La cosecha de cereales de invierno alcanzará los 15,7 millones de toneladas

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Asaja explica que en esta campaña también hay zonas productoras donde la sequía ha causado un gran impacto y las producciones se verán muy mermadas como Cataluña, Aragón, o Albacete

Se trata de un año muy desigual en cuanto a producciones, con zonas donde los rendimientos son muy buenos y otras donde, por los efectos de la sequía, la campaña va a tener pésimos resultados. / Archivo

Efeagro.

La sectorial de cultivos herbáceos de Asaja considera que la cosecha de cereales de invierno de este año rondará los 15,7 millones de toneladas de grano, una cifra que se considera en la media de los últimos diez años, tras el descalabro sufrido el pasado año, cuando no alcanzaron los 9 millones de toneladas. Sin embargo, es necesario recordar que esta campaña también hay zonas productoras donde la sequía ha causado un gran impacto y las producciones se verán muy mermadas como es el caso de Cataluña, algunas zonas de Aragón, la provincia de Albacete y el sureste peninsular.

Según los cálculos de Asaja, por cultivos, se espera una producción de 5,70 millones de toneladas de trigo blando; 712.000 toneladas de trigo duro; 7,42 millones de toneladas de cebada; 1,04 millones de avena; 189.000 toneladas de centeno y 638.000 toneladas de triticale. En conjunto, podemos señalar que se trata de un año muy desigual en cuanto a producciones, con zonas donde los rendimientos son muy buenos y otras donde, por los efectos de la sequía, la campaña va a tener pésimos resultados. Estas variaciones se producen, en algunos casos, dentro de una misma provincia, en una misma comarca o en el mismo termino municipal.

Ha habido muchos casos de plagas y enfermedades en los cultivos, problemas fitosanitarios que se incrementan cada año desde que no se pueden realizar quemas controladas de rastrojos y se prohíbe el uso de cada vez más materias activas

Como ya ocurriera en años anteriores, ha habido muchos casos de plagas y enfermedades en los cultivos, problemas fitosanitarios que se incrementan cada año desde que no se pueden realizar quemas controladas de rastrojos y se prohíbe el uso de cada vez más materias activas. 

Respecto a los costes de producción, también un año más, han sido muy elevados y los precios que se están pagando a los agricultores siguen siendo bajos. Hay que recordar que aún se mantiene mucho grano almacenado de la pasada campaña para evitar vender a pérdidas, una situación que resulta insostenible para los productores. Continuamos, por tanto, en una tesitura muy preocupante de falta de rentabilidad en las explotaciones cerealistas.

Las expectativas respecto a los precios son inciertas y la recuperación de éstos está en entredicho a expensas de lo que pase en los mercados internacionales. Los precios nos vienen marcados por los puertos y son los grandes compradores los que están presionando los precios a la baja.

Desde Asaja consideramos prioritario que la Ley de la Cadena Agroalimentaria se aplique también para el mercado de los cereales y se haga con rigor ya que los agricultores no pueden seguir manteniendo su actividad productora y vendiendo el cereal, en muchos casos, a pérdidas.