Tres estudiantes de universidades valencianas, finalistas del premio ‘La ciencia en femenino’ de la Cátedra AgroBank al mejor TFM

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Las tres estudiantes se encuentran entre la seis finalistas a los 3.000 euros del galardón otorgado por la Cátedra AgroBank

Estudiante

Tres estudiantes de universidades valencianas optan al premio ‘La ciencia en femenino: Premio al mejor Trabajo Final de Máster’ de la Cátedra AgroBank. / ARCHIVO

Valencia Fruits. Redacción

Judit Rodríguez Párraga, estudiante del Máster en Tecnología y Calidad Agroalimentaria de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Marta Fernández Oliver, estudiante del Máster Universitario en Biotecnología y Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche, y Ana María Yélamos León, estudiante del Máster universitario en ingeniería agronómica impartido por la Universidad Politécnica de Valencia, han sido seleccionadas como tres de las seis finalistas del galardón ‘La ciencia en femenino: Premio al mejor Trabajo Final de Máster’, que reconoce los mejores Trabajos Finales de Máster (TFM) en el ámbito agroalimentario.

Este galardón, impulsado por CaixaBank y la Universitat de Lleida a través de la Cátedra AgroBank ‘Calidad e Innovación en el sector agroalimentario’, respalda a las mujeres científicas que trabajan en los campos de la agricultura, la ganadería y la alimentación, promoviendo de esta manera la equidad de género en el ámbito científico. Los galardones, que celebran este año su quinta edición, buscan reconocer la excelencia femenina entre las alumnas que hayan cursado un máster sobre el sector agroalimentario, impulsando así su carrera profesional y promoviendo la visibilidad y el desarrollo de sus investigaciones.

Las estudiantes competirán por un premio de 3.000 euros, otorgado por la Cátedra AgroBank, destinado al mejor TFM por su innovación, calidad o interés para la seguridad alimentaria.

Las finalistas

Judit Rodríguez.

En este contexto, el trabajo de final de máster de Judit Rodríguez Párraga, titulado “Harina de insectos (Acheta domesticus y Tenebrio molitor) como nuevo ingrediente en el desarrollo de productos cárnicos”, ha sido seleccionado entre un total de 34 candidaturas. El trabajo propone las harinas del grillo común (A. domesticus) y del gusano de la harina (T. molitor) como una alternativa sostenible, nutritiva y funcional en el desarrollo de nuevos productos cárnicos como solución al futuro crecimiento de la población mundial y a la falta de recursos agrícolas.

En definitiva, el trabajo concluye que las harinas de insecto son un ingrediente potencial por su contenido proteico y sus propiedades tecnofuncionales, pudiendo servir para el desarrollo de productos cárnicos híbridos más saludables y sostenibles. Aunque su incorporación provoca cambios de color significativos en los productos y modificaciones sensoriales, su desarrollo debe orientarse hacia la incorporación de otros ingredientes, como las especias, que mitigen estos cambios o bien, a reducir la concentración incorporada.

Marta Fernández Oliver.

Otro de los trabajos finalistas es el de Marta Fernández Oliver, titulado “Identificación de alteraciones metabólicas implicadas en el proceso infeccioso y la resistencia en rodaballo para el diseño de terapias inmunometabólicas”.

En este sentido, la implicación de los resultados de este trabajo al conocimiento actual sobre las infecciones puede contribuir a mejorar la resistencia de los peces a las infecciones, así como a reducir el uso de antibióticos y promover prácticas sostenibles de la acuicultura.

Ana María Yélamos León.

Por último, ha resultado finalista el trabajo de Ana María Yélamos León, titulado “Desarrollo de biofactorías fúngicas para la producción de cócteles enzimáticos de interés en agroalimentación”. El trabajo se ha centrado en la utilización de hongos filamentosos para la producción de mezclas de enzimas de interés agroalimentario a partir del salvado de arroz, un subproducto de la industria arrocera.

Los resultados indican que la mayoría de las 16 especies de hongos analizadas mostraron actividad celulolítica y xilanolítica, destacando el potencial de estos hongos para aplicaciones en la industria agroalimentaria.