La presidenta de Intercitrus y del Comité de Gestión de Cítricos, Inmaculada Sanfeliu, opina sobre las irregularidades en las importaciones de cítricos sudafricanos
Inmaculada Sanfeliu (*)
Dicen los representantes del sector citrícola de Sudáfrica que el mayor desafío al que se ha enfrentado el sector esta temporada ha sido la intensificación de las —según la CGA, Citrus Growers’ Association— “injustificadas regulaciones fitosanitarias impuestas a nuestros productores por la UE. En conjunto, los protocolos innecesarios y las medidas proactivas contra la Mancha Negra de los cítricos (CBS) y la Falsa Polilla (FCM) le están costando a la industria citrícola local 3.700 millones de rands al año (181,3 millones de euros aproximadamente)”. La CGA está trabajando con el Departamento de Comercio, Industria y Competencia (DTIC) y el Departamento de Agricultura, Reforma Agraria y Desarrollo Rural (DALLRD) del Gobierno sudafricano para luchar contra estas “regulaciones discriminatorias y anticompetitivas que están destinadas únicamente a beneficiar a los productores de cítricos europeos como España”, exponen desde la Asociación de Productores de Cítricos Sudafricanos, y afirman que “las regulaciones dieron como resultado una disminución continua de las exportaciones de naranjas a la UE. De cara a la temporada 2024, medidas de control más estrictas o el cierre del mercado de la UE seguramente devastarán comunidades agrícolas enteras en toda Sudáfrica”, por lo que indican que la CGA sigue “comprometida a trabajar con el gobierno para superar estas graves amenazas a la sostenibilidad y rentabilidad de la industria y los 140.000 puestos de trabajo que sustenta. Los empleos sudafricanos deben defenderse a nivel de la Organización Mundial del Comercio (OMC) mediante acciones urgentes. Se debe declarar la convocatoria de un panel de la OMC sobre las regulaciones del FCM y consultas convocadas sobre las regulaciones de la CBS”, defienden.
Los citricultores sudafricanos (CGA) aducen que las medidas de la UE contra la Falsa Polilla y la Mancha Negra les cuestan 183 millones de euros anuales, que sólo benefician a los citricultores europeos y son la causa de la disminución de sus exportaciones de naranjas. Es más, avanzan que para 2024, medidas de control más estrictas o el cierre del mercado, “devastará comunidades agrícolas enteras”
Los citricultores sudafricanos tachan de “injustificadas, innecesarias, discriminatorias y anticompetitivas”, las medidas fitosanitarias de la UE por la Falsa Polilla y la Mancha Negra y consideran que solo pretenden beneficiar a España. En suma, Sudáfrica echa la culpa a la UE de no crecer en 2023 como esperaban en la exportación de cítricos a la UE. Cuentos sudafricanos una vez más.
La exportación de naranja de Sudáfrica a la UE-27 en 2023 (enero-octubre) respecto al mismo periodo de 2022 ha descendido tan solo un 3,2% (357.965 toneladas en 2023 frente a 369.751 t en 2022; es decir, 11.786 t menos) y el descenso ha sido de un 9,3% (36.565 t menos) respecto a la media de los 5 años anteriores para ese mismo periodo. (Véase la tabla)
En realidad, hasta el mes de agosto Sudáfrica exportó mes a mes bastante más que en 2022 y la caída de la exportación se produjo en septiembre (–17,49% vs septiembre 2022) y octubre (–45,38% vs octubre 2023), lo que le lleva a la reducción del 3,2% en el acumulado de 2023 respecto a 2022.
La explicación ha sido que Sudáfrica tiene un grave problema de Mancha Negra (Citrus Black Spot o CBS) que, o no trata suficientemente, … o no lo hace con los fungicidas de eficacia probada en campo o ambas cosas, y que este año se ha visto agravado por las lluvias torrenciales e inundaciones que se produjeron en junio. Y eso nada tiene que ver con el manido recurso a las regulaciones de la UE para prevenir la entrada de la Mancha Negra de los cítricos (CBS) y la Falsa Polilla (FCM).
La razón real de la leve caída de sus ventas de naranja (–3,5%) no ha sido la normativa sino su incumplimiento reiterado. Eso fue lo que les condujo a autolimitarse (a partir del 15 de septiembre) ante la “amenaza de cierre unilateral del mercado de la UE”
La UE es el mayor mercado de exportación de Sudáfrica, con un 33% de los envíos de fruta en 2022, seguida de Oriente Medio, con un 19%. A decir del máximo representante del sector citrícola sudafricano “la normativa fitosanitaria de la UE es la que ha provocado una disminución de las exportaciones de naranjas a Europa en 2023” y prevé un nuevo descenso en 2024. Pero todos sabemos que el problema no ha sido la normativa comunitaria sino su incumplimiento reiterado lo que les ha conducido a autolimitarse (a partir del 15 de septiembre) ante la “amenaza de cierre unilateral del mercado de la UE” por parte del ejecutivo comunitario.
Sudáfrica, manipulando, cuestiona una vez más, como viene haciendo de forma sistemática año tras año, la necesidad de las medidas fitosanitarias establecidas por la UE para evitar la entrada de la Falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta o FCM) y de la Mancha negra (Phyllosticta citricarpa, Citrus Black Spot o CBS), ambos organismos nocivos prioritarios y cuarentenarios, un insecto el primero y un hongo el segundo. Y como siempre, lo hace tergiversando, confundiendo, enmarañando, falseando, manipulando, enredando y, lo más grave e intolerable, mintiendo, amenazando y chantajeando a la UE.
Enfermedad desbocada
Los cítricos sudafricanos han tenido una campaña 2023 muy complicada por la elevada presencia de Mancha Negra. Las fuertes y tardías lluvias en el norte del país, seguidas de lluvias inusualmente intensas en el Cabo Oriental y Occidental, han tenido un impacto significativo en el desarrollo de la fruta (falta de color, retraso en la maduración) y en el ritmo de recolección (interrupción de las cosechas, dificultad de acceso a los huertos). Sudáfrica tiene un grave problema de Mancha Negra que este año se ha visto muy agravado por las inundaciones que se produjeron en junio en el Cabo Occidental que también afectaron a las explotaciones de esa provincia. Se perdieron huertos enteros. Alrededor del 60% de las variedades tempranas se habían cosechado cuando cayeron las peores lluvias. La inundación causó daños de al menos 500 millones de rands (unos 24,5 millones de euros) a las plantaciones de cítricos en el valle de Citrusdal. La campaña de envasado y exportación de naranja ha finalizado antes que en años anteriores porque tenían un desastre con la Mancha Negra, hasta el punto que los productores de Cabo Occidental, declarada zona exenta de CBS, han tenido que hacer frente a la fuerte incidencia de la mancha negra de los cítricos.
El número récord de interceptaciones en la UE prueba que la enfermedad está desatada en Sudáfrica y que la enfermedad no es controlada con los tratamientos más eficaces (y más caros). Los rechazos de octubre evidencian, además, que las zonas declaradas exentas ya no lo son
Y ese grave problema, que este año se les ha desbocado conduciendo a un número récord de interceptaciones en la UE, prueba que la enfermedad está desatada en Sudáfrica, que las zonas declaradas exentas ya no lo son, y que la enfermedad no es controlada con los tratamientos más eficaces (y más caros), siendo esta la causa principal de la reducción de los volúmenes exportados. Para que interceptes algo en el punto de entrada en la UE la fruta tiene que estar muy afectada y quiere decir que hay un nivel de prevalencia enorme.
Las interceptaciones de Mancha Negra (P. citricarpa) en cítricos originarios de Sudáfrica se han disparado en 2023, alcanzando el número más elevado desde que se tienen registros, y han sido un total de 51, de las cuales 10 en el mes de junio, 12 en julio, 11 en agosto, 5 en septiembre y 13 en octubre. De estas 51 interceptaciones se han producido 26 en naranja, 17 en limón, 5 en mandarina y 4 en pomelo. Además, se han detectado 11 interceptaciones en naranjas originarias de Zimbabue en 2023: 1 en enero, 4 en agosto, 4 en septiembre y 2 en octubre.
