Las altas temperaturas reducen la producción entre un ocho y un 10 por ciento por hectárea en relación al año pasado en la comunidad extremeña

Las olas de calor como la acontecida a inicios de julio o la del primer tramo de agosto dificultan el crecimiento del tomate. / VF
Efeagro.
Las condiciones climáticas provocarán que la producción de tomate descienda, según las previsiones, entre un ocho y un 10 por ciento por hectárea en relación al año pasado en la comunidad extremeña.
El presidente de Asaja Extremadura, Angel García Blanco, ha manifestado a EFE que el retraso en el inicio de la campaña que ya ha arrancado, como consecuencia de la incidencia de la continuidad de las lluvias durante el primer semestre del año, ha provocado que el calor incida de mayor forma este año.
De esta forma, olas de calor como la acontecida a inicios de julio o la del primer tramo de agosto dificultan el crecimiento de todo el tomate “aunque se riegue lo suficiente”, ha expresado.
Ante esta tesitura “será complicado que se lleguen a los 100.000 kilos de tomate por hectárea” este año.
Esta circunstancia llega en un ejercicio donde “se ha contratado menos cantidad, debido a los precios, en torno a los 120 euros/tonelada”, lo que ha propiciado designar unas 19.820 hectáreas, casi 3.000 hectáreas menos en relación al año pasado.
La contratación prevista, 1,84 millones de toneladas, podría no alcanzarse a tenor de los rendimientos por hectárea previstos, aunque en este sentido García Blanco ha afirmado que “una cosa es el compromiso de producción y otra lo que finalmente se consigue”.
En el ámbito de los precios, el presidente de Asaja Extremadura ha alertado además de la incidencia que puede provocar “el cada vez mayor ofrecimiento de tomate chino a nivel mundial a cotizaciones muy baratas”, lo que afectará a los precios futuros a los que se contrate, y por tanto a la producción prevista.
La campaña se ha iniciado a principios de la primera semana de agosto en la zona del norte de Extremadura (Alagón-Arrago y Tiétar), a la que ha seguido la recolección en las Vegas del Guadiana días después.
El otro gran cultivo extremeño afectado por la continuidad de las lluvias ha sido la aceituna para almazara, ha manifestado, pues de las previsiones iniciales se ha pasado a unas expectativas “de una producción normal, en torno a unas 80.000 toneladas en Extremadura”.
El aceite, junto al vino, puede ser además el producto agroalimentario extremeño más afectado por la subida de los aranceles instaurados por el presidente estadounidense, Donald Trump, a la espera ahora de conocerse si “Europa es capaz de establecer el ‘arancel cero’ para la agroalimentación”.