Las condiciones climáticas y los efectos de enfermedades como la monilia hacen estragos en la almendra de Aragón

La almendra de Aragón afronta una mala campaña. / Archivo
EFEAGRO.
La cosecha de almendra en Aragón se enfrenta este año a una de sus peores campañas, con una merma de hasta el 90% en las variedades tardías a causa de las condiciones climáticas y los efectos de enfermedades como la monilia, según ha advertido la organización agraria ARAGA.
Así lo atestigua Víctor Corbacho, agricultor de Las Pedrosas (Zaragoza), quien apunta que en su zona, sobre todo en el secano, se acumulan pérdidas del 80 al 90% en las variedades más tardías, con la pérdida total en algunos casos.
No obstante, ha destacado que la escasa producción que ha resistido presenta buena calidad, con frutos de gran tamaño y peso.
También David Aísa, agricultor de Luna, ha calificado la campaña de “bastante mala” y se plantea si “merece la pena recoger”.
Además de los problemas de producción, ha denunciado la falta de almendros para reponer y el alto coste de adquirir nuevos árboles, una situación que achaca a la presión de las grandes explotaciones.
José Mairal, productor en Almonacid de la Cuba y Quinto, ha lamentado las consecuencias del hielo, el granizo y las lluvias, que han agravado los daños en el campo.
A estos factores se suma la baja rentabilidad, con precios que, según Corbacho, “escasamente dan para cubrir costes”.
Desde Luna, Aísa ha denunciado que las grandes explotaciones les dejan «sin almendros para reponer”, mientras crece la preocupación por los cultivos impulsados por fondos de inversión ajenos al sector agrario.
“La veo complicada”, resume Aísa sobre la continuidad del almendro, mientras Mairal, con 25 años de experiencia, también admite un “futuro incierto”.
Y es por lo que la organización agraria ARAGA reclama medidas urgentes y más apoyo institucional para garantizar la viabilidad de las pequeñas explotaciones.