Las organizaciones agrarias siguen con la oleada de protestas y convocan una tractorada y manifestación el 14 de febrero en Valencia
Las organizaciones profesionales agrarias que forman parte de ASAJA en la Comunitat Valenciana, LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos del País Valencià (UPA-PV) han acordado la convocatoria de una tractorada y manifestación el próximo 14 de febrero en València, siguiendo con la oleada de protestas agrarias por su situación límite.
La marcha se iniciará con una concentración de tractores y personas en el Paseo de la Alameda de Valencia y el recorrido concluirá en la Plaza del Temple, es decir, a las puertas de la Delegación del Gobierno de la Comunitat Valenciana, donde los representantes de todas las organizaciones agrarias participantes dirigirán unas palabras a los asistentes.
La Comunidad Valenciana es la última – de momento – en sumarse a la campaña de movilizaciones que se están llevando a cabo en varias comunidades autónomas. Ya el año pasado, las protestas se iniciaron en la Comunitat Valenciana con motivo de las crisis citrícola y vitivinícola, unas protestas que no han tenido una respuesta por parte de las administraciones.
Las causas que motivan el acto de protesta en Valencia van desde la crisis de rentabilidad en la mayoría de las producciones agropecuarias al incesante aumento de los costes de producción. Reclaman también la discriminación de la PAC hacia los cultivos mediterráneos y la utilización de la agricultura valenciana como moneda de cambio en los acuerdos de la Unión Europea con países terceros.
La situación inestable e insuficiente del sector agrario convierte a la Comunidad Valenciana en líder de superficie agraria abandonada con más de 161.000 hectáreas dejadas de cultivar. La falta de superficie de regadío así como el déficit de balance entre primas e indemnizaciones de los seguros agrarios son otras de las consecuencias de un panorama desalentador.
La situación límite ya se ha trasladado a la cúpula del Gobierno, que promete reformar la Ley de la cadena alimentaria para mejorar la situación de los profesionales agrícolas. Las organizaciones convocantes siguen, sin embargo, animando a todos los agricultores a asistir a las manifestaciones convocadas.