Mireia Mollà: “Presente y futuro del sector citrícola”

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La consellera de Agricultura de la Comunitat Valenciana repasa los desafíos a los que se enfrenta el sector y destaca las oportunidades que presenta esta campaña

Mireia Mollà mostró su apoyo al sector citrícola valenciano en el acto de apertura de campaña. / RF

Mireia Mollà. Consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.

Inmersos como estamos en plena campaña citrícola se hace necesario repasar cuáles son las cuestiones urgentes que debemos afrontar, conjuntamente, para mantener y potenciar el cultivo más emblemático de la Comunitat Valenciana, con un marcado carácter no solo socioeconómico, sino también cultural que goza de arraigo, historia y tradición ligada a las cerca de 160.000 hectáreas de superficie que lo convierten en el principal cultivo de la agricultura valenciana.

Es imprescindible reiterar el esfuerzo titánico del sector para mantener el abastecimiento y asegurar la buena alimentación durante una campaña marcada por las limitaciones y restricciones de la emergencia sanitaria. Salvavidas del saldo comercial valenciano y sustento de la ocupación de prolongada duración, la citricultura ha sido un ejemplo de compromiso con la ciudadanía y motor de recuperación.

En 2020, los envíos de cítricos al exterior alcanzaron un valor de 2.463,3 millones de euros, lo que supuso un incremento del 14,3% con respecto a 2019, y representó el 70,3% de las exportaciones totales de fruta producida en territorio autonómico. De hecho, uno de cada tres cítricos europeos tiene el sello de la Comunitat Valenciana.

Las estimaciones de la campaña 2021/22 prevén, en términos cuantitativos, una producción inferior a la de la campaña anterior, mientras que en términos cualitativos nos enfrentamos a un año de transición marcado por desafíos importantes, pero también por las oportunidades.

Entre los primeros destacamos el impacto de las plagas foráneas, con la especial incidencia del Cotonet de Sudáfrica, que ha sido demoledor para la producción y la rentabilidad de las explotaciones.

“Las estimaciones de la campaña 2021/22 prevén, en términos cuantitativos,
una producción inferior a la de la campaña anterior, mientras que en términos cualitativos nos enfrentamos a un año de transición marcado por desafíos importantes, pero también por las oportunidades”

A la afectación de la plaga se añade, un año más, la competencia desleal, derivada de injustos acuerdos comerciales, que coloca a nuestros agricultores y agricultoras en una posición de inseguridad y desigualdad. La diferencia de trato se evidencia en las exigencias fitosanitarias, la entrada de plagas y enfermedades, la sobreoferta que hunde los precios -las importaciones de países terceros han crecido hasta un 30%- o incluso el fraude alimentario.

Las oportunidades abiertas necesitan de la negociación y la reivindicación a escala europea para encarar la revisión, en octubre de 2022, de las condiciones de libre comercio, así como para exigir en origen el tratamiento en frío. En esta línea, la Conselleria ha reclamado ante los ministerios de Agricultura y de Transición Ecológica, así como a las autoridades europeas y europarlamentarios, un cambio de reglamento en la ejecución del tratamiento en frío con el fin de establecer este requisito para la importación de productos vegetales.

Los informes de la EFSA apuntalan esta obligación para evitar la potencial entrada de nuevos insectos y hongos hospedantes, como la polilla de los cítricos o la mancha negra. Patógenos que ya han sido detectados e interceptados en los puertos comunitarios.

“Las oportunidades abiertas necesitan de la negociación y la reivindicación a escala europea para encarar la revisión, en octubre de 2022, de las condiciones de libre comercio, así como para exigir en origen el tratamiento en frío”

Además, desde la Conselleria, vamos un paso más allá y hemos insistido en la necesidad de que Bruselas declare nuestros cítricos como “producto sensible” para corregir los actuales desequilibrios comerciales y reconocer la singularidad de un producto de excelencia. En los foros europeos el sector debe tener voz y estar ampliamente representado con un Frente Citrícola en el que todos y todas rememos en la misma dirección y donde se inste a todas las instituciones implicadas a defender la citricultura valenciana. Un frente en el que hay espacio tanto para distintas administraciones como para todas las entidades e interprofesionales agrarias.

Es innegable que la actuación de la Unión Europea condiciona en buena media la actividad agraria. Los ecoesquemas que introduce la nueva PAC que ponen el acento en la adaptación hacia una agricultura más sostenible. Si tenemos en cuenta las prioridades que apuntan a recortar el uso de fertilizantes y plaguicidas químicos, o a favorecer la circularidad de la gestión, hace falta adelantarse en la senda de la transición ecológica y mantenerse en la vanguardia.

En materia de lucha biológica, por ejemplo, la conselleria de Agricultura cuenta con múltiples líneas abiertas: suelta de parasitoides, feromonas de atracción y muerte, tratamientos de aceite mineral y programas de esterilización; todos ellos con resultados esperanzadores. Una apuesta integral que no solo cumple con los estándares fitosanitarios vigentes, sino que encabeza las nuevas obligaciones que plantea el rediseño de la PAC con el fin de asegurar el pago de las solicitudes.

“Entramos en un año decisivo para el futuro de los cítricos valencianos y es por eso que quiero recordar la postura clara de esta Conselleria: en los desafíos siempre seremos un apoyo y en las oportunidades, un aliado”

En este sentido, los presupuestos de la Conselleria para 2022 recogen ya una inversión de 14,5 millones de euros para la reforma del centro de Caudete de las Fuentes que está llamado a convertirse en instalación de referencia en materia de fitosanidad vegetal, así como a adecuar evolucionarios tanto en Elx como en el IVIA. Este último es un instrumento estratégico para la investigación, implicado en otro importante reto para la competitividad del sector citrícola como es la reconversión varietal.

El diálogo ha sido una máxima de este departamento del Gobierno valenciano, así como el convencimiento de que las soluciones nacen del trabajo coordinado y de la iniciativa facilitadora de la Generalitat para multiplicar el potencial del sector. Soy consciente de que entramos en un año decisivo para el futuro de los cítricos valencianos y es por eso que quiero recordar la postura clara de esta Conselleria: en los desafíos siempre seremos un apoyo y en las oportunidades, un aliado.

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