionamiento”.

La actividad de la Conselleria de Agricultura no se ha interrumpido. Como el resto de la administración, se había adaptado a las pautas del teletrabajo en más de un 90%. No obstante, en el apartado agroalimentario, el personal de las funciones relacionadas con la seguridad alimentaria, sanidad vegetal, sanidad animal, calidad y atención de posibles situaciones de emergencia o en atención a las especiales características de las tareas que desempeñan continúa trabajando de forma presencial, aunque en turnos para disminuir la coincidencia de personal en los centros de trabajo y mantener las pautas de seguridad. Aunque la situación pueda ser más restrictiva desde la puesta en marcha de las nuevas medidas de confinamiento, hay servicios que deberán continuar en marcha. Por ejemplo, en la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Pesca está previsto que continúen en funcionamiento los departamentos como pesca (pagos pendientes, control de zonas de producción por seguridad alimentaria), sanidad animal (veterinarios, planes de saneamiento) o sanidad vegetal (certificados de exportación, viveros, planes de vigilancia). También se mantienen los trámites telemáticos de las ayudas y algunas obras de emergencia.

El gobierno de la Región de Murcia, por su parte, mantiene un contacto “permanente y directo” con el sector agroalimentario desde la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente para garantizar en la crisis del Covid-19, “en primer lugar, la seguridad de los trabajadores y evitar contagios y, en segundo lugar, el abastecimiento de los mercados”. Para conseguir este objetivo se mantiene “un canal de comunicación constante informando de protocolos de seguridad en el transporte de trabajadores, de los procesos productivos, de transporte de mercancías o venta al exterior. Se mantienen los controles e inspecciones que garantizan la calidad y seguridad de los productos”, según informan desde la Consejería.

También se manifestaba estos días la consejera de Agricultura de Andalucía, Carmen Crespo, quien explicaba que “tenemos todo tipo de producciones agrícolas, ganaderas y pesqueras en Andalucía, pero ahora tenemos en plena producción nuestras fresas y frutos rojos, productos de excelencia que nos permiten exportar salud al resto del mundo” y aconsejaba a los andaluces que “apuesten ahora más que nunca por el comercio local, por la producción local”.

 ■ MERCADOS MAYORISTAS

Los mercados mayoristas continúan abiertos y a pleno rendimiento para garantizar el suministro y cuidando la seguridad y la higiene. Han incrementado las tareas de limpieza y desinfección, por ejemplo, en Mercabarna un 50% y se ha estipulado que los trabajadores de las paradas del Mercado tienen que llevar guantes y mascarilla como medida preventiva. Cada empresa provee a sus trabajadores de este material de autoprotección.

Por su parte, según informan desde Asomafrut, “las empresas mayoristas del mercado de frutas de Madrid extreman las medidas de limpieza diaria, desinfección de puestos y protección de sus trabajadores para minimizar riesgo de contagios y asegurar el abastecimiento de productos hortofrutícolas”.

Desde Mercavalència, el presidente de Mercavalència y concejal de Comercio del Ayuntamiento de Valencia, Carlos Galiana ha asegurado que “los mercados municipales estarán abastecidos durante esta época de cuarentena”, es por eso que no son necesarias compras desmesuradas ni compulsivas, y no contribuir al desperdicio alimentario. “Todas las empresas ubicadas en Mercavalència trabajan para que cada día todos los mercados municipales y tiendas de proximidad estén abastecidas con normalidad”.

■ SUMINISTROS E INDUSTRIA AUXILIAR

La industria auxiliar y de suministros resulta esencial para que la cadena no se detenga. Desde los fitosanitarios postcosecha hasta el packaging o etiquetado, pasando por la logística y el transporte, todos son esenciales para que los productos lleguen perfectamente al consumidor.

Entre las empresas postcosecha, desde Fomesa advierten que “se ha notado un repunte de pedidos durante la pasada semana y esta. Imaginamos que la demanda de fruta ha debido ser muy grande, dada la gran afluencia de personal a los supermercados y las compras a gran escala (a veces compulsivas). Estamos atendiendo todos nuestros pedidos, tanto de aquí como para exportación, siempre con horario flexible, de manera que no pasemos más tiempo que el imprescindible fuera de casa, donde debemos estar siempre que sea posible.” Señalan que “imaginamos que el nivel de trabajo debe bajar después de este ligero repunte, que creemos ha sido debido a este acopio de mercancía por parte del cliente y a los miedos típicos de acciones más restrictivas que se pudieran llevar a cabo por parte de las autoridades”.

