Cumple con las expectativas del consumidor: sin pepitas, buen aspecto, sabor dulce, crujiente y sostenible

España es uno de los principales productores de uva sin semilla, en volumen y en número de variedades autorizadas. / NR
Nerea Rodriguez. Redacción.
Hace apenas tres décadas, comer una uva sin semilla parecía una excentricidad. Hoy, sin embargo, resulta casi extraño encontrar una con pepita en los lineales de los supermercados. La uva apirena —es decir, sin semilla— ha pasado de ser una rareza botánica a protagonista indiscutible en el mundo de la fruta fresca, transformando hábitos de consumo, técnicas agrícolas y mapas de exportación.
La revolución ha sido silenciosa, pero imparable. Lo que comenzó como una mejora varietal en los campos de California, ha terminado por redibujar el mercado global. España ha sido uno de los actores más importantes en esta historia, tanto por su capacidad de producción como por su adaptación a las nuevas demandas del consumidor.
La historia de la uva sin pepitas se remonta a finales del siglo XIX, cuando en California se desarrolló la variedad Thompson Seedless, considerada un hito en la evolución de este cultivo
Del laboratorio al lineal
La historia de la uva sin pepitas se remonta a finales del siglo XIX, cuando en California se desarrolló la variedad Thompson Seedless, considerada un hito en la evolución de este cultivo. Según la firma Martina Trader, en el artículo de su página web “La historio de la uva sin pepita”, esta variedad sirvió de base para los posteriores desarrollos genéticos que, con hibridaciones y selecciones cuidadosas, permitieron consolidar uvas dulces, jugosas, de buena textura… y sin semillas.
España adoptó pronto esta tendencia, sobre todo en regiones de regadío como Murcia, Almería y Castilla-La Mancha. Tal como recoge la misma fuente, los viticultores nacionales vieron en esta innovación una oportunidad para diferenciarse en los mercados internacionales, donde la demanda crecía rápidamente.
Hoy, España es uno de los principales productores europeos de uva sin semillas, tanto en volumen como en número de variedades autorizadas. Y lo que antes se producía casi exclusivamente para exportación, ahora se queda cada vez más en casa: según datos del grupo El Ciruelo, el 70% de la uva consumida en el mercado nacional es ya sin semillas, un cambio drástico si se tiene en cuenta que hace apenas diez años su consumo interno era anecdótico.
Claves del éxito
El fenómeno apireno no se explica sólo por la genética. Su éxito es a una combinación de factores: un sabor agradable, poder consumirla sin interrupciones, su buena conservación y su versatilidad en la cocina.
Desde Moyca, uno de los líderes en el sector, lo tienen claro: “Cada vez más personas en todo el mundo eligen uvas sin semillas como parte habitual de su dieta. No es una moda: es el resultado de una combinación perfecta entre innovación agrícola, beneficios nutricionales y experiencia de consumo”. La empresa murciana trabaja con más de 40 variedades diferentes —desde clásicas como Sweet Globe o Autumn Crisp, hasta otras más llamativas como Cotton Candy® o Funny Fingers®— y defiende un modelo de producción basado en la sostenibilidad, la calidad y la innovación.
A sus cualidades organolépticas se suman beneficios nutricionales ampliamente reconocidos: antioxidantes, vitaminas C, K y B6, potasio y un alto contenido en agua, que convierten a esta fruta en una alternativa natural y saludable frente a los snacks procesados.
Reto técnico
La uva apirena no sólo exige más en el campo de la innovación varietal. También supone un reto técnico considerable en el cultivo. Como recoge Plataforma Tierra, la demanda del mercado impone una fruta homogénea, de buen aspecto, apta para la conservación y cultivada con prácticas sostenibles. Para cumplir con ese estándar, los productores han tenido que adaptar sus métodos.
La mayoría de las variedades sin semillas requieren técnicas específicas que incluyen tratamientos con giberelinas para el engorde de bayas, operaciones en verde para el equilibrio vegetativo, anillado del tronco y un cuidadoso manejo del dosel vegetal. Además, el cultivo en invernaderos tipo parral con cubierta multicapilla ha permitido mejorar el microclima, proteger los racimos del agua de lluvia y ampliar el calendario de producción, ofreciendo fruta en momentos clave para el mercado.
Variedades como Superior o Flame (tempranas), Crimson Seedless, Autumn Royal o Timpson (de media estación), y otras más tardías como Scarlotta o Adora Seedless, dominan el panorama varietal. Y el sector no deja de renovarse: Ralli, Midnight Beauty, Sweet Celebration o Itumfive son algunos de los nombres que han irrumpido en los últimos años.
En el hemisferio sur
Pero el fenómeno de la uva sin semillas no se limita al Mediterráneo. En la última década, el hemisferio sur ha sido un hervidero de cambios. Según el análisis elaborado por las ingenieras agrónomas, Carolina De Francesco y Betina Ernst, países como Perú, Sudáfrica y Chile han reconfigurado el mapa exportador global, impulsados en gran parte por la demanda de uva apirena.
Chile, líder tradicional del sector, ha visto cómo sus exportaciones pasaban de más de 800.000 toneladas hace una década a apenas 534.000 en la última campaña —una caída del 35%— debido a la competencia, los problemas hídricos y la dificultad para adaptarse al recambio varietal.
Frente a ese declive, Perú ha protagonizado una expansión espectacular. En apenas diez años ha multiplicado por cinco sus exportaciones, alcanzando las 470.000 toneladas. Lo ha logrado gracias a su clima estable, la disponibilidad de tierras, menores presiones fitosanitarias y una apuesta firme por variedades patentadas sin semilla.
Sudáfrica, por su parte, ha aumentado un 60% sus exportaciones desde 2010 y ha logrado estabilizar su oferta con cosechas distribuidas en distintas regiones del país, lo que le permite amortiguar los efectos del clima y mantener una producción regular.
Brasil, aunque con menores cifras, ha mantenido un volumen estable de entre 30.000 y 60.000 toneladas al año, gracias a un fuerte consumo interno y una oferta bien adaptada, y tambiése ha convertido en otro proveedor importante en exportación.
Acceso a la noticia en la página 7 del dossier de Uva en el ejemplar de Valencia Fruits.
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