“El aguacate en España hoy”, por Paco Borrás

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El consultor hortofrutícola, Paco Borrás, habla sobre la evolución del cultivo del aguacate, así como su producción, exportación, importación y consumo

España se ha visto arrollado por la moda del aguacate y, además, lo ha hecho sacándole un gran partido a la producción propia y va camino de convertirse en líder de la comercialización europea. / Archivo

Paco Borras (*)

“El aguacate, la fruta que explica el mundo”. Este titular encabezaba el artículo principal del 6 de abril en El País Semanal. La portada era una foto, no demasiado agraciada, de un aguacate partido por la mitad. De esta forma daba paso a un artículo, muy bueno y detallado, por cierto, de un producto que ha revolucionado el mundo de la hostelería y ha entrado en la mayoría de los frigoríficos de hogares de muchos países que no son productores de aguacates. 

España se ha visto arrollada por esta moda y, además, lo ha hecho sacándole un gran partido a la producción propia, al mismo tiempo que, como país líder en producción en el continente europeo y en el Mediterráneo, va camino de convertirse en líder de la comercialización del producto en Europa. 

Hace escasamente una década, en 2015, Europa importó 598.529 toneladas lideradas por los Países Bajos con 144.000; Francia, 116.000; España, 60.000 toneladas y Alemania, 48.000. Evidentemente los Países Bajos jugaban su histórico papel de reexportación. El año pasado 2024 Europa importo 1.539.217 toneladas de aguacate y, aunque los Países Bajos fueron líderes con 388.000 t, el segundo país importador fue España con 262.000 toneladas de importación a las que se incorporaron las más de 120.000 toneladas de producción propia y con los que España ya igualó en total la cifra holandesa. Francia les sigue con una importación de 202.000, Alemania con 185.000 mientras que Reino Unido con 134.000 cierra la lista de países que ya importan más de 100.000 toneladas. 

En los últimos cuatro años la producción española se ha movido entre las 100 y las 120 mil toneladas, pero si tenemos en cuenta las nuevas plantaciones, España está cerca de las 21.000 hectáreas con lo que podría acercarse a las 160.000 toneladas de producción propia antes de 2030

Producción en España

En los últimos cuatro años la producción española se ha movido entre las 100.000 y las 120.000 toneladas, pero si tenemos en cuenta las nuevas plantaciones que se han desarrollado fundamentalmente en la Comunidad Valenciana (4.000 hectáreas aprox.) y las de la Cádiz y Huelva (otras 4.000 hectáreas aprox.), España está cerca de las 21.000 hectáreas con lo que podría acercarse a las 160.000 toneladas de producción propia antes de que llegue 2030. 

Producción, importación y exportación 

Podemos observar la evolución de los últimos 25 años por periodos quinquenales de estas cifras en el cuadro 1.

Un primer dato es que a finales del siglo pasado apenas se comían aguacates en España ya que exportábamos el 78% de los que se producían y ahora se exportan muchos más que los que se producen por la gran actividad reexportadora. 

Si observamos la importación sólo toma relevancia ya entrado el actual siglo y ya en la última década las importaciones superan la producción propia y en los últimos 5 años la duplican. La razón es que no sólo se están usando las importaciones para mantener los lineales domésticos abastecidos durante los doce meses del año sino que la actividad exportadora se mantiene activa también durante el año completo como vemos en la gráfica 1, donde combinamos los calendarios de exportación e importación del año 2024. 

Gráfica 1. Ritmo mensual de las importaciones y exportaciones de aguacates en 2024. / Fuente: Datacomex

La campaña española de producción va de diciembre a marzo, y durante ese periodo las exportaciones españolas llegan a las 15.000 t mensuales y las importaciones se quedan en unas 12.000 t

La campaña española de producción va de diciembre a marzo, fundamentalmente, y vemos como durante ese periodo las exportaciones españolas llegan a las 15.000 toneladas mensuales y las importaciones se quedan alrededor de las 12.000 toneladas mensuales. Los meses que España no tiene cosecha, las importaciones se mueven en la horquilla entre las 25 y las 30.000 toneladas, de las cuales unas 10.000 son reexportadas. 

El destino de las exportaciones españolas lo podemos ver en el cuadro 2.

Las exportaciones españolas de todo el periodo van al continente europeo y a Marruecos. Las cargas a Marruecos se realizan entre abril y noviembre, fuera de su propia campaña y son la mayoría reexportaciones. 

