Frutales, viñedos y olivares impulsan la expansión de la superficie ecológica, mientras crece el interés de productores e inversores por las fincas rústicas certificadas

España consolida su posición como uno de los países europeos con mayor superficie ecológica, destinando el 9,5% del total de la SAU a este tipo de producción. / ARCHIVO
Valencia Fruits. Redacción.
La Superficie Agrícola Utilizada (SAU) dedicada a producción ecológica alcanzó en 2023 un total de 2.229.493 hectáreas, lo que supone un incremento del 19,2% respecto a 2020, según la última Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones Agrícolas publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Con estas cifras, España consolida su posición como uno de los países europeos con mayor superficie ecológica, destinando el 9,5% del total de la SAU a este tipo de producción. En apenas tres años, el país ha incorporado más de 350.000 hectáreas bajo prácticas agrícolas sostenibles.
“Es un crecimiento que muestra tanto la evolución de la demanda como la reorientación del sector agrario hacia modelos de explotación compatibles con los objetivos del Pacto Verde Europeo y la Política Agraria Común (PAC)”, afirma Regino Coca, CEO y fundador de Cocampo.

Frutales, viñedo y olivar, motores del crecimiento
Los cultivos de alto valor añadido y con fuerte proyección comercial son los que más han impulsado este salto adelante. De acuerdo con datos del INE, la superficie ecológica de frutales creció un 54,5%; la de otros leñosos, un 62,6%; el viñedo, un 29,9%; y el olivar, un 27,8%. También se registraron incrementos en la tierra arable (+15,7%) y los pastos permanentes (+7,4%).
Para Coca, “ya no se trata únicamente de cumplir con la normativa o acceder a ayudas europeas, sino de dar respuesta a la demanda del mercado”. Según explica, “el consumidor actual busca productos cultivados de forma responsable y con un bajo impacto ambiental. Esto está llevando a muchos agricultores y cooperativas a reconvertir sus explotaciones”.
El avance hacia modelos más sostenibles también se observa en la ganadería: el 5,8% del rebaño ovino, el 4,9% del caprino, el 4,3% del bovino, el 1,6% de las aves de corral y el 0,3% del porcino se crían bajo estándares ecológicos, según el INE.

Fincas rústicas
El auge de la producción ecológica está generando un impacto directo en el mercado de las fincas rústicas. Desde Cocampo, plataforma especializada en compraventa y arrendamiento, señalan que las fincas con certificación ecológica o con condiciones para obtenerla están despertando un creciente interés entre nuevos perfiles de compradores.
Entre ellos se encuentran productores que buscan ampliar su actividad con certificación ecológica, empresas agroalimentarias que desean controlar su propia producción y fondos de inversión que identifican en el campo español un activo sostenible y con recorrido a largo plazo.
La demanda se concentra especialmente en zonas de fuerte tradición agraria como Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia, donde cultivos como el olivar, el viñedo, los frutales y la ganadería extensiva ofrecen condiciones óptimas para la producción ecológica.
Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), la superficie calificada en producción ecológica superó en 2023 los 2,44 millones de hectáreas, cifra que incluye terrenos forestales con carga ganadera o pecoreo, que no forman parte de la SAU. A este total se suman además más de 700.000 hectáreas en proceso de conversión.



