El bulbo de cebolla español se cotiza a un precio ruinoso mientras que se multiplica por diez en los lineales
Valencia Fruits. Redacción.
La campaña de la cebolla ya ha comenzado en algunas zonas de Andalucía y se encuentra a punto de iniciarse en la comarca de Antequera. Se trata de un producto con una vida muy corta, pues no se puede almacenar. Si bien la cosecha puede echarse a perder, también hay que sumarle que las importaciones están desestabilizando la campaña, como apunta Asaja Málaga.
Estas importaciones de terceros países, especialmente de Nueva Zelanda, están desplazando a la producción local en los lineales de gran distribución y sirviendo de pretexto para presionar los precios a la baja.
La cebolla nacional se cotiza en origen a un precio que se multiplica por diez en los lineales. Por su parte desde Nueva Zelanda preveía importar en 2021 entre 170.000 y 175.000 toneladas de cebolla de las cuales alrededor de 100.000 tenían como destino la UE, desde febrero a mayo, pero anuncian que puede seguir llegando cebolla desde allí.
“No entendemos cómo los supermercados permiten que este tipo de productos se pongan por delante de los que se producen en nuestra región, ya no solo por el apoyo al producto de cercanía, sino que también por la calidad, frescura, controles y seguridad alimentaria que ofrece nuestra cebolla frente a la que viene de fuera”, ha explicado el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido.
Dejar de lado el producto local
Esta forma de dejar de lado el producto local, además supone a la larga un duro golpe para la economía de cercanía que puede llegar a afectar en otros ámbitos si no se toman cartas en el asunto, porque se da prioridad a productos de terceros países cuando los productores españoles no llegan a cubrir siquiera los costes de producción. “Ya el año pasado se produjo un problema similar. No podemos estar todos los años buscando excusas para justificar esta situación”, ha remarcado Bellido.
Este año, además, se agrava la situación con el problema generado por el taponamiento producido en el Canal de Suez. Este parón en la circulación de mercancías ha dado lugar a que en el momento en que restableció la comunicación haya salido de golpe gran cantidad de producto, saturando el mercado y dejando los precios por los suelos, aunque en ningún momento ha dejado de faltar cebolla en el mercado.
Asaja Málaga, por la situación vivida en 2020 reclamó la reducción de los módulos de IRPF de la cebolla, reducción que fue denegada, por lo que han vuelto a insistir en dicha petición, ya que demandan que el producto sea valorado para que no se vuelva a producir esta situación.