Petición de moratoria en la aplicación de la fertilización nitrogenada para 2024

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A partir del 1 de enero de 2024 entrarán en vigor la mayoría de las disposiciones del Real Decreto 1051/2022, que establece normas para la nutrición sostenible en suelos agrarios

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La normativa fija un calendario para los periodos en los que no se podrá fertilizar, sujeto a adaptaciones por parte de las comunidades autónomas. / IE

Efeagro.

La organización agraria Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha solicitado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) una moratoria en los periodos de aplicación para la fertilización nitrogenada de los suelos agrarios, que entrará en vigor en 2024.

Con esta petición, la organización pretende que, antes de que la nueva normativa surta efecto, las comunidades autónomas regulen de forma “adecuada” dichos periodos en función de las características de los cultivos y la climatología de sus respectivos territorios, ha detallado este jueves en un comunicado.

A partir del 1 de enero de 2024 entrarán en vigor la mayoría de las disposiciones del Real Decreto 1051/2022, que establece normas para la nutrición sostenible en suelos agrarios.

En este sentido, la normativa fija un calendario para los periodos en los que no se podrá fertilizar, sujeto a adaptaciones por parte de las comunidades autónomas.

A juicio de Unión de Uniones, en este momento, “gran parte” de las comunidades autónomas no han finalizado todavía los trabajos “necesarios” para adaptarse a esta normativa, lo que podría obligar a aplicar el calendario general a partir de enero.

En caso de que las comunidades no adaptan el calendario de nitrogenado, UdU ha señalado que “tendrán que aplicar el general”, un hecho que puede que “no sea el más adecuado” para sus territorios y perjudique a los agricultores, han asegurado.

La organización también ha reclamado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico la creación de un sistema informático “accesible” y “sencillo” que permita a los agricultores acceder a los datos del agua de riego e incorporarlos a los cálculos de las necesidades de nitrógeno y fósforo de los cultivos.