En Citrosol “seguimos al pie del cañón. Hemos incrementado nuestra carga de trabajo en fabricación y logística casi un 30%. Nuestros clientes están realizando muchos más pedidos. En algunos países restaurantes o colegios, están cerrados y el consumo de alimentos es en los hogares, donde se consume más fruta y hortaliza fresca”. Sobre las medidas adoptadas respecto a sus clientes, Citrosol destaca la elaboración de “una Guía de Higienización en la que se utilizan dos nuevos formulados desarrollados según información científica vs coronavirus. El principal objetivo es contener el virus con una excelente limpieza y desinfección (L+D) de manos/guantes estableciendo el tipo de guantes más adecuado para el personal: vinilo, nitrilo y finalmente látex. y, también, de superficies. Hemos añadido también la L+D de suelas del calzado y de suelos, lo importante es evitar que el personal se contamine con carga viral”.

El gran objetivo del sector es garantizar la seguridad alimentaria y
de los trabajadores, y el abastecimiento en esta inusitada crisis global

Desde Decco Ibérica comentan que, “dada la situación de excepcionalidad que vive el país, sumido en el estado de alarma, nos estamos centrando en dar un excelente servicio a nuestros clientes del territorio español para que puedan abastecer a toda la cadena alimentaria”, según afirma Pablo Sánchez, Marketing Manager de Decco Ibérica, quien añade que “con el esfuerzo y la solidaridad de todos conseguiremos salir adelante y recuperar la normalidad más pronto que tarde. Actualmente, estamos entregando el 100% de los pedidos a nuestros clientes”.

Por su parte, Julián Herráiz, General Manager de AgroFresh Valencia, valora la situación actual: “Estamos experimentando una situación global sin precedentes que nos afecta en el trabajo, en nuestras comunidades y a nuestras familias en nuestros hogares” y comenta cómo están trabajando en la compañía: “Para asegurar el suministro ininterrumpido de servicios a nuestros clientes, el personal fundamental trabaja desde nuestro centro de operaciones en Valencia. Evaluamos la situación diariamente para realizar inmediatamente los ajustes que sean necesarios”. Herráiz añade que “estamos más comprometidos que nunca en la ayuda a liderar el esfuerzo que asegure el suministro de productos frescos seguros y sabrosos”. Y, por supuesto, los productos deben ir perfectamente envasados.

Desde Fedemco agradecen el esfuerzo que hacen sus asociados, “poniendo todo su empeño y profesionalidad” en la fabricación de envases de madera y recuerdan que las cajas son imprescindibles para transportar los alimentos.

Mientras que desde Pampols afirmaban que “nuestro deber es seguir operando y suministrando envases alimentarios a nuestros clientes extremando las medidas de seguridad”.

Sobre el transporte. Luis Planas señalaba que “el tráfico de mercancías está funcionando bien, lo que es importante por el valor de la exportación a la UE para el sector agroalimentario”. Las administraciones trabajan para crear corredores que posibiliten el tránsito de mercancías para su exportación a Europa tras el cierre de fronteras terrestres.

En empresas como Transmolbo, apuntan que “hay que destacar el aspecto positivo de que se está trabajando con normalidad en cuanto a volumen de trabajo en las empresas que se dedican al transporte de alimentación, aunque han tenido que adecuar el trabajo administrativo para hacerlo a distancia. Pero los camioneros están muy expuestos ante posibles contagios y se están encontrando con dificultades por la falta de servicios en carretera”.

supermercado

Los supermercados han superado la prueba de las compras compulsivas. / RF

■ DISTRIBUCIÓN

Y llegamos al final de la cadena: la puesta del producto a disposición del consumidor. Desde Aecoc se reclamaba a las autoridades “cautela” a la hora de estudiar nuevas medidas para frenar el coronavirus, ya que la adopción de más restricciones podría poner en riesgo el abastecimiento de alimentos y productos básicos. Mientras, las ventas del supermercado se disparan por el coronavirus un 71% y los supermercados han ido adaptando día a día tanto las medidas de seguridad para proteger a sus empleados y clientes como los horarios y gestión de la reposición de stocks. Ha habido algunas roturas de stock en los primeros días del estado de alarma debido a las compras compulsivas, pero la situación se va regularizando y el abastecimiento de productos básicos está garantizado.

