El Presidente de Frutas y Hortalizas de Cooperatives Agro-alimentàries, Cirilo Arnandis, habla sobre las tendencias de consumo de la sociedad

Cirilo Arnandis opina que “tenemos un producto inmejorable, con los mejores atributos que exige hoy el mercado”. / Óscar Orzanco
Cirilo Arnandis (*)
Si nos proponemos hacer un pequeño ejercicio de memoria e intentamos recordar las noticias de portada de cualquier medio de comunicación escrito durante los últimos días, es fácil que no sepamos responder, o que no lo hagamos de modo concreto. Los rotativos cambian de fecha cada día, lógico, abordando un nuevo escenario en cada edición. Vivimos en un mundo que viaja a una velocidad de vértigo, lo que nos impide en ocasiones hacer una retrospectiva que nos permita analizar los acontecimientos desde una determinada perspectiva. La noticia de hoy hace olvidar la de ayer, de ahí que, en ocasiones, más que la noticia en sí, lo importante es el seguimiento que se hace de ella, lo que permite que un determinado tema cale en la sociedad más allá de un momento de impacto fugaz.
Es por ello por lo que desde las distintas organizaciones representativas del sector se vienen realizando diferentes actuaciones, como la remisión de notas de prensa, la realización de declaraciones, la organización de actos o la firma de artículos de opinión, con las que se incide de modo reiterado sobre aquellos temas que sin duda son de interés. Temas como el riesgo de llegada de nuevas plagas, el nivel de detección de envíos contaminados procedentes de países terceros, la ausencia de reciprocidad, las cláusulas espejo, la prohibición del uso de cada vez más productos fitosanitarios, las prácticas de nuestros colegas sudafricanos o el incremento en la remisión cada vez mayor de cítricos procedentes de Egipto, son algunas de las cuestiones que reiteradamente vemos en los medios de comunicación. Y no queda otra, pues son temas cuya solución está en manos ajenas al sector, por lo que hay que recordar continuamente su existencia. Afortunadamente, existe unanimidad de criterio dentro del sector, y todas las opiniones van en el mismo sentido.
Está claro que cada cual es libre de decir en cada momento aquello que considere oportuno, que la opinión y la crítica siempre tienen su atractivo, y que yo no soy nadie para decirle a ningún medio sobre qué debe de informar o no, o qué debe resaltar, pues además de la labor fundamental que en una sociedad democrática realizan los medios de comunicación de informar libremente, existe también un criterio y un riesgo empresarial que determina qué noticias tienen más relevancia para cada medio. Haciendo uso de la libertad que me proporciona esta columna de opinión, quisiera aprovechar para reseñar la celebración de algunos actos cuya finalidad es aportar soluciones a parte de los problemas anteriormente reseñados. En este sentido, quiero aprovechar la ocasión para felicitar a la Universitat Politècnica de Valencia, pues en una semana ha sido capaz de celebrar, desde distintos departamentos, foros en relación con temas de gran interés, como es el caso de la situación del HLB en el mundo y las respuestas que en cada caso se están dando; las tecnologías de editado genómico en agricultura y de modo más concreto el caso del CRISPR; o el workshop sobre modelos y experiencias de integración cooperativa.
“Me gustaría dedicar las próximas líneas a estudiar y reflexionar sobre un tema que particularmente me ha llamado mucho la atención, como es el contenido del “Informe del consumo alimentario en España 2022” publicado recientemente por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación”
Siguiendo con este ejercicio de libertad, y sin desmerecer la importancia de todos estos temas, me gustaría dedicar las próximas líneas a estudiar y reflexionar sobre un tema que particularmente me ha llamado mucho la atención, como es el contenido del “Informe del consumo alimentario en España 2022” publicado recientemente por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
“La primera conclusión que se extrae de su lectura es muy clara y evidente: cada vez se consumen menos frutas y hortalizas en general, y menos cítricos en particular. Y lo malo no es el dato puntual de un año, si no la tendencia que también se está extendiendo al continente europeo”
La primera conclusión que se extrae de su lectura es muy clara y evidente: cada vez se consumen menos frutas y hortalizas en general, y menos cítricos en particular. Y lo malo no es el dato puntual de un año, si no la tendencia que también se está extendiendo al continente europeo. Y este es un tema del que el propio sector debe de asumir la parte de responsabilidad que le toca, estando en sus propias manos buena parte del modo de cómo revertir esta situación. Si bien es cierto que se puede mirar hacia otro lado haciendo a otros culpables de la toma de decisiones que afectan al coste del producto en función de su lugar de origen, también es cierto que está en nuestras manos el hacerlo atractivo ante la oferta de otras frutas y ante la de los cítricos procedentes de otros orígenes, consiguiendo que el precio pueda ser un atributo en la compra, pero no el más importante.
