Este proceso es clave para la polinización y la futura cosecha de cerezas y picotas

A nivel social y económico, la floración de los cerezos es también un momento de especial relevancia para la comarca, ya que marca el inicio de la campaña agrícola. / ARCHIVO
Efeagro.
La floración de los cerezos en el Valle del Jerte marca el inicio de un proceso agronómico fundamental para la producción de cerezas y picotas en esta comarca cacereña. Con más de un millón y medio de árboles, este fenómeno natural no sólo atrae el interés turístico, sino que también determina la calidad y cantidad de la cosecha.
El inicio de la floración está condicionado por las temperaturas invernales y las precipitaciones. Lo habitual es que ocurra entre la segunda quincena de marzo y la primera de abril, aunque las variaciones climáticas pueden adelantar o retrasar el proceso. Este año, los primeros árboles en florecer han sido los de las zonas más bajas y cálidas del valle, como Valdastillas, Rebollar y Navaconcejo, según informan los técnicos de la Oficina de Turismo de la Mancomunidad del Jerte.
El periodo de floración es crítico para la polinización y posterior cuajado del fruto. Durante estos días, la actividad de los polinizadores, especialmente las abejas, resulta esencial para garantizar una fecundación óptima. Factores como lluvias excesivas o vientos fuertes pueden reducir la eficiencia del proceso, afectando directamente a la producción.
La distribución de las variedades de cerezos en el valle también influye en la dinámica de la floración. Existen variedades de floración temprana y tardía, lo que contribuye a escalonar la recolección y optimizar la comercialización de la fruta. La diversidad genética es clave para mejorar la resistencia a factores climáticos adversos y garantizar una cosecha estable a lo largo de los años.
Para los agricultores del Valle del Jerte, este período supone una atención constante a las condiciones meteorológicas y a las posibles plagas que puedan afectar a la floración. Tratamientos preventivos y prácticas agronómicas adecuadas son fundamentales para asegurar un correcto desarrollo del cultivo.
A nivel social y económico, la floración de los cerezos es también un momento de especial relevancia para la comarca, ya que marca el inicio de la campaña agrícola. La Fiesta del Cerezo en Flor, de Interés Turístico Nacional, celebra la importancia de este ciclo natural y su relación con la identidad local.