El sector agrícola español rechaza la propuesta sobre la PAC

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La falta de presupuesto es una de las principales críticas a la propuesta sobre la nueva PAC

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El sector agrario rechaza el recorte presupuestario previsto para la nueva PAC. / Óscar Orzanco

Las cooperativas, las organizaciones agrarias y entidades ambientales han rechazado de forma unánime la propuesta realizada por la Comisión Europea (CE) de cara a la Política Agraria Común (PAC) para el periodo 2021-2027. La falta de presupuesto —el documento incluye un recorte global de los fondos del 5%— es una de las principales críticas al proyecto difundido el pasado viernes por el comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, quien considera, por el contrario, que esta propuesta servirá para modernizar y simplificar la PAC.

Desde Cooperativas Agro-alimentarias han mostrado su “preocupación” por la propuesta para reformar la PAC, porque puede “afectar al mercado único en un escenario de incertidumbre presupuestaria”. Las cooperativas consideran que el proyecto plantea nuevos planes estratégicos nacionales, que entrañan un riesgo de “renacionalización” de la PAC y un obstáculo para el buen funcionamiento del mercado único.

“Tampoco es una buena noticia que la Comisión Europea haya evitado una vez más hacer propuestas valientes de gestión de mercados para paliar la volatilidad de los precios y las crisis graves”, ante las que el sector sigue “estando a la intemperie”, según Cooperativas Agro-Alimentarias.

La propuesta propone dejar en manos de los Estados miembros la aplicación, gestión y control de la PAC a partir de unos objetivos y criterios comunes que serán evaluados en función de los resultados por la propia Comisión Europea. Los Estados miembros deberán desarrollar sus propios planes estratégicos donde se integren las intervenciones y operaciones para alcanzar los objetivos de la PAC adaptados a cada país o región.

No obstante, desde el cooperativismo han puntualizado que la propuesta de la PAC también recoge “buenos instrumentos”, como la posibilidad de extender el sistema de programas operativos similares a los de frutas y hortalizas a otros sectores. Entre las ideas positivas, han mencionado el fomento de las organizaciones de productores, un sistema de asesoramiento para explotaciones más amplio o las mejoras en las inversiones para la innovación. Pero estos avances se verán limitados por la “incertidumbre” y por la posible rebaja presupuestaria.

Estas circunstancias “harán muy complicado cubrir todos los frentes, especialmente cuando la CE plantea que la mejor manera de luchar por retos comunes es el diseño de planes estratégicos nacionales que pueden hacer peligrar la unidad del mercado y el impacto positivo de la PAC”, según señalan desde Cooperativas Agro-alimentarias.

El director de Relaciones Internacionales de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), Ignacio López, ha asegurado por su parte que el proyecto “no responde a las necesidades del sector”. El dirigente agrario considera que uno de los aspectos más “criticables” es el peligro de nacionalización y ha censurado el techo de ayudas por explotación, que se ha situado entre 60.000 y 100.000 euros.

Desde Asaja defienden que los pagos lleguen en toda Europa a aquellas explotaciones donde se realice una agricultura efectiva y real. La organización denuncia que con las propuestas presentadas la Comisión Europea relega a un segundo plano el carácter productivo, el fomento de la eficiencia empresarial y los mecanismos de regulación de mercado para dar mayor protagonismo a medidas cosméticas de supuesto carácter social o medioambiental. “Estas propuestas introducen además una mayor complejidad y abren aún más la puerta a la renacionalización y la regionalización de la PAC, en un ataque frontal al carácter común que ha distinguido hasta ahora a esta política y que socavará un principio básico como el de la unidad de mercado”, apuntan desde la organización agraria.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha cargado contra la propuesta y ha advertido que la “letra pequeña” de la PAC post-2020 sienta las bases para “dinamitar” esta política comunitaria. La organización agraria ha calificado de “grave error estratégico de consecuencias imprevisibles” el texto presentado por Hogan por “habilitar a los Estados miembros a establecer su propio marco legal para la concesión de las ayudas agrarias”, lo que en su opinión podría llegar a desembocar en “cientos de mini-PAC regionales”.

Para COAG este enfoque resulta inaceptable porque erosiona gravemente el principio del carácter comunitario de la PAC y puede provocar serias distorsiones entre rentas agrarias y agricultores de distintos países. Esta organización rechaza cualquier tipo de renacionalización porque tendrá consecuencias imprevisibles para la delicada economía agraria y el medio ambiente y pone en peligro el valor añadido que supone contar con un mercado único

La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) ha puesto el acento en el recorte de la partida destinada a esta estrategia, ya que sin suficientes fondos “la preocupación en el campo se mantiene”. Desde la organización agraria han resaltado que la propuesta no solo no simplifica, sino que hará “más compleja” la gestión de las ayudas, y deja la puerta abierta a una “renacionalización” de la que hasta ahora ha sido la política común más importante en el ámbito de la UE.

Del lado ecologista, las ONG SEO/BirdLife y WWF España han apuntado a que esta reforma de la PAC supone a su juicio “un paso atrás” en lo que a objetivos ambientales y sociales se refiere. Ambas organizaciones han asegurado que los reglamentos propuestos “no recogen las reformas necesarias” para asegurar la protección de los recursos naturales y la lucha contra el cambio climático, “comprometiendo la seguridad alimentaria”.