“Podemos dar buenas noticias”, por Cirilo Arnandis

Gustavo Ferrada FA 25
Livingstone
AGROPONIENTE FA

El Presidente Frutas y Hortalizas Cooperatives Agroalimentaries, Cirilo Arnandis, habla sobre la nueva campaña citrícola 2025/2026

Cirilo Arnandis (*)

De un tiempo a esta parte nuestro sector y la sociedad en general están instalados en un escenario donde las malas noticias, la tensión y la crispación suelen ser los elementos dominantes. Parece como si dar una buena noticia fuera inadecuado o políticamente incorrecto, aunque estas existan, y sin que por ello se tenga que ocultar la realidad de las cosas. Desarrollar una actividad en el mundo rural y, de modo más concreto, producir y comercializar alimentos no está exento de dificultades, tensiones y estrés, lo que no debe de impedir que si hay un suceso que nos genere alegría se pueda exponer sin necesidad de ser criticado, recordando los problemas propios de nuestra actividad. A fin de cuentas, es sabido que una mentalidad optimista libera tensiones y funciona como un reductor del estrés de modo natural, lo que beneficia el estado de salud en general.

“El Ministerio de Agricultura ha anunciado un aforo de algo menos de cinco millones y medio de toneladas, lo que supone una reducción del 10,7% sobre el balance provisional de la campaña recientemente finalizada, y que se sitúa en poco menos de 6,1 millones de toneladas. Será la campaña más corta de los últimos 16 años”

Recientemente, y a modo de pistoletazo de salida de la campaña citrícola española, las distintas Administraciones han ido informado de la previsión de cosecha de cítricos para la campaña 2025–2026. Fue el Ministerio de Agricultura el primero en aparecer en escena, anunciando un aforo de algo menos de cinco millones y medio de toneladas, lo que supone una reducción del 10,7% sobre el balance provisional de la campaña recientemente finalizada, y que se sitúa en poco menos de 6,1 millones de toneladas. Será la campaña más corta de los últimos 16 años. Sobre grupos varietales, el mayor descenso se fija en el limón, con un 14,7%, destacando el Verna donde la reducción es del 29,9%. Las naranjas minoran su expectativa de producción en un 11,6%. Por lo que respecta a los pequeños cítricos, el descenso es del 8,16%, siendo el dato más significativo el descenso de las satsumas. Como toda regla tiene su excepción, la previsión de cosecha de pomelo se espera que aumente un 8%.

Por comunidades autónomas, lidera el volumen productivo la Comunitat Valenciana, con el 46% del total nacional, pese a presentar un descenso en su producción del 8%, y donde su producto más característico, las mandarinas, minoran un 9,3%. El mayor descenso en la previsión de cosecha se da en Andalucía, con un 13,5%, y donde su principal cultivo, las naranjas, minoran un 17,3%. A continuación, la Región de Murcia, donde las estimaciones apuntan a un descenso de un 10,8%, siendo su producto más emblemático, el limón, donde la variación es más acusada con un 13,1% menos. Más allá de los datos de este ejercicio, es de significar la tendencia negativa en el volumen de producción citrícola español en las últimas campañas. Las causas hay que buscarlas principalmente en el clima. Lluvias importantes en el mes de marzo y temperaturas demasiado altas a continuación, aderezadas con algún granizo en este verano. Según la AEMET, la Agencia Estatal de Meteorología, el verano de 2025 se ha convertido en el más cálido de la serie histórica iniciada en 1961. No obstante, el abandono y la ausencia de relevo generacional tienen también su influencia, a la espera de lo que pueda ocurrir con las nuevas plantaciones, que también las hay.

“Lejos quedan los datos de la campaña 2021-2022, donde se superaron los siete millones de toneladas de producción. Ello conllevó un desarrollo comercial desastroso a la vista de cotizaciones y dinámica de mercado, quedándose incluso fruta en el árbol que no fue recolectada”

“Desde entonces, como cifra máxima se ha llegado a los seis millones de toneladas, siendo la campaña que vamos a empezar la de menor cosecha del ciclo. Esto ha permitido una dinámica comercial aceptable o, cuanto menos, ausente de sobresaltos”

En el pasado más reciente, parece que quedan lejos los datos de la campaña 2021-2022, donde se superaron los siete millones de toneladas de producción. Ello conllevó un desarrollo comercial desastroso a la vista de cotizaciones y dinámica de mercado, quedándose incluso fruta en el árbol que no fue recolectada. Desde entonces, como cifra máxima se ha llegado a los seis millones de toneladas, siendo la campaña que vamos a empezar la de menor cosecha del ciclo. Esto ha permitido una dinámica comercial aceptable o, cuanto menos, ausente de sobresaltos. Es en este mismo escenario donde se mueven las perspectivas sobre lo que se espera en relación al desarrollo de esta campaña, que bien podemos decir que a priori son alentadoras. Vemos como el mercado está animado lo que, no cabe duda, es una buena noticia para los agricultores y para los comercializadores.

“Por lo que respecta a nuestros competidores parece que las noticias que llegan están en la línea de propiciar una buena campaña citrícola para España”

Por lo que respecta a nuestros competidores parece que las noticias que llegan están en la línea de propiciar una buena campaña citrícola para España. Sin desear el mal para nadie, Turquía ha padecido episodios de bajas temperaturas en abril y Marruecos trae cosecha también corta debido a la sequía, con un coste alto del agua en el caso de las desaladoras. Egipto puede ser en principio una amenaza, teniendo en cuenta su creciente potencial productivo y el bajo precio que nos tiene acostumbrado en sus envíos a Europa a partir del mes de abril. No obstante, el país norteafricano va a poner en marcha en este año dos nuevas fábricas de concentrado de zumo de naranja, lo que puede aliviar el volumen de oferta en fresco que puede tener como destino el viejo continente. Este hecho, sumado a la posibilidad de que se den mejores condiciones que permitan rebajar las tensiones habidas en el Mar Rojo, facilitará la remisión de un mayor volumen de fruta hacia mercados tradicionales en el Este geográfico. Como consecuencia, esto puede minorar la presión egipcia en el mercado fresco europeo. El resto de producciones mediterráneas, caso de Grecia, por ausencia de lluvias, e Italia, se alinean en la tesis de que esta puede sernos una buena campaña.

El otro colectivo de competidores son los principales países productores del hemisferio sur, siendo los más significativos Sudáfrica y Brasil. Por lo que respecta del primero, ya ha anunciado la finalización de sus envíos de naranja, aunque ya sabemos que esta noticia siempre hay que matizarla. Pese a ello, será importante ver cómo se da esta transición de la fruta de Sudáfrica a la nuestra ya que, si bien parece que en el caso de las naranjas puede ser adecuada, no hay que ser tan optimista en el caso de los pequeños cítricos. No obstante, hasta que dentro de un mes podamos alcanzar nuestra velocidad de crucero vamos a ver qué ocurre. Sudáfrica también es de esos países con una política expansiva en nuevas plantaciones y que debe estar atento los giros que dan los políticos en relación con la cuestión de los aranceles. Así, mientras el presidente Trump ha tenido a bien gravar a este país con un arancel del 30% para sus cítricos, Europa se los elimina, haciendo más atractiva el mercado comunitario como destino. Y es que mientras Sudáfrica remitió a Europa una cantidad sostenida, pero creciente de naranjas, en los últimos diez años ha triplicado estas cantidades. Por cierto, que habría que ir reaccionando desde Bruselas a la cantidad de fruta interceptada proveniente de este país por los distintos servicios de control europeos.

Brasil es sin duda el referente a tener en cuenta en la otra parte del Atlántico, no por sus exportaciones en fresco de fruta fresca, sino por que lidera el ámbito de la exportación mundial de zumo de naranja. Durante la última campaña este mercado internacional se ha caracterizado por una escasez de oferta, inferior a la demanda, lo cual ha tenido también su repercusión en las cotizaciones del mercado fresco. Pero pese a que las plantaciones de este país sufren de modo endémico la enfermedad conocida como HLB, la cual no tiene cura y cuya única posibilidad de lucha es tratar y tratar contra el insecto vector que la transmite, ésta no ha sido la cusa última del descenso de producción sino más bien cuestiones de índole climática. Esta recuperación brasileña del potencial productivo previsto para su próxima campaña, aunque coincidirá con las ventajas derivadas del Acuerdo entre UE y Mercosur, será transformada de modo paulatino, con lo que la superación del actual equilibrio del mercado debe ser sostenida en el tiempo. 

Y hablando de Mercosur conviene recordar las matizaciones mutuas respecto de lo firmado realizadas a ambas partes del Atlántico. Mientras que desde Bruselas se habla de cautelas en forma de cláusulas de salvaguardia, en el caso que las exportaciones de Mercosur a Europa crezcan de forma significativa, la otra parte firmante manifiesta que en relación con este tema “deben de atenerse a lo pactado” y a las normas de la Organización Mundial del Comercio. Mucho me temo que puedan tener más razón nuestros colegas sudamericanos si nos atenemos a las últimas manifestaciones realizadas por la presidenta de la Comisión Europea en el último discurso del estado de la Unión ante el Parlamento Europeo. Así, en un ejemplo insuperable de coherencia, a la vez que reconoce el papel crucial de los agricultores, los cuales “se enfrentan a vientos adversos: desde los elevados costes de los insumos, hasta la burocracia y la competencia desleal”, vemos como se firma un acuerdo con Mercosur con graves riesgos para nuestros cítricos, se firma otro acuerdo arancelario con Estados Unidos donde Europa ha claudicado, y se presenta una PAC con menos recursos económicos, digan lo que digan Ursula von der Leyen y Christophe Hansen.

Visto como nos las juegan quienes tienen que defender nuestros intereses en Bruselas, el mayor elemento de defensa que tenemos es la unidad de acción del sector. Y esta es la sensación que se dio en la última reunión de la semana pasada en el Ministerio de Agricultura. Una imagen de coherencia, tan demanda, y que debe de tener su reflejo en la aprobación de la extensión de norma presentada por Intercitrus. Acabamos con una buena noticia, y es que el sector está haciendo los deberes, por lo que sería una pena que topara con la burocracia.

 (*) Presidente Frutas y Hortalizas Cooperatives Agroalimentaries