Toni Paris (La Unió Alicante): “Las previsiones auguran una de las peores campañas de los últimos años en Alicante”

Gustavo Ferrada
DIQUESÍ

Entrevista al Responsable de cítricos de La Unió Llauradora de Alicante, Toni Paris

Toni Paris afirma que el agua sigue siendo el talón de Aquiles del sector citrícola en la provincia de Alicante. / LA UNIÓ

Alba Campos. Redacción.

Los citricultores alicantinos afrontan la temporada con cautela. “El inicio de la campaña ha perdido el optimismo de finales de verano”, así lo afirma el responsable de cítricos de La Unió Alacant, Toni Paris. Con los datos de la Conselleria en la mano, Paris afirma que esta será una de las peores campañas en los últimos años tanto en materia de producción como en rentabilidad para los agricultores. Una tendencia descendente en la provincia alicantina que ya lleva tiempo observándose. “La caída es preocupante ya que hablamos de un descenso cercano al 15% respecto a la pasada campaña y muy por debajo de la media productiva de los últimos años”, afirma Paris. Entre las causas principales destaca el abandono progresivo de parcelas y la pérdida de productividad por hectárea.

Valencia Fruits. ¿Cuál es la estimación de La Unió para la campaña citrícola 2025/2026 en la provincia de Alicante? ¿Qué cifras manejan?

Toni Paris. La previsión oficial de la Conselleria de Agricultura sitúa la producción citrícola de la provincia de Alicante en torno a las 486.409 toneladas, lo que supone una caída significativa respecto a las 573.542 toneladas registradas en la campaña anterior. Se trata, por tanto, de una de las peores campañas de los últimos años, tanto en términos de producción como de rentabilidad potencial. La reducción del aforo confirma la tendencia descendente que sufre el sector en la provincia, marcada por la falta de agua, el abandono de parcelas y la falta de renovación varietal.

VF. ¿Cómo compara esta previsión con la campaña anterior y con la media de los últimos años en la provincia?

TP. La caída es preocupante, ya que hablamos de un descenso cercano al 15% respecto a la pasada campaña y muy por debajo de la media productiva de los últimos años. La provincia de Alicante consolida una tendencia estructural a la baja, con menos superficie cultivada y menores rendimientos por árbol. A ello se suma un verano extremadamente seco y caluroso que ha afectado al cuajado y al desarrollo de los frutos, agravando el estrés hídrico de los árboles y reduciendo la producción en muchas comarcas.

VF. Se habla de un descenso de la producción, ¿cuáles son las causas más importantes de esta merma en la provincia?

TP. Las causas son múltiples, pero destacan dos principales. En primer lugar, el abandono progresivo de parcelas y la pérdida de productividad por hectárea. Muchas explotaciones han dejado de ser rentables debido a los altos costes de producción, la falta de relevo generacional y la escasez de agua. A esto se añade un arbolado envejecido y una escasa reconversión varietal, que impiden competir con las nuevas plantaciones de otras zonas productoras. Desde La Unió Llauradora reclamamos un plan integral de reconversión y modernización que permita reactivar la citricultura alicantina y frenar la pérdida de superficie agraria útil.

VF. Por variedades, ¿qué cultivos están siendo los más afectados en Alicante? 

TP. Las clementinas tempranas, especialmente Marisol, con una bajada de más del 42%, y otras variedades del mismo grupo, son las más afectadas por la caída de producción. En híbridos destaca la Nova, también con mermas notables de casi el 45%, y también hay incidencias en limón, cultivo importante en el sur de la provincia, con una disminución de la producción del 22%. Las condiciones de calor extremo durante la floración y el cuajado han penalizado estas variedades, reduciendo el número de frutos y afectando el calibre inicial.

VF. En relación con los factores técnicos: se apunta la restricción del riego, ¿cómo ha impactado la falta de recursos hídricos en los cítricos alicantinos?

TP. El agua sigue siendo el talón de Aquiles del sector citrícola en Alicante. El verano ha sido muy seco y con temperaturas anormalmente altas, lo que ha incrementado el estrés hídrico y ha afectado tanto al calibre como al estado vegetativo del arbolado. Aunque las lluvias de finales de verano ayudaron a recuperar parcialmente la situación, la falta de seguridad hídrica es un problema estructural que condiciona la viabilidad del cultivo. Las limitaciones en los riegos del trasvase Tajo-Segura y el sobrecoste del agua desalada hacen que muchos agricultores no puedan mantener una gestión eficiente ni sostenible. Es urgente una política hídrica estable que garantice recursos suficientes y asequibles para los regadíos tradicionales.

VF. También preocupa la plaga del trips de Sudáfrica, ¿cuál ha sido su impacto y qué medidas se están tomando para controlarla?

