La producción agraria marca un máximo histórico impulsada por el aumento de volúmenes y precios, según la primera estimación del Ministerio de Agricultura

El volumen de trabajo en la agricultura, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), ha aumentado un 2,9% este año. / ARCHIVO
Valencia Fruits. Redacción.
La renta agraria se ha situado en 41.262 millones de euros en 2025, lo que supone un incremento del 12,9% respecto al año anterior, según la primera estimación de las principales cifras económicas del sector agrario publicada este martes por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
La producción de la rama agraria ha alcanzado su máximo histórico, con un valor de 75.676 millones de euros, un 10,1% más que en 2024, impulsada tanto por el aumento de las cantidades producidas (+7,3%) como de los precios percibidos (+2,6%). Por la fecha en la que se realiza esta estimación, no se han tenido en cuenta los posibles efectos del foco de peste porcina africana detectado en Barcelona, que por el momento solo afecta a jabalíes silvestres, aunque podría tener incidencia en los mercados.
El volumen de trabajo en la agricultura, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), ha aumentado un 2,9% este año. Como resultado, la renta agraria en términos corrientes por Unidad de Trabajo Anual (UTA) se ha incrementado un 9,7%, hasta alcanzar los 48.712 euros.
La producción de la rama agraria alcanza un máximo histórico de 75.676 millones de euros, un 10,1% más que el año pasado
La renta agraria es el indicador macroeconómico más utilizado en el ámbito agrario, ya que representa el valor generado por la actividad de producción y mide la remuneración conjunta de los factores productivos: tierra, capital y trabajo. Su cálculo se realiza conforme a la normativa vigente y tras la validación de los datos por Eurostat.
Producción vegetal
La producción vegetal ha aumentado un 11,9% en valor, hasta los 43.637 millones de euros, gracias principalmente al notable incremento de las cantidades producidas (+10,8%), en un año marcado por condiciones climáticas favorables en la mayor parte del país. A ello se suma un ligero aumento de los precios percibidos por los agricultores (+1%).
La producción vegetal aumenta un 11,9% debido a los buenos rendimientos obtenidos en la mayoría de los cultivos
Destaca especialmente el crecimiento del volumen de producción de cereales, que se ha incrementado un 20,4% debido a la favorable pluviometría primaveral. En términos de valor, la producción cerealista supera en un 16,6% la de 2024, a pesar de un descenso de los precios del 3,2%.
En el sector de frutas y hortalizas, principal subsector agrario y responsable de casi dos tercios de la producción vegetal total, se registran importantes aumentos de valor: un 24,1% en frutas y un 5,9% en hortalizas, impulsados fundamentalmente por el alza de los precios, del 21,4% y 7,2%, respectivamente.
Producción animal
La producción animal también presenta una evolución positiva, con un incremento del 7,9%, hasta alcanzar los 30.205 millones de euros. Este crecimiento responde tanto al aumento de las cantidades producidas (+2,6%) como al de los precios (+5,1%).
Sobresalen los aumentos en valor de los huevos (+26,6%), así como del sector bovino (+15,2%) y de la carne de ave (+8%).
Consumos intermedios
Los consumos intermedios, que incluyen los principales factores de producción, han aumentado un 5,7%, hasta situarse en 32.650 millones de euros. Este incremento se debe tanto al mayor uso de insumos (+2%) como al aumento de sus precios (+3,7%).
Los consumos intermedios se cifran en 32.650 millones de euros, con un aumento del 5,7% tras dos años de descensos consecutivos
Los piensos, que representan más de la mitad del importe total de los consumos intermedios, han registrado un aumento en valor del 7,6%, debido tanto al incremento de la cantidad consumida (+2,7%) como de los precios (+4,8%).
El Ministerio recuerda que estos resultados macroeconómicos se elaboran conforme al calendario y metodología armonizados de la Unión Europea y corresponden a la primera estimación de la renta agraria nacional, realizada en noviembre. Por ello, no se incluyen posibles impactos derivados de adversidades climáticas, problemas sanitarios u otros factores ocurridos con posterioridad, como el brote de peste porcina africana, que se incorporarán, en su caso, en las tres fases posteriores de estimación.






