El presidente de AVA-Asaja no puede más que calificar negativamente esta campaña de la naranja, que sufre, sobre todo, por las importaciones masivas de terceros países
Cristóbal Aguado señala que a los bajos precios y una cosecha reducida se suma “el alza histórica de los costes”. / GG
Gonzalo Gayo. Valencia.
La campaña citrícola esta sufriendo las importaciones procedentes de países terceros, principalmente Sudáfrica y Egipto, según detalla en esta entrevista el presidente de AVA, Cristóbal Aguado que sentencia que “ La temporada de la naranja está siendo catastrófica. Los stocks almacenados en algunos almacenes de las importaciones de Sudáfrica se prolongaron hasta el mes de diciembre, obstaculizando la salida comercial de la cosecha local”. AVA-Asaja cifra en más de 150 millones las pérdidas sufridas por los productores valencianos de navelina, que se amplían a 300 millones en el conjunto de la cadena de valor de los cítricos.
Valencia Fruits. ¿Cómo está transcurriendo la campaña citrícola en estos momentos?
Cristóbal Aguado. Las prometedoras perspectivas que se habían levantado por la pandemia, al incrementar la demanda de cítricos en Europa, se han visto agriamente hundidas a causa del desplazamiento e, incluso, la sustitución en los mercados europeos de nuestra producción por las importaciones procedentes de países terceros, principalmente Sudáfrica en la primera mitad de la campaña y Egipto en la segunda.
La temporada de la naranja está siendo catastrófica. Los stocks almacenados en algunos almacenes de las importaciones de Sudáfrica se prolongaron hasta el mes de diciembre, obstaculizando la salida comercial de la cosecha local. AVA-Asaja cifra en más de 150 millones las pérdidas sufridas por los productores valencianos de navelina, que se amplían a 300 millones en el conjunto de la cadena de valor de los cítricos (recogida, confección, transporte, etc.)
Las cotizaciones en origen se han hundido hasta los 0,07 €/kg, menos de la tercera parte de los costes de producción, y más del 20% de los frutos se han quedado sin recoger o desperdiciados en el suelo.
Por su parte, las mandarinas, salvo las satsumas, están obteniendo unos precios más regulares, aunque en muchos casos no permiten compensar la bajada de cosecha comercializada —debido a adversidades climáticas y a plagas como el Cotonet de Sudáfrica— y la escalada de los costes de producción.
VF. ¿Cómo afecta el incremento sufrido en los costes en 2021 y 2022?
CA. A los bajos precios y a la reducida producción, se suma el alza histórica de los costes de producción que se han encarecido un 30% en los cítricos, elevando a 0,25-0,30 €/kg los gastos a pie de campo. En este cultivo, además de los insumos comunes como la energía eléctrica, el gasóleo o los abonos, cabe destacar los sobrecostes económicos derivados del mayor número de aplicaciones para tratar de hacer frente a las plagas, en algunos casos sin éxito. Según estimaciones de AVA-Asaja, los sobrecostes que soportó el sector agropecuario valenciano en 2021 ascendieron a 500 millones de euros, de los cuales 300 millones corresponden al cultivo de los cítricos.
VF. ¿Han recibido apoyo de las administraciones?
CA. Las reacciones de las administraciones, hasta el momento, resultan insuficientes. La reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, a tenor de la crisis naranjera, ha nacido prácticamente muerta al no dar respuesta a los abusos comerciales, a pesar de la prohibición de la venta a pérdidas. AVA-Asaja lamenta que los costes medios de producción no sean establecidos por un organismo público u oficial, dejando una vez más al productor desprotegido ante la posición de dominio de otros eslabones de la cadena.
Respecto a la escalada de los costes, tanto el Gobierno como la Unión Europea se han limitado a estudiar su evolución y a proponer “diálogo”, pero con palabras no se pagan las facturas. Volviendo a la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, en su disposición adicional primera el Gobierno atendió reivindicaciones de AVA-Asaja como son la posibilidad de que los agricultores “puedan contratar dos potencias eléctricas a lo largo del año, discriminando la época de riego y la de no riego, así como la bonificación de hasta un 35% y un 15% de la factura del gasóleo y la de los plásticos y fertilizantes, respectivamente”, pero ninguna de estas medidas se ha desarrollado aún y reclamamos su puesta en marcha inmediata.
De la Generalitat Valenciana, la Ley de Estructuras Agrarias apenas ha avanzado porque no hay proyectos ejecutados y la Ley de la Huerta únicamente ha impuesto obligaciones, restricciones y limitaciones a la actividad agrícola, pero no ha servido para mejorar la rentabilidad de las cosechas.
VF. ¿Qué les pide a Bruselas y al Gobierno en materia comercial?
CA. El Gobierno cede e incluso fomenta en el seno de la Unión Europea la firma sistemática de acuerdos comerciales con países terceros que están multiplicando sus exportaciones citrícolas, hasta el extremo de expulsar a la producción comunitaria de su propio mercado. Pedimos a Madrid y Bruselas una drástica corrección de las concesiones incluidas en estos tratados, empezando por el acuerdo con Sudáfrica que está bajo revisión desde el mes de octubre. Debe haber reciprocidad, es decir, las importaciones solo han de servir para complementar y si quieren entrar en nuestro mercado han de cumplir las mismas reglas que se nos exigen a los citricultores europeos. Y debe haber mayor rigor fitosanitario, endureciendo los controles y evitando por todos los medios la entrada de más plagas y enfermedades.