Sin credibilidad
Las 13 interceptaciones de octubre, de las cuales 12 han sido en naranja, prueban de forma objetiva que la decisión sudafricana de suspender, desde el 15 de septiembre, la exportación de naranjas desde áreas declaradas con esta enfermedad (la séptima vez que lo hacen en 11 años) no ha sido sino una “operación estética” de cara a Bruselas que llevaba semanas amenazando con un cierre unilateral. Vistos los datos de octubre, con 12 interceptaciones en naranja teóricamente imposibles, significa que, o el hongo está también presente en las áreas supuestamente libres desde las que decían exportar o, sencillamente, sus operadores no cumplen su propia normativa. Queda de manifiesto la “nula credibilidad” de las autoridades sudafricanas en materia de sanidad vegetal que han dado por buenas esas exportaciones.
Sudáfrica debería haber perdido ya toda la credibilidad en materia de sanidad vegetal a los ojos de la Comisión Europea y también a los ojos de todas las autoridades fitosanitarias competentes de los Estados miembros de la UE, a excepción, claro está (!!), del centro de poder septentrional y de sus intereses derivados de la importación de cítricos (entre otras frutas y hortalizas), portuarios, de industrialización y de distribución comercial previa incorporación de valor añadido.
El elevadísimo número récord de interceptaciones de CBS de Sudáfrica en 2023 (51 interceptaciones, a falta de noviembre), 2022 (29) y 2021 (43), comparable a las 24 de 2017, las 28 de 2014, las 35 de 2013, las 34 de 2012 y las 34 de 2011 (Datos EUROPHYT-TRACES), es prueba patente de que incumple la normativa ya que o no trata suficientemente, … o no lo hace con los fungicidas de eficacia probada en campo o ambas cosas, por una mera cuestión de no incurrir en mayores costes (los tratamientos más efectivos son mucho más caros que los habituales), aunque ello signifique exportar a la UE fruta infectada.
Fungicidas baratos y caros
El tipo de fungicida menos eficaz es el de compuestos a base de cobre, mientras que los tipos de fungicidas que muestran la mayor eficiencia de control de la enfermedad son ditiocarbamatos, ditiocarbamatos + estrobilurinas, y cobre + ditiocarbamatos + bencimidazoles + estrobilurinas. Sin lugar a dudas, las estrobilurinas son los de mayor eficacia, pero también los más caros. Todos los tratamientos fungicidas pudieron reducir significativamente la incidencia promedio de enfermedad.
La aplicación de fungicidas postcosecha únicamente puede reducir la viabilidad de las picnidiosporas de P. citricarpa presentes en lesiones del fruto antes del tratamiento, retrasando los síntomas de desarrollo en tránsito y almacenamiento. En Florida, los tratamientos con imazalil y tiabendazol son actualmente obligatorios en áreas afectadas por CBS para reducir el riesgo de propagación de enfermedades. Sin embargo, el patógeno permanece viable en la cáscara de la fruta.
EEUU prohíbe la importación de cítricos de zonas de Sudáfrica con CBS. Permitir la entrada únicamente de zonas libres de la enfermedad, como hace EEUU, tiene, en general, una efectividad alta o muy alta. La UE sí que permite dicha importación, pero con las condiciones establecidas en la normativa comunitaria vigente. Por lo tanto, la UE es mucho más permisiva con Sudáfrica que EEUU y, sin embargo, acatan sin rechistar la normativa americana y cuestionan la comunitaria de manera continuada. Chantaje sudafricano y pusilanimidad de la UE.
No han existido ni existen actualmente en el marco de la normativa fitosanitaria vigente dificultades inabordables para importar frutos cítricos en la UE procedentes de Sudáfrica o de otros terceros países con Mancha Negra. La legislación comunitaria, a diferencia de las de EEUU y China, permite la entrada de frutos cítricos incluso desde los países, las regiones, las zonas e incluso los campos donde está presente Phyllosticta citricarpa, siempre y cuando se realicen los tratamientos adecuados contra la enfermedad y no se detecten síntomas en las inspecciones oficiales.
Los tratamientos más efectivos contra P. citricarpa para reducir la incidencia de CBS se consideran de efectividad moderada y 10 veces más efectivos que otros fungicidas.
Existen tratamientos efectivos para controlar CBS (estrobilurinas), que en la UE estamos usando para el control de otras enfermedades como Alternaria, y que podrían aplicar ellos en Sudáfrica como alternativa al Mancozeb. Ellos arguyen que el uso del Mancozeb se va a prohibir próximamente en Sudáfrica, mientras que nosotros ya hace tiempo que lo tenemos prohibido. Así que la UE no está exigiendo ningún requisito que ellos no puedan cumplir, ya que nosotros lo estamos aplicando de forma rutinaria en las variedades sensibles a Alternaria.
En la UE el piraclostrobín (estrobilurina) está autorizado en naranjo y, en el caso de la mandarina, únicamente cuenta con una autorización excepcional y se usa en la lucha contra otro hongo, la Alternaria.
Las estrobilurinas, los de mayor eficacia contra la Mancha Negra, pero también los más caros, y tienen el problema de la aparición de resistencias, debiendo emplearse un máximo de 2 veces por campaña, alternando con otros productos (como la Boscalina) que no están autorizados en la UE, pero sí en Sudáfrica. Ellos tienen la solución, pero nosotros no.
La dificultad del tratamiento de la Mancha Negra es como la de la Alternaria, pero con el agravante de que hay que asumir tratamientos en todas las variedades, con lo que ello representa de problemática medioambiental y de incremento desmesurado de costes. “Pero para la UE no tendría importancia, tan solo es una enfermedad cosmética”.
Como demuestran los informes de EFSA, existen tratamientos fungicidas en campo muy efectivos para el control del CBS, pero el hecho de que sean más costosos no puede ser motivo para no tratar ni para tratar con los más económicos y poco efectivos fungicidas habituales ni, por supuesto, para ceder al chantaje sudafricano eliminando la obligación de las medidas en origen (tratamientos efectivos e inspecciones).
Para la UE el que se realicen los tratamientos adecuados para garantizar la sanidad vegetal, independientemente de su coste, debería ser una prioridad absoluta, que no puede ser sustituida bajo ningún concepto por la de ayudar a Sudáfrica a disminuir gastos ineludibles de cultivo poniendo en riesgo la fitosanidad de las plantaciones citrícolas europeas y la viabilidad económica de nuestra actividad exportadora en fresco.
Con los datos hasta octubre, el país austral ha batido su propio récord con las 51 interceptaciones en 2023 a causa de esta enfermedad y exigimos que, ante el caos acreditado en el control de este hongo, que en la próxima campaña la UE suspenda unilateralmente las exportaciones a partir del quinto rechazo.
Pillados en su propia mentira
Además, ha quedado sobradamente probado que las zonas declaradas exentas no lo son. Y pillados en su propia mentira afirman que las interceptaciones en zonas exentas de CBS cuestionan la fiabilidad de las pruebas. Y apelan al desperdicio alimentario y las fumigaciones con productos químicos a los que se ven abocados por lo que califican “la intratable postura de la Unión Europea ante la enfermedad cosmética de la Mancha Negra de los cítricos (CBS)”. Añaden “La Mancha Negra de los cítricos nunca se ha extendido a Europa (ni a Cabo Occidental, por cierto) en más de cien años de exportaciones de cítricos sudafricanos a Europa”.
“El hongo de la Mancha Negra de los cítricos está ampliamente presente en el material de los cítricos, y apoya la posición de Sudáfrica y del resto del mundo de que el clima en el sur de Europa, como en el Cabo Occidental y California, no favorece el desarrollo de los síntomas.”
El establecimiento en las zonas productoras de la UE ya se ha constatado posible, como ha sucedido en Túnez y, muy probablemente, en Egipto (1 interceptación en julio). Todo apunta a que la gravedad del CBS en Egipto pueda ser como en Túnez o más.
Lo califican de “cuestión puramente cosmética que no afecta a la belleza de la fruta ni a su excelente calidad de consumo”. Añaden que “tratar el CBS cosméticamente es fácil, pero fumigar repetidamente para que la fruta esté siempre limpia según la normativa de la UE es suicida e inútil, ya que la fruta en sí no es una vía para la enfermedad”.
No cabe ninguna duda que la importación comercial de material vegetal de plantación de cítricos es la vía más probable de entrada de P. citricarpa, pero la importación comercial de frutos cítricos (sin hojas ni pedúnculos) no deja de ser una vía posible y “moderadamente probable” según la Opinión Científica del Panel de Sanidad Vegetal de la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) de 2014, riesgo agravado por el elevado volumen de cítricos importado de Sudáfrica en la actualidad, entre 850.000 y 950.000 toneladas si hablamos de la UE más Reino Unido, unas 800.000 toneladas en la UE-27 (volúmenes a los que debe sumársele las importaciones de otros países con presencia de CBS).
Las interceptaciones de la Mancha Negra en cítricos procedentes de la región sudafricana de lluvias invernales (Western Cape, declarada exenta) por parte de servicios de inspección de Estados miembros de la UE han sido tildados por los sudafricanos de “falsos positivos generados por métodos de prueba deficientes”. La CGA ha afirmado que las técnicas de laboratorio utilizadas para confirmar la CBS empleadas por algunas agencias de inspección europeas son inexactas y se han atrevido a sostener que “la UE no está necesariamente aislando con precisión la CBS a través de sus procedimientos de laboratorio. Tal vez estén detectando Alternaria y daños por granizo, quién sabe”.
Por mucho que la Citrus Growers’ Association de Sudáfrica intente confundir y falsear, las técnicas de identificación de la enfermedad que se utilizan en la UE están basadas en las Pest Survey Card de EFSA y en los protocolos de diagnóstico de EPPO y FAO (3 entidades científicas de prestigio e independientes, y sin conflicto de intereses). Se trata de protocolos armonizados a nivel internacional e incontestables.
El hongo más grave
P. citricarpa, causante de la enfermedad conocida como Mancha Negra, está considerada como organismo cuarentenario y prioritario en la UE —en el top 20 de las plagas de mayor impacto económico y medioambiental— y representa un grave riesgo para los países comunitarios productores de cítricos cuando se importan agrios en la UE originarios de países extracomunitarios en los que está presente este hongo.
P. citricarpa origina pérdida de calidad del fruto (enfermedad estética, según palabras de los sudafricanos restándole importancia) y de rendimiento severos (por caída prematura de frutos por CBS). Las lesiones necróticas deprimidas en la corteza de los agrios como consecuencia del CBS inhabilitan la fruta para el mercado de consumo en fresco, lo que sería particularmente grave para la citricultura española, líder mundial en exportación de cítricos en fresco, y por sus elevados costes, los más elevados del mundo, que crecen exponencialmente con niveles elevados de destrío en los almacenes de confección.
En este sentido, el hongo P. citricarpa es una seria amenaza para nuestro sector, que debe mantener unos elevados estándares de calidad para competir en los cada vez más exigentes mercados de exportación, y causa graves daños en los frutos de todas las especies y variedades del género Citrus haciéndolos inviables para su comercialización en fresco.
Está considerado como el patógeno fúngico más importante de los cítricos a nivel mundial. Actualmente está presente en las principales regiones citrícolas de Sudáfrica, Brasil, Argentina, Uruguay, EEUU (Florida), Zimbabue, China y Australia, entre las que se encuentran todos los países de hemisferio sur que exportan cítricos a la UE, países en los que son necesarios entre 4 y 6 tratamientos fungicidas al año para obtener un control aceptable de la enfermedad. Aunque es originario de climas tropicales, el hongo se ha establecido y causa daños importantes en zonas subtropicales (China, Nueva Gales del Sur y Sudáfrica). La distribución geográfica de P. citricarpa está en plena expansión.
Fruta asintomática
Es importante resaltar que la fruta infectada puede ser asintomática pese a portar el hongo viable, lo que eleva el riesgo de entrada del patógeno en la UE, su dispersión a partir de frutos infectados, establecimiento y desarrollo epidémico, con el consiguiente impacto económico. El desarrollo epidémico es muy lento, pero no es posible su erradicación total.
El año pasado, Sudáfrica presentó por primera vez una reclamación ante la OMC contra los requisitos fitosanitarios de la UE para la importación de naranjas (cold treatment en tránsito), en relación con la Falsa Polilla. La CGA también ha pedido al Gobierno sudafricano que presente otra denuncia ante la OMC contra la UE por la normativa sobre la Mancha Negra de los cítricos.
Una vez más, Sudáfrica pone en tela de juicio con amenaza de Panel en la OMC la necesidad de las medidas fitosanitarias preventivas de la UE para evitar la entrada de P. citricarpa en importaciones de los países exportadores afectados por la Mancha Negra (Zimbabue, Argentina, Brasil, Sudáfrica y Uruguay).
Las inversiones en prevención son las que mayor retorno económico suponen para los sectores potencialmente afectados, así 1 euro invertido en prevención, supone un retorno superior a 100 euros, mientras que esa ratio empeora de forma muy significativa cuando aparece un establecimiento de una plaga y/o enfermedad que requiere lucha intensa para conseguir su erradicación.
El ejecutivo Comunitario tiene una gran responsabilidad: con los niveles actuales de interceptaciones de Sudáfrica la posible entrada del CBS a través de frutos cítricos infestados a estas alturas ya no es “moderadamente probable” sino bastante probable.
Reivindicaciones
Sin pretender ser catastrofistas parece evidente que la probabilidad de entrada y establecimiento de plagas y enfermedades es extremadamente grave para la citricultura española y comunitaria que no dispondrá de productos fitosanitarios para su control en el contexto actual del Pacto Verde europea, de producción sostenible y estrategia “De la Granja a la Mesa”.
— Exigimos a la UE que se permita únicamente la introducción en la UE de los frutos cítricos originarios de zonas de Sudáfrica reconocidas como libres de Phyllosticta citricarpa, tal y como venía recogido en la Decisión 754/2013 de ejecución de la Comisión de 11 de diciembre de 2013 o, en su caso,
— Cierre automático e ininterpretable de las importaciones procedentes de Sudáfrica tras detectarse en la UE la primera interceptación de envíos contaminados procedentes de Sudáfrica. Si tal como argumentan no hay argumentos jurídicos que soporten la elección de un límite concreto de interceptaciones, que se fije ese límite en 1, es decir, cierre de la importación a partir de la primera interceptación positiva, independientemente de la zona, aplicado a la fruta en tránsito y a la destinada a industria, adoptado automáticamente por la Comisión y sin quedar supeditado a las siempre largas disquisiciones del Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos (SCoPAFF). Esta decisión debe corresponder a las instituciones comunitarias y no ocurrir porque y cuándo así lo establezcan unilateralmente las autoridades de terceros países (África del Sur, Argentina).
En el pasado existió un umbral que permitía tomar a la UE la decisión de cierre automático cautelar de su frontera, en caso de que se detectaran más de 5 interceptaciones de partidas contaminadas a contar desde el primer envío a la UE, establecido por la Decisión de Ejecución de 2 de julio de 2014 (Considerando nº 4), que la Comisión jamás tuvo en cuenta y que se eliminó por la presión sudafricana en 2017 por la Directiva de Ejecución (UE) 2017/1279.
La Comisión argumentó entonces que, aunque no existiera dicho artículo, era intención de la administración reaccionar a partir de esa 6ª interceptación. Algo que, sin embargo, desgraciada e incomprensiblemente no ocurrió ni en 2014 (a pesar de las 28 interceptaciones de SA), ni en 2015 (a pesar de las 15 de SA).
— Debería especificarse que los tratamientos se realicen con los fungicidas específicos más eficaces para el control de la enfermedad, dado que el informe de EFSA demuestra que existen tratamientos fungicidas altamente efectivos para el control de esta enfermedad, y otros tratamientos fungicidas (como los compuestos de cobre) cuyo control de la enfermedad es insuficiente. No puede aceptarse el ahorro en costes en tratamientos eficaces a costa de poner en juego la sanidad vegetal en la UE.
— Por último, conocemos la resistencia de la Comisión a aplicar este tipo de medidas, pero, de la misma forma que otros mercados de destino en nuestras exportaciones nos están obligando a mantener inspectores en origen, y dado que Sudáfrica ha demostrado en infinidad de ocasiones que los controles que realiza en origen son insuficientes, debería valorarse seriamente la posibilidad de realizar controles en origen, a través de inspectores europeos independientes soportados por los propios exportadores que puedan garantizar la efectividad de los mismos.
(*) Presidenta de Intercitrus y del Comité de Gestión de Cítricos
Acceso al artículo en las páginas 10-11 del ejemplar de Valencia Fruits.
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