Entrevita al Secretario general de La Unió Llauradora i Ramadera, Carles Peris

Carles Peris explica que la competencia desleal de países terceros sigue siendo uno de los mayores retos del sector. / La Unió
Alba Campos. Redacción.
Las últimas cifras oficiales de la Conselleria sitúan el aforo en algo más de 2,5 millones de toneladas, un volumen inferior al de la pasada campaña ¿Las causas? El secretario general de La Unió Llauradora i Ramadera, Carles Peris explica que son múltiples: “los efectos del cambio climático, con episodios de estrés térmico, olas de calor en plena ‘escombrà’ (caída natural del fruto), y una pluviometría muy irregular”, entre otros. Todo ello englobado en un contexto de incertidumbre agronómica y comercial. Sin embargo, según explica Peris, hay buenas perspectivas de calidad y calibre de los cítricos, aunque “dentro de la prudencia”.
Valencia Fruits. ¿Cuáles son las previsiones para esta campaña citrícola en Valencia? ¿Hay buenas perspectivas?
Carles Peris. Las previsiones apuntan a un aforo inferior al de la pasada campaña y que sigue claramente por debajo de la media productiva histórica de la Comunitat Valenciana. Es cierto que las lluvias de las últimas semanas podrían mejorar ligeramente el calibre y obligar a revisar al alza el aforo en la segunda estimación, pero en cualquier caso hablamos de una producción limitada. Esta campaña, de nuevo, estará marcada por la escasez de fruta y por un contexto de incertidumbre agronómica y comercial.
VF. Se prevé una disminución de la producción de cítricos en la Comunitat Valenciana, y en la provincia de Valencia en particular. ¿Cuáles son las cifras más recientes y qué motivos explican esta caída?
CP. Las últimas cifras oficiales de la Conselleria sitúan el aforo en algo más de 2,5 millones de toneladas, un volumen inferior al de la pasada campaña. Las causas son múltiples, pero destacan los efectos del cambio climático, con episodios de estrés térmico, olas de calor en plena “escombrà” (caída natural del fruto), y una pluviometría muy irregular. A esto se suman daños localizados por pedriscos, el envejecimiento del arbolado, la pérdida de superficie citrícola y las dificultades crecientes para realizar un manejo agronómico eficaz frente a las plagas por la falta de materias activas y una estrategia biológica aún insuficiente. Todo ello conforma un cóctel que lastra los rendimientos.
VF. ¿Qué variedades afrontan mayores mermas o incrementos y por qué?
CP. En general, todos los grupos varietales presentan descensos de producción, especialmente las satsumas, las variedades tempranas y media temporada, seguidas de los híbridos y las navels. Sólo el grupo de naranjas blancas muestra una ligera recuperación, aunque insuficiente para compensar el descenso global.
VF. Respecto a la disminución de producción, ¿qué papel juega el factor superficie cultivada frente al rendimiento por árbol? ¿Se está reduciendo superficie o es más bien que el rendimiento baja?
CP. Ambos factores están influyendo de forma determinante. Por un lado, la Comunitat Valenciana sigue perdiendo superficie citrícola año tras año, especialmente en zonas con mayor presión urbanística o con parcelas pequeñas y poco rentables. Por otro, el envejecimiento de los árboles, la menor vitalidad de muchas explotaciones y la incidencia del cambio climático reducen el rendimiento por hectárea.
Desde La Unió reclamamos un plan de ayudas ambicioso para la reconversión varietal y la renovación de plantaciones, porque sin relevo productivo será imposible revertir esta tendencia.
VF. En cuanto a plagas y enfermedades, ¿qué impacto cree que tendrán en esta campaña? ¿Sigue preocupando el trips sudafricano?
CP. Las plagas siguen siendo uno de los principales quebraderos de cabeza del citricultor, tanto por el incremento de los costes de producción que implican como por las pérdidas derivadas de los destríos en almacén. El trips sudafricano continúa siendo motivo de preocupación, sobre todo en plantaciones jóvenes, donde causa deformaciones y reduce el potencial vegetativo. Además, seguimos padeciendo problemas graves con el cotonet de Sudáfrica, la mosca de la fruta, moscas blancas y arañas, que siguen sin un control biológico suficientemente eficaz. Sin más recursos para sanidad vegetal y sin una estrategia integral de control biológico real, será difícil contener su avance.
VF. ¿Qué previsión se tiene en cuanto a calibre y calidad?
CP. Las previsiones son positivas dentro de la prudencia. Las lluvias recientes han favorecido un mejor desarrollo del fruto y, por tanto, se esperan calibres adecuados y una buena calidad organoléptica, con niveles de zumo y grados brix óptimos. No obstante, la calidad final dependerá de que no se produzcan nuevos episodios de calor intenso o lluvias excesivas en los próximos meses, que podrían alterar el equilibrio del fruto.
VF. Respecto a precios, ¿qué cotizaciones en origen se están observando para la provincia de Valencia, y cómo contempla La Unió que estos precios repercutan en la rentabilidad de los productores?
CP. Las perspectivas son, en principio, favorables. La menor oferta en el hemisferio norte y la reducción de producción respecto a la campaña pasada deberían permitir una estabilidad de precios tanto en origen como en destino. Si la demanda se mantiene en niveles normales, no deberían producirse grandes distorsiones de mercado. Sin embargo, advertimos que la rentabilidad no será homogénea: solo aquellos productores con rendimientos óptimos podrán cubrir costes y obtener beneficios reales. Muchos citricultores, con producciones medias bajas, seguirán en el límite de la viabilidad económica.
VF. ¿Cree que esos precios son suficientes para compensar los crecientes costes de producción? ¿Qué margen de rentabilidad real tienen las explotaciones?
CP. Los precios actuales sólo serían suficientes si las explotaciones alcanzaran rendimientos medios elevados, algo que hoy no su cede en buena parte del territorio valenciano. El incremento continuado de los costes (energía, fertilizantes, mano de obra, fitosanitarios) ha erosionado gravemente los márgenes del agricultor. Necesitamos medidas estructurales que impulsen la modernización y la eficiencia, pero también políticas que garanticen precios justos en origen y una distribución equitativa del valor a lo largo de la cadena.
VF. En cuanto a la competencia internacional, ¿qué papel están jugando las importaciones de terceros países en esta campaña?
CP. La competencia desleal de países terceros sigue siendo uno de los mayores retos del sector. Este año, Sudáfrica ha incrementado sus exportaciones hacia la Unión Europea en torno a un 46%, concentrando más del 60% de sus envíos en los meses de septiembre y octubre, justo cuando arranca nuestra campaña. Este solapamiento hunde precios y genera un grave perjuicio a nuestras explotaciones. También preocupa Egipto, que a partir de enero inunda los mercados europeos con fruta a precios muy bajos, distorsionando la segunda parte de nuestra campaña. Por eso reclamamos que se cumplan los protocolos de tratamiento en frío y se refuercen los controles fitosanitarios y de precios en frontera.
VF. ¿Qué solicitudes concretas formula La Unió a la administración autonómica, estatal o europea para esta campaña y para el futuro del sector citrícola valenciano?
CP. A la administración autonómica le exigimos que retome la campaña de promoción de los cítricos a través de la IGP Cítricos Valencianos, que fue suprimida injustificadamente, y que active de inmediato una línea de ayudas para la reconversión varietal y la renovación de árboles viejos. También reclamamos una mayor inversión en investigación y transferencia tecnológica para adaptar el cultivo a las nuevas condiciones climáticas.
En el ámbito estatal, pedimos que se completen esas ayudas de reconversión con fondos específicos y que se refuerce la sanidad vegetal, además de que los cítricos sean reconocidos como productos sensibles dentro de la política agraria nacional.
A nivel europeo, exigimos protocolos de importación más rigurosos y seguros, con tratamiento en frío obligatorio para todos los terceros países, más controles en origen y una revisión urgente del sistema de precios de entrada para evitar el dumping comercial.
“El futuro del sector pasa por garantizar su sostenibilidad económica, social y ambiental. Sin precios justos, relevo generacional y una política agraria adaptada al nuevo escenario climático, corremos el riesgo de perder una parte esencial de nuestra identidad agraria y de nuestro territorio”
El futuro del sector pasa por garantizar su sostenibilidad económica, social y ambiental. Sin precios justos, relevo generacional y una política agraria adaptada al nuevo escenario climático, corremos el riesgo de perder una parte esencial de nuestra identidad agraria y de nuestro territorio.
Acceso al entrevista en la página 28 del dossier de Cítricos en el ejemplar de Valencia Fruits.
Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.