Vayamos por partes. Veamos algunos números que contiene y comparémoslos con los datos del mismo informe, pero correspondiente al año 2014, el primero de la serie, lo cual nos puede aportar una visión en el tiempo de la evolución del consumo. Por lo que respecta al nivel poblacional, en el año 2013 España tenía 46,4 millones de habitantes, mientras que en 2022 la cifra es de 47,4 millones de habitantes, es decir, un millón más de consumidores potenciales. Por lo que respecta al número de hogares, en 2014 existían en nuestro país poco más de 18 millones, mientras que en 2022 son 18,7 millones, siendo éste un dato favorable para el consumo potencial, al haber un mayor número de posibles unidades de compra. Cabe tener en cuenta además que, según el informe del año 2022, el 87,2% del valor de las compras en alimentación se realizan en el ámbito doméstico.
Contextualizando este dato, el crecimiento viene impulsado por un aumento de los hogares formados por jóvenes y adultos independientes, hogares monoparentales, parejas adultas sin hijos y retirados. Se reducen, por el contrario, el número de hogares con hijos, independientemente de la edad y el número de hogares formados por parejas jóvenes sin hijos. Conviene señalar que el 50% del consumo de fruta fresca en España se produce en el grupo formado por la suma de los hogares de parejas adultas sin hijos y retirados, por lo que ha crecido el número de unidades de compra de nuestros principales segmentos de consumidores. La pregunta debería ser, si todo es favorable en lo relativo a la población, qué factores influyen en que no se consuma más.
Los datos económicos son importantes, en este sentido, pero para poder compararlos correctamente hay que relacionarlos con el IPC, no constituyendo un valor absoluto en sí mismos. Donde sí se pueden comparar directamente cifras que justifiquen este cambio de tendencia es en el consumo per cápita. Así, por lo que respecta al caso global de las frutas frescas, en 2013 se consumieron un total de 4,6 millones de toneladas, lo que equivale a un valor medio de consumo de 102,48 kg/habitante, suponiendo el 15,5% del total de la alimentación. Estos mismos datos para el año 2022 se cifran en 3,7 millones de toneladas, 80,67 Kg/habitante y el 13,83% del total del consumo alimentario. Es decir, que hemos retrocedido en todos estos valores.
“Si comparamos los datos de 2013 con los de 2022, en lo referente a las naranjas y mandarinas, podemos concluir que son causantes de una tercera parte del descenso total del consumo de frutas y hortalizas en volumen”
En lo referente a los cítricos tampoco soplan vientos favorables. Así, si comparamos los datos de 2013 con los de 2022, en lo referente a las naranjas y mandarinas, podemos concluir que son causantes de una tercera parte del descenso total del consumo de frutas y hortalizas en volumen. En ese periodo, el descenso del consumo de mandarinas ha sido del 9,5%, pasando de 6,57 kg/habitante en 2013 a 5,77 kg/habitante en 2022. Por lo que respecta a las naranjas, el consumo ha descendido en un 31%, pasando de 20,46 kg/habitante a 13,65 kg/habitante. Si nos asomamos a Europa, podemos decir lo mismo. Si tomamos el ejemplo de Alemania, uno de nuestros principales mercados, hemos pasado de un consumo de 6 kg/habitante y año de naranjas a 5,3, mientras que en el caso de las mandarinas hemos pasado de 5 a 4,5 kg/habitante y año.
“En un escenario donde los cítricos no pasan de ser un comodity, diferenciarlo del resto de opciones de compra es bueno para todos. Del mismo modo, diferenciarse del resto de opciones dentro de un mismo producto también suele traer beneficios”
Es cierto que las causas pueden ser múltiples y que no todos los agentes comerciales sufren estas cifras del mismo modo. Pero lo que sí está claro es que un contexto favorable al producto beneficia a todos. En un escenario donde los cítricos no pasan de ser un comodity, diferenciarlo del resto de opciones de compra es bueno para todos. Del mismo modo, diferenciarse del resto de opciones dentro de un mismo producto también suele traer beneficios, y si no hagamos la prueba. Si les pregunto por opciones de compra de plátanos, kiwi, fresón, manzana, melón, sandía o kaki seguro que son capaces de indicar un atributo, marca o elemento diferenciador. Ese es el papel de la promoción, diferenciarte generando expectativa y satisfacción por el hecho de la compra.
Nuestra tendencia cuando tenemos problemas es mirar hacia Madrid, y sobre todo hacia Bruselas, que bien merecido se lo tiene por la política agrícola y comercial que viene desarrollando. Pero también es cierto que, en ocasiones, tenemos que mirarnos nosotros mismos, porque en nuestra actitud y actuación también se pueden encontrar buenas explicaciones y parte de las causas de los problemas que denunciamos. Tenemos un producto inmejorable, con los mejores atributos que exige hoy el mercado. Los tiempos cambian, y lo que hoy es un problema mañana puede ser una oportunidad, si sabemos aprovecharla adecuadamente.