Productores y comercializadores coinciden en señalar que la oferta ha superado con creces a la demanda, lo que ha hundido los precios pese a la buena calidad de los frutos

En torno al 35 por ciento de la sandía y al 25 por ciento del melón podrían haberse quedado en el campo sin recolectar. / ÓSCAR ORZANCO
Valencia Fruits. Redacción.
La campaña de melón y sandía de 2025 en Castilla-La Mancha se ha saldado con pérdidas superiores a los 100 millones de euros, según el balance de la Lonja Agropecuaria Hortofrutícola y Cárnica de la región, tras la última sesión de la Mesa de Precios celebrada en Manzanares (Ciudad Real).
Los agricultores cierran un año marcado por precios en origen muy por debajo de los costes de producción, miles de toneladas de fruta sin recoger y la amenaza directa a la viabilidad de explotaciones familiares, tal y como ha señalado la Lonja Agropecuaria en un comunicado.
El coste de producción de un kilo de sandía se sitúa en torno a 0,34 euros y el del melón en 0,40 euros, mientras que las cotizaciones de mercado han quedado muy por debajo de estas cifras, obligando a los productores a trabajar a pérdidas. A esta situación se suma que en torno al 35 % de la sandía y al 25 % del melón podrían haberse quedado en el campo sin recolectar, lo que refleja la falta de salida comercial para gran parte de la producción.
El caso de la sandía resulta especialmente grave, con unas 3.400 hectáreas cultivadas y un coste medio de unos 17.000 euros por hectárea, las pérdidas totales de este cultivo superan por sí solas los 100 millones de euros. Pese al ligero aumento de superficie —unas 400 hectáreas más que en 2023—, este incremento no se ha traducido en rentabilidad, según destaca la Lonja Agropecuaria Hortofrutícola y Cárnica.
Productores y comercializadores coinciden en señalar que la oferta ha superado con creces a la demanda, lo que ha hundido los precios pese a la buena calidad de los frutos. Además, entre los factores que han agravado la situación, la Lonja apunta al solapamiento de la campaña con otras zonas productoras como Andalucía y Murcia, la inestabilidad climatológica y las dificultades en la exportación.