Otra asignatura pendiente es el veto ruso a los cítricos valencianos, al que ahora se ha sumado el cierre de Bielorrusia. En ambos casos la pérdida de mercado responde a causas políticas ajenas al sector agrario, pero son los agricultores quienes pagamos las consecuencias. Por ello, exigimos al Gobierno español que lidere en la UE un frente para buscar una solución diplomática con la cual recuperar estos mercados importantes.
VF. ¿Qué nos puede adelantar de la manifestación de los agricultores del próximo 20 de marzo en Madrid?
La aprobación del tratamiento en frío es “un paso totalmente insuficiente” según Cristóbal Aguado. / ARCHIVO
CA. El 20M será la gran manifestación del sector agrario y del mundo rural español con el que las principales organizaciones profesionales agrarias culminaremos la campaña de movilizaciones que estamos llevando a cabo desde el 3 de diciembre en Valencia. La marcha entre Favara y Ta-vernes de la Valldigna, una zona naranjera por excelencia, fue el pistoletazo de salida de nuestras manifestaciones en la Comunitat Valenciana. También ha habido actos de protesta en Cantabria, León, Cuenca, Córdoba, Cádiz, Jaén, Bilbao, Logroño, Burgos, Salamanca, Soria y Murcia, entre otros puntos del país. Confiamos en que la asistencia a Madrid sea multitudinaria y con la aportación masiva de agricultores y ganaderos en defensa de su medio de vida.
VF. ¿Qué impacto tendrá la reforma laboral en la citricultura?
CA. La reforma laboral no refleja la realidad del campo, que está marcada por campañas temporales muy diversas y diferentes respecto a otros ámbitos industriales. Penaliza e incrementa los gastos ya de por sí desproporcionados de los costes de producción del sector agrario. Con el nuevo texto solo podrán formalizarse contratos por un máximo de 90 días al año no continuados, y si se quieren seguir contratando a esos mismos trabajadores serían obligatoriamente con carácter de fijos-discontinuos. No tiene ningún sentido renunciar al contrato eventual en campañas estaciona-les como la recogida de la naranja, así como en faenas puntuales, que duran lo que duran, que se desarrollan a la intemperie y no siempre en la misma explotación. Eso no quiere decir que sean trabajos en precario, sino que su condición intrínseca es la temporalidad. Quien ha redactado esta norma o no tiene ni remota idea de la realidad del sector o quiere seguir expulsándonos de nuestros campos y granjas.
VF. ¿Qué opinión le merece el Pacto Verde Europeo y cómo puede afectar a la citricultura?
CA. El Pacto Verde Europeo y sus estrategias ‘De la Granja a la Mesa’ y ‘Biodiversidad’ están saliendo adelante con la rotunda oposición del sector agrario y sin tener en cuenta las conclusiones del Centro Común de Investigación (JRC), entidad científica de la Comisión Europea, que prevé, en la misma línea que el Gobierno estadounidense, descensos en la producción de entre el 5 y el 15%, aumentos de los precios de producción del 10% y un impacto negativo para la mayoría de los ingresos de los agricultores, incluidos los citricultores.
Estamos convencidos de que el Pacto Verde Europeo aspira a sustituir parte de la producción agraria europea, que ya es la más exigente del mundo en respeto al medioambiente, por la entrada de un creciente número de importaciones procedentes de países terceros que no están obligadas a cumplir los mismos estándares. Es decir, crea más problemas a los agricultores europeos, empeora la seguridad alimentaria de los consumidores y ‘deslocaliza’ la contaminación fuera de Europa. Los planes de Bruselas van dirigidos a seguir usando la agricultura, sobre todo mediterránea, como moneda de cambio para poder vender otros productos industriales o de servicios a países terceros. Y el falso ecologismo es solo una coartada para llevar a cabo esta calculada política comercial.
VF. ¿Qué piensa sobre la aprobación del tratamiento en frío a las naranjas sudafricanas?
CA. Es un paso adelante que hemos logrado todo el sector citrícola valenciano, con el apoyo del Gobierno español y la Generalitat Valenciana, pero es un paso totalmente insuficiente para garantizar la seguridad sanitaria de los cítricos de la Unión Europea, porque se limita únicamente a las naranjas y discrimina al resto de los cítricos como reivindicamos. Esta medida a medias es impropia de un conjunto de países serios. Desde luego, es un insulto a España que se ha posicionado con una voz unitaria y cargada con las razones de base científica de la propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que defiende de manera muy clara una posición: la plaga de la falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta) puede afectar a otros cítricos, aparte de la naranja, así como a otros cultivos, tales como las frutas de hueso, el aguacate, la viña, el olivo, el caqui, el granado, el pimiento, el tomate y la berenjena. Seguiremos jugando con fuego.
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