Frena el cultivo de remolacha por la caída de precios del azúcar y los bajos rendimientos

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Se percibe de que este año se va a frenar la subida de la superficie de siembra registrada en la pasada campaña

remolacha

La cotización del azúcar está tocando fondo a escala internacional, desanima a los productores de remolacha. / Archivo

Efeagro. / Mercedes Salas.

Los agricultores españoles reducirán previsiblemente la siembra de remolacha en 2025 y revertirán el crecimiento del cultivo de la campaña pasada, como consecuencia del desplome de los bajos rendimientos y de los precios del azúcar, que en un año han caído entre un 40% y un 50% en los mercados.

La cotización del azúcar está tocando fondo a escala internacional, desanima a los productores de remolacha y por ello, según las empresas del sector, se percibe de que este año se va a frenar la subida de la superficie de siembra registrada en la pasada campaña.

La producción remolachera se concentra en Castilla y León, donde hay fábricas azucareras en Olmedo (Valladolid), La Bañeza (León), Toro (Zamora) y Miranda de Ebro (Burgos), que también reciben remolacha de La Rioja y del País Vasco.

En Andalucía, en Jerez de la Frontera (Cádiz) está la única azucarera europea que moltura toda la remolacha de verano, cultivada en la región.

España produjo 3,71 millones de toneladas de remolacha en 2024 en 152.100 hectáreas, con un incremento anual del 32,4% en la cosecha de verano y del 30,1% en la de invierno, mientras que la superficie aumentó un 7,2% y un 32,5% respectivamente, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

ACOR prevé una disminución de siembra

El coordinador del servicio agronómico y de cultivos de la cooperativa ACOR, Javier Narváez, ha confirmado a Efeagro que en la recién terminada campaña del norte los rendimientos bajos, menos de 90 toneladas por hectárea, junto con la caída del 40 % de los precios azucareros, dejan la sensación de que en la temporada que empieza va a disminuir su cultivo.

En Londres, el precio de referencia del azúcar blanco, según otras fuentes, “tocó fondo” en enero con unos 481 euros/tonelada; la Comisión Europea lo situó en diciembre en 580 euros/tonelada, el inferior registrado desde enero de 2023.

ACOR y la empresa AB Azucarera han constatado que en los campos remolacheros de otros países de la Unión Europea (UE) también se produce esa situación.

“En la campaña 2024/25 ACOR contrató 12.150 hectáreas, este año podría caer esa superficie entre un 5-6%”, según Narváez, quien ha opinado que sería una disminución “contenida, ya que la cooperativa ha lanzado una oferta para la temporada 2025/26 en los contratos garantizando ingresos mínimos y con adelantos a los agricultores.

Desde Azucarera señalan que la previsión es mantener “un nivel razonable” de retención de superficie, centrada en las explotaciones con mayor potencial productivo cercano a las fábricas: “Las ofertas se ajustarán a las condiciones del mercado y a las características de cada explotación, con una seguridad de ingreso mínimo que minimice la incertidumbre agronómica, con el objetivo de que los agricultores sigan optando por la remolacha como opción estable en la rotación de cultivos”.

En febrero, según el portavoz de Acor, los precios han bajado con menos fuerza debido a las tensiones comerciales relacionadas con la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU.

Pero Narváez ha señalado que el sector mantiene la preocupación también por la prohibición “constante” de materias activas de fitosanitarios para el cultivo.

Mercosur y Ucrania

Desde Azucarera y Acor coinciden en la influencia que pueden tener tanto el acuerdo entre la UE y Mercosur, pendiente de ratificación, como las negociaciones para la adhesión de Ucrania a la Unión.

Ambas cuestiones “tienen un hilo común desde la perspectiva del remolachero”, según las fuentes de Azucarera: “La facilidad que se da a la entrada de grandes cantidades de azúcar a la UE y a España, que se beneficia, por un lado, de ventajas arancelarias (más barata) y por otro, de producción del alimento en origen”.

En es sentido, añaden “quizá la más dolorosa para los remolacheros y a la industria productora”, sea la segunda ya que el contexto de la UE es “asfixiante” desde la perspectiva regulatoria europea y nacional y los remolacheros tienen vetados fitosanitarios permitidos para sus competidores fuera de las fronteras comunitarias.