Francia continúa con su 40% sobre el total el primer destino seguido de los Países Bajos, que han creado una estructura de maduración ligada a la propia logística que abastece con regularidad a gran parte de Europa Central y a todos los países ribereños del mar Báltico. Como se puede observar, el resto de los países crecen, muchos desde cifras muy pequeñas. 

El descenso que se observa con Escandinavia y las repúblicas bálticas tiene que ver directamente con su incremento de consumo. A principios de este siglo, los cuatro países escandinavos y las tres repúblicas bálticas importaban sólo 19.000 toneladas y encontraban una buena logística desde España para combinar con cítricos u hortalizas. En 2010 ya importaban 38.000 toneladas y en 2024 más de 70.000. Esta evolución ha hecho que de un consumo de 0,612 kg per cápita ahora estén en 2,22 kg. Dicho volumen ha permitido que la zona empiece a realizar las importaciones directamente de ultramar o de los centros de maduración holandeses y las exportaciones españolas se reduzcan a la campaña española de recolección. 

El origen de las importaciones españolas lo vemos en el cuadro 3. Después de Perú, Marruecos, ligeramente más precoz que el país español, se incorpora en general a la cosecha nacional y suele comercializarse más como reexportación que para el consumo doméstico.

Las reexportaciones que llegan desde los Países Bajos y Portugal son casi todas del hemisferio sur y dejan a Perú como el principal proveedor, seguido de Colombia, Chile y Kenia. 

Los datos de México al haber realizado un promedio quinquenal indican la tendencia, pero la realidad de los últimos tres años es que han bajado mucho las importaciones situándose en sólo 3.225 toneladas el año pasado, fundamentalmente por la gran demanda que este país ha tenido desde Estados Unidos. Vamos a ver qué pasa con los aranceles Trump.

El consumo en España

Tenemos dos formas de analizar la evolución del consumo, el panel del Ministerio de Agricultura sobre el consumo en los hogares y una forma más burda que es considerar el consumo bruto anual que es la suma de la producción local más las importaciones restando las exportaciones. Si observamos el panel del Ministerio en la gráfica 2, podemos ver la evolución. 

Gráfica 2. Consumo de aguacates en los hogares. / FUENTE: Panel del Ministerio de Agricultura

En sólo 15 años los hogares españoles han pasado de consumir 0,66 kg a 2,01 kg per cápita. Es interesante observar como el gran crecimiento se da a partir de mitad de este periodo ya que mientras del 2014 al 2017 se crece un 44%, del 2017 hasta 2024 el crecimiento ha sido del 111%. 

En el cuadro 4 podemos ver la evolución del consumo bruto de los últimos 25 años por quinquenios. No sorprende que salga casi el doble de consumo bruto per cápita que en los hogares porque la importancia de todos los canales Horeca y el peso del guacamole es muy importante. 

¿Por qué ha crecido tanto el consumo en España?

Entre las razones destacan las siguientes:

– Entre los consumidores se ha creado la imagen de producto sano y, en particular, de sus grasas.

– En Europa no ha habido grandes campañas de marketing, pero la influencia mediática de las campañas americana, Super Bowl y otras, han sido noticias a nivel mundial.

– Aunque desde el punto de vista agronómico y desde la mirada de las estadísticas comerciales es una fruta, su consumo se ha ubicado lejos de la mayoría de las frutas, más cercanas al postre. Sus usos impulsados por la restauración han encontrado una gama de platos y horarios de uso muy amplio. No son competencia de las grandes frutas clásicas como bananas, naranjas, manzanas, melones u otras.

– Los untables relacionados con el aguacate y, en particular, el guacamole han entrado de lleno en todos los segmentos de edad.

– La uniformidad de la variedad, ya que la inmensa mayoría del aguacate que se exporta es de la variedad Hass. Para el consumidor ver una imagen similar a lo largo de los doce meses del año, independientemente del origen, le genera una confianza por regularidad frente a otras frutas con una mayor variación de variedades e imágenes según el momento.

– Y, desde mi punto de vista, ha sido decisivo que el sector en sus diferentes pasos en la cadena hasta entregar el producto al consumidor, ha sabido elaborar un artículo listo para comer (ready to eat), frente a los aguacates verdes que se comercializaban antes y que cuando llegaban a la casa algunos maduraban bien y otros no tanto.

No sé si la frase del mencionado artículo de El País Semanal es algo exagerada, pero ahí queda: “El aguacate se ha convertido en el gran termómetro de nuestra sociedad”. 

(*) Consultor hortofrutícola

Acceso a la noticia en las páginas 2-3 del dossier de Aguacate en el ejemplar de Valencia Fruits. 

Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits