El presidente de EEUU anuncia aranceles a las importaciones agrícolas desde el 2 de abril, lo que podría afectar a productos clave como el aceite de oliva, el vino y la aceituna de mesa
El sector ha advertido que esta decisión “tendrá una repercusión importante en algunas producciones agrícolas españolas”. / ARCHIVO
Valencia Fruits. Redacción.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la imposición de aranceles a las importaciones de productos agrícolas a partir del 2 de abril. La medida, comunicada a través de su red social Truth Social, forma parte de su estrategia proteccionista y podría afectar gravemente a las exportaciones agroalimentarias españolas, especialmente en sectores como el aceite de oliva, el vino y la aceituna de mesa.
“A los grandes agricultores de Estados Unidos: prepárense para empezar a producir mucho más producto agrícola para vender DENTRO de Estados Unidos. Los aranceles se aplicarán a los productos externos el 2 de abril. ¡Divertíos!”, escribió Trump en su mensaje, sin especificar qué productos estarán sujetos a los nuevos gravámenes ni si habrá excepciones.
España exporta productos agroalimentarios a EEUU por un valor superior a los 3.500 millones de euros anuales; de este total, el aceite de oliva representa la partida más importante, con ventas de 1.013 millones de euros; seguido del vino (335 millones de euros) y la aceituna de mesa (más de 200 millones de euros)
España exporta productos agroalimentarios a EEUU por un valor superior a los 3.500 millones de euros anuales, según datos de Datacomex de 2024. De este total, el aceite de oliva representa la partida más importante, con ventas de 1.013 millones de euros, seguido del vino (335 millones de euros) y la aceituna de mesa (más de 200 millones de euros). Otros sectores relevantes incluyen el hortofrutícola, con 74 millones en exportaciones, y los moluscos congelados, con 84 millones.
Preocupación en el campo español
El anuncio ha generado preocupación en el sector agrario español. El secretario general de COAG, Miguel Padilla, ha señalado que se trata de “una mala noticia, aunque previsible”, y ha advertido que esta decisión “tendrá una repercusión importante en algunas producciones agrícolas españolas”. Según Padilla, “a la subida de los costes y la competencia desleal, esto es una nueva losa que viene encima”. Por ello, ha instado al Gobierno de España y a la Unión Europea a adoptar medidas diplomáticas y comerciales para mitigar el impacto de estos aranceles.
Por su parte, el secretario general de UPA, Cristóbal Cano, ha pedido cautela y ha recordado que “Trump ha cambiado de opinión incluso a las pocas horas de hacer algunos anuncios, por lo que hay que esperar a ver en qué se concreta esta vuelta de tuerca”. No obstante, ha instado a la Comisión Europea a reaccionar con firmeza y ha advertido que la situación “no debería haber pillado por sorpresa a Bruselas”, ya que la administración estadounidense lleva tiempo anunciando este tipo de medidas.
Una política arancelaria cada vez más agresiva
El anuncio de Trump se suma a una serie de medidas proteccionistas impulsadas desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero. En las últimas semanas, ha impuesto un arancel del 10% a las importaciones chinas y ha anunciado que lo elevará al 20% en breve. Además, este martes podría aprobar un arancel del 25% a las importaciones de México y Canadá, aunque la decisión aún está pendiente.
A falta de más detalles sobre los productos afectados y el alcance de la medida, las organizaciones agrarias insisten en la necesidad de que Bruselas adopte una respuesta firme para proteger los intereses de los productores europeos
El mandatario también ha fijado para el 12 de marzo la entrada en vigor de nuevos aranceles del 25 % sobre el acero y el aluminio. En febrero, además, anunció “aranceles recíprocos” contra los países que impongan gravámenes a los productos estadounidenses o establezcan barreras comerciales que Washington considere injustas, con la Unión Europea entre los principales afectados.
La posible imposición de estos aranceles a los productos agroalimentarios europeos, y en particular a los españoles, supone un nuevo reto para el sector, que ya enfrenta se desafíos como el encarecimiento de los costes de producción y la competencia de países con regulaciones más laxas. A falta de más detalles sobre los productos afectados y el alcance de la medida, las organizaciones agrarias insisten en la necesidad de que Bruselas adopte una respuesta firme para proteger los intereses de los productores europeos.
