Entrevista a la Consejera de Andalucía, Carmen Crespo
La consejera andaluza destaca las inversiones del Gobierno autonómico en la modernización de regadíos. / Óscar Orzanco
Nerea Rodríguez. Redacción.
La consejera de Agricultura, Carmen Crespo, confirma que, con 700.000 toneladas menos de cítricos en Andalucía, durante el presente ejercicio se están registrando buenos precios para el productor y una muy buena demanda por parte de los mercados. No obstante, Crespo recuerda que la campaña pasada fue complicada y el escenario internacional actual tampoco invita al optimismo. Es por eso que la consejera asegura que desde la Junta de Andalucía se está poniendo a disposición del sector importantes recursos que ayudan, por ejemplo, a modernizar explotaciones e infraestructuras de regadío para contribuir a garantizar la rentabilidad incluso en tiempos difíciles como el actual.
Valencia Fruits. ¿Qué análisis realiza la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía de la primera parte de la campaña citrícola andaluza?
Carmen Crespo. Esta campaña citrícola tenemos dos aspectos importantes a reseñar. Por un lado, que como están confirmando los aforos, prevemos en torno a unas 700.000 toneladas menos de cítricos que la campaña 2021/2022, hasta rondar los dos millones de toneladas y, por otro, que durante todo el ejercicio agrícola se están registrando buenos precios para el productor y una muy buena demanda por parte de los mercados.
La disminución del volumen de producción se debe, especialmente, a los bajos precios que se registraron en la recta final de la campaña pasada, que hizo que los agricultores mantuvieran durante más tiempo la fruta en el árbol, esperando que aumentara de precio, lo que unido a las dificultades que está conllevando la sequía ha hecho que el árbol esté más agotado y proporcione menos kilos. Las temperaturas, superiores a la media el verano pasado, y las limitaciones para regar en muchas zonas también están detrás de la merma de producción.
El aumento de las cotizaciones obedece, sin embargo, a que, al contrario que en la campaña anterior, estamos contando con un invierno con temperaturas más bajas, algo que siempre anima el consumo de naranjas, mandarinas y otros cítricos en Europa, saliendo con fluidez el producto.
Podemos decir, por lo tanto, que la conjunción de las dos variables es positiva para el citricultor, que está percibiendo más precio por su producto, compensando la disminución de producción que se está registrando. Se trata de algo fundamental en un contexto de costes muy elevados agravados por el conflicto bélico de Ucrania.
VF. En esta segunda parte, en la primera semana de febrero se constató fluidez en la demanda y buenas cotizaciones. Lo deseable es que esta tónica se mantenga hasta el final, pero ¿qué apuntan los indicadores de la Junta de Andalucía con las informaciones que manejan?
CC. Confiamos en que se mantenga la demanda de cítricos por parte de nuestros mercados de destino. Esto en parte dependerá de que se mantengan unas temperaturas bajas, que invita al consumo de esta fruta. En el contexto de elevados costes de producción y de la energía, es fundamental que nuestros productores citrícolas mantengan un precio medio superior al de las últimas compañas para garantizarse la rentabilidad de su cultivo.
VF. Recientemente en Berlín ha tenido la ocasión de hablar cara a cara con los productores y comercializadores andaluces. ¿Qué mensaje ha sido el más repetido por parte del sector hortofrutícola y en particular por parte de los citricultores?
CC. Estamos en un contexto complicado marcado, como he comentado anteriormente, por elevados costes y por la sequía. La menor producción tanto en los sectores hortofrutícola como citrícola se está viendo compensada por mejores cotizaciones, que están compensando esa pérdida de kilos. Tanto unos como otros confían en mantener un equilibrio que les permita cerrar el año agrícola con la máxima rentabilidad posible y pudiendo atender el cien por cien de la demanda. La campaña pasada fue complicada y uno de los mensajes que más nos han transmitido es la necesidad de que el Gobierno de España proceda a llevar a cabo la necesaria rebaja de módulos del IRPF relativa al año 2022.
VF. Y ¿cuál ha sido la respuesta de la Consejería?
CC. Desde la Consejería hemos apoyado al sector citrícola y, por supuesto, al hortofrutícola, con diferentes líneas de ayudas, en el caso de los cítricos, por ejemplo, con la Medida 22, para aliviar los efectos que han sufrido con motivo de la guerra de Ucrania y el encarecimiento que han conllevado de los costes de producción. Respecto a la petición de rebaja de módulos, desde la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía ya hemos solicitado formalmente al Gobierno de España una rebaja generalizada, para todos los sectores agrarios, del 50%. A ella sumamos otras peticiones de rebajas específicas, por ejemplo, del 60% para el sector de los cítricos de nuestra tierra.
VF. En nuestra última entrevista, realizada al inicio de la temporada citrícola, aseguró que la Consejería de Agricultura y por ende la Junta de Andalucía está apoyando a la citricultura andaluza, aunque recalcó que “aún tenemos que hacer más”. ¿Qué más?
CC. Por mucho que pongamos de nuestra parte, siempre se pude hacer más, sobre todo, porque hablamos de unos agricultores que están enfrentando con gran valentía y esfuerzo una complicada situación de escasez de recursos hídricos y altos costes de producción que no están poniendo nada fácil el trabajo en el campo. Desde la Junta estamos poniendo a su disposición importantes recursos que les ayudan, por ejemplo, a modernizar sus explotaciones y sus infraestructuras de regadío para contribuir a garantizar la rentabilidad incluso en tiempos difíciles como el actual.
Además, hemos pedido que se amplíe a 2023 la ‘Medida 22’ del Programa de Desarrollo Rural (PDR), que persigue respaldar a los sectores más afectados por la guerra de Ucrania. Dado que el conflicto aún continúa teniendo impacto en el campo, creemos que Bruselas debería permitirnos volver a poner esta medida encima de la mesa. Precisamente, entre los sectores que han podido solicitar estas ayudas se encuentra el de los cítricos, al que se han destinado 12,1 millones de euros para más de 3.000 beneficiarios.
VF. La sequía es ahora mismo la mayor preocupación de los productores andaluces y después de las últimas decisiones gubernamentales en torno al recorte en el trasvase Tajo-Segura, el panorama no es muy halagüeño. ¿Cómo afronta la Consejería este grave problema?
CC. El Levante de España es el centro neurálgico de las frutas y hortalizas y su agricultura genera empleo y riