De los 60 millones de toneladas de fertilizantes que Rusia prevé fabricar el año que viene, 35 millones estarán destinadas a su exportación al resto de países
Efeagro.
Rusia planea producir unas 60 millones de toneladas de fertilizantes minerales en 2024, de las que 35 millones se destinarán a la exportación, según anunció el pasado 25 de diciembre el ministro de Industria y Comercio, Denís Mánturov.
“Ya tenemos planes para el volumen de producción y exportación de fertilizantes minerales en 2024 y es de aproximadamente 60 millones y 35 millones de toneladas, respectivamente”, dijo Mánturov a la agencia oficial RIA Nóvosti.
Agregó que las autoridades esperan un aumento del 8 % de la producción de fertilizantes este año, mientras las exportaciones pueden subir un 5%, hasta alcanzar las 33,6 millones de toneladas.
“La producción prevista para 2023 es de 58,5 millones de toneladas, un 8 % más que en 2022, cuando se produjeron 54,3 millones de toneladas”, precisó Mánturov.
Según el ministro, Rusia se encuentra “entre los líderes mundiales en el mercado de fertilizantes minerales tanto en términos de volúmenes de exportación como de calidad de los productos”.
Los mayores consumidores de fertilizantes rusos son Brasil, la India, “e incluso Estados Unidos”, agregó.
Moscú planea enviar a los países africanos hasta 200.000 toneladas de trigo de manera gratuita
El Ministerio de Agricultura de Rusia informó el pasado noviembre del envío gratuito de 50.000 toneladas de grano a Somalia y Burkina Faso, suministro prometido por el presidente, Vladímir Putin, durante la cumbre Rusia-África de julio pasado. En total, Moscú planea enviar a los países africanos hasta 200.000 toneladas de trigo de manera gratuita.
Putin aseguró en la cumbre de julio en San Petersburgo que Moscú no sólo suministraría gratuitamente el cereal, sino que asumiría también los costes de transporte.
Rusia tomó esa decisión justo después de suspender el 17 de julio su participación en el Acuerdo de Grano del mar Negro, lo que de facto anuló la vigencia del corredor humanitario por el que los barcos exportaban el grano ucraniano al mundo.
Desde entonces, Rusia ha mostrado interés en incrementar los suministros de grano y fertilizantes a sus clientes tradicionales en el norte de África y Oriente Medio.