El desperdicio alimentario baja en España

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Cada vez más empresas de la cadena alimentaria están aplicando estrategias de prevención contra el desperdicio alimentario

frutas y hortalizas

En los últimos cinco o seis años las empresas del sector han pasado de desperdiciar el 1,78% del producto comercializado al 0,9% actual. / Archivo

Efeagro.

El desperdicio de alimentos se está reduciendo en los últimos años en España, donde cada vez más empresas de la cadena alimentaria están aplicando estrategias de prevención, han destacado este jueves 26 de septiembre representantes del Gobierno y del sector del gran consumo.

La asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc ha celebrado su duodécimo punto de encuentro contra el desperdicio alimentario bajo el lema “Recuperando el valor de los alimentos”, un foro en el que se han mostrado distintos proyectos colaborativos impulsados por empresas del sector.

El director general de Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Miguel Herrero, ha asegurado en la inauguración que este asunto debe abordarse de manera global entre todos los agentes de la cadena alimentaria, implicando a la industria, la distribución y especialmente a los consumidores, ya que casi la mitad del desperdicio se produce en casa o en la hostelería.

Aún se tiran 1.100 millones de kilos al año

Herrero ha asegurado que el desperdicio de alimentos per cápita se ha reducido en los últimos años en el país, de forma más acusada durante la pandemia, aunque todavía se tiran a la basura 1.100 millones de kilos o litros al año en un contexto de aumento de la población española.

“Estamos viendo cómo la distribución y la industria alimentaria son más conscientes de este problema”

Además, “estamos viendo cómo la distribución y la industria alimentaria son más conscientes de este problema”, ya que, desde hace años, hasta nueve de cada diez empresas en algunos sectores alimentarios cuentan con estrategias de gestión del desperdicio para minimizarlo y valorizarlo, ha afirmado el director general.

Desde el punto de vista legislativo, el proyecto de ley contra el desperdicio alimentario se encuentra en trámite parlamentario en el Congreso de los Diputados y el Gobierno espera que “a lo largo de esta legislatura” pueda aplicarse, en concreto el plan de prevención de las empresas de la cadena bajo una jerarquía en las prioridades de uso de los alimentos.

“No queremos que sea una ley impositiva, sino también propositiva. Es una ley donde el fomento de las buenas prácticas en todos los eslabones es muy importante”, ha afirmado Herrero, que también ha destacado los esfuerzos del Ejecutivo por sensibilizar a la población con campañas que les ayuden a planificar mejor las compras y aprovechar las sobras con recetas.

El responsable ha mencionado la futura Estrategia Nacional de Alimentación, en proceso de elaboración, y la promoción de los alimentos de España y la dieta mediterránea.

Desperdicio cero como objetivo

Por su parte, la presidenta del comité Aecoc contra el desperdicio alimentario, Carolina Muro, ha destacado que España lleva años combatiendo el desperdicio “desde la colaboración, la pedagogía y la sensibilización” con iniciativas del sector público y privado.

Según los indicadores de la patronal de gran consumo, en los últimos cinco o seis años las empresas del sector han pasado de desperdiciar el 1,78% del producto comercializado al 0,9% actual.

Muro ha subrayado que están impulsando campañas de concienciación al consumidor, con acciones como las sesiones celebradas en cinco ciudades con jóvenes universitarios y una maratón educativa en 40 centros escolares.

En la Unión Europea, el Consejo y el Parlamento Europeo están negociando objetivos vinculantes de reducción del desperdicio alimentario para 2030 en los países, a partir de la propuesta comunitaria de rebajarlo el 10% en la industria y el 30% per cápita en supermercados y hogares.

La responsable de Aecoc ha señalado que se trata de objetivos “ambiciosos” que buscan lograr un impacto económico, social y ambiental, para lo cual en el sector “están abiertos al diálogo y la colaboración” público-privada y entre las empresas.