Las cadenas son conscientes del papel fundamental de sus empleados y, además de las estrictas medidas de seguridad, también son muchas las cadenas que van a gratificar económicamente el sobreesfuerzo y la exposición de estos empleados que son los que, al final, ponen el producto en nuestras manos.

■ UN LARGO CAMINO

Los productos hortofrutícolas están llegando a manos del consumidor, encontrando dificultades en el camino, como también se detalla en otras páginas de este periódico, pero trabajando sin descanso, cuidando al máximo la seguridad en cada eslabón de esta cadena esencial se está logrando el gran objetivo del sector en esta inusitada crisis sanitaria global: garantizar el abastecimiento de alimentos frescos para todos los ciudadanos.

 

El sector agroalimentario resiste

Hace apenas unas semanas el titular de portada de Valencia Fruits era “Agricultores al límite”. Este ejemplar coincidía con la presencia en Berlín de una amplia representación del sector hortofrutícola mundial en Fruit Logistica. En Berlín las conversaciones giraban en torno a esa crisis del campo, aunque la amenaza del Covid-19 sobrevolaba el ánimo de una feria con menos público y la certeza de que estábamos a punto de enfrentarnos a algo desconocido. Parece que hayan pasado cien campañas desde entonces, pero no han sido ni dos meses. Un sector que malvivía entre los altos costes y los bajos precios se reivindicaba tomando las calles y sacando sus tractores para exigir una solución para un sector olvidado y maltratado que reclamaban como estratégico y esencial. Como tantas veces hemos oído en estos días tan duros, la realidad ha superado a cualquier ficción y la reivindicación del sector se ha producido a partir de la propia necesidad: el mundo entero se ha visto inmerso en una dura batalla para la que no estábamos preparados y, entre los sectores que se han mostrado como imprescindibles (“esenciales”, en el lenguaje oficial) para salir adelante el sector agroalimentario ha dado algo más que un paso al frente y hoy son esos mismos tractores los que desinfectan las calles de nuestros pueblos y los agricultores, con el resto de la cadena agroalimentaria, aseguran, en la primera línea, el suministro de alimentos para una población confinada.

Personal sanitario, gobernantes, fuerzas de seguridad, medios de comunicación… el mundo se encuentra hoy en sus manos. Para salvar nuestras vidas, en primer lugar, y para recuperar la normalidad cuando esto haya pasado. Que pasará. Pero, además de esos protagonistas, imprescindibles y de quien dependemos, ha surgido la realidad de que, sin un sector agroalimentario fuerte, estable, profesional y comprometido, sería imposible salir de la situación extrema provocada por la pandemia del coronavirus Covid-19. Así, entre los héroes de esta catástrofe encontramos a médicos, enfermeros, celadores, policías, militares, guardias civiles, pero también a agricultores, almacenistas, operarios de fábrica, comercializadores, transportistas, cajeros, reponedores… Personas que se juegan la vida cada día para que los demás podamos cumplir una instrucción tan sencilla como quedarnos en casa.

Un reconocimiento que seguro está incluido en esos aplausos de las ocho de la tarde que se han convertido en nuestra única expresión de socialización física en el confinamiento. Y que esperamos que quede vivo en nuestra memoria colectiva cuando esto haya pasado: sin los hombres del campo y del mar, sin las empresas que les suministran y aportan su logística, sin las empresas de distribución de todo tamaño que ponen los alimentos al alcance de nuestra mano, sin todos ellos no sería posible algo tan necesario y que habíamos dado por supuesto como comer. Sin embargo, también hay sombras para el sector en estos momentos. Después de la demanda compulsiva de los primeros momentos surgen problemas que el sector va sorteando día a día. Moviéndose entre la gran demanda de unos productos y el exceso de oferta de otros que parecen olvidados por el consumidor o retenidos por las dificultades para la exportación, el sector agroalimentario español resiste.

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