TP. El trips de Sudáfrica sigue siendo una amenaza constante, aunque los tratamientos de primavera han permitido mantenerlo controlado en buena parte de las parcelas. Sin embargo, las plantaciones jóvenes y las injertadas han sufrido daños visibles en las brotaciones de final del verano. Además, otras plagas como la mosca blanca y el Cotonet de Sudáfrica están generando más presión fitosanitaria, en un contexto de escasa disponibilidad de materias activas y aumento de costes de tratamientos. Desde La Unió insistimos en la necesidad de reforzar la investigación y el control biológico con sueltas invasivas de fauna auxiliar, así como en exigir reciprocidad fitosanitaria con los países terceros que exportan a la Unión Europea.

VF. Aunque habrá menos volumen, ¿qué expectativas tienen respecto a calidad y calibre del fruto?

TP. Pese a la menor producción, la calidad del fruto es buena. Las lluvias de finales de verano han mejorado notablemente los calibres y han permitido una maduración equilibrada. Se espera una fruta con buen contenido en zumo y grados brix adecuados, aunque la situación hídrica sigue siendo delicada. La clave estará en mantener una recolección ordenada para no perder calidad en campo ni sufrir daños por las oscilaciones térmicas del otoño.

VF. En materia de precios en origen en la provincia: ¿qué se puede esperar dada la reducción de la producción? ¿Cree que los precios que se puedan conseguir serán suficientes para compensar los elevados costes de producción?

TP. Los precios de compra en campo durante las primeras semanas de campaña han sido razonablemente buenos, especialmente hasta finales de septiembre. Sin embargo, preocupa que algunos contratos no se estén ejecutando con la agilidad necesaria. Los últimos envíos de naranjas sudafricanas han ralentizado el corte de las clementinas precoces, generando tensiones que podrían traducirse en bajadas de precios en determinadas variedades. Si no se respeta la programación de recolección, muchos agricultores podrían ver comprometida la rentabilidad, sobre todo teniendo en cuenta el incremento continuado de los costes de producción.

VF. ¿Cómo afronta el sector de Alicante la comercialización de esta campaña?

TP. El inicio de la campaña ha perdido el optimismo de finales de verano. En las mandarinas tempranas ya se percibe cierta saturación y un ritmo lento de corte. Para las variedades de media estación y los cítricos mayores, el sector vive en una situación de incertidumbre. Los citricultores afrontan la campaña con cautela, pendientes de cómo evolucionen los precios en destino y de si la entrada masiva de fruta importada desestabiliza el mercado. La falta de planificación comercial y el poder excesivo de la gran distribución siguen dejando al productor en una posición muy vulnerable.

“Es imprescindible reforzar los controles fitosanitarios en frontera y aplicar de forma efectiva el tratamiento en frío a todos los cítricos procedentes de terceros países”

VF. Respecto a la competencia de terceros países: ¿qué medidas considera necesarias para proteger al productor local?

TP. Es imprescindible reforzar los controles fitosanitarios en frontera y aplicar de forma efectiva el tratamiento en frío a todos los cítricos procedentes de terceros países. La entrada masiva de fruta de Sudáfrica en septiembre y octubre, y de Egipto a partir de enero, coincide directamente con nuestras ventanas comerciales y provoca distorsiones de precios que el productor no puede soportar. Además, pedimos que no se eliminen los aranceles a las importaciones no comunitarias y que se impulse una promoción potente bajo la IGP “Cítricos Valencianos”, para diferenciar nuestra fruta por calidad, sostenibilidad y seguridad alimentaria.

VF. ¿Cómo visualiza la evolución del sector citrícola en la provincia de Alicante en los próximos años? ¿Qué cambios considera necesarios para garantizar la viabilidad de las explotaciones?

TP. Si no se adoptan medidas urgentes, será preocupante. Cada año vemos cómo aumenta el abandono de explotaciones, sobre todo de pequeñas parcelas familiares que no pueden asumir los elevados costes de producción ni competir con los precios de importación. Si no se actúa con decisión, corremos el riesgo de perder una parte esencial del tejido agrario alicantino y de un paisaje que forma parte de nuestra identidad.

Para garantizar la viabilidad de las explotaciones, es imprescindible abordar tres grandes ejes de cambio.

Primero, un plan de reconversión varietal y rejuvenecimiento de plantaciones que permita sustituir arbolado envejecido por variedades más productivas y adaptadas al clima. Segundo, una reorganización estructural del territorio agrario, fomentando la reagrupación parcelaria y el papel de las cooperativas, especialmente en las zonas minifundistas del norte de la provincia, donde la atomización limita la rentabilidad. Y tercero, una política hídrica estable y justa, que asegure recursos suficientes y asequibles para el regadío, con inversiones en eficiencia y en infraestructuras que garanticen el suministro.

Acceso al entrevista en la página 42 del dossier de Cítricos en el ejemplar de Valencia Fruits. 

Acceso íntegro al último ejemplar de Valencia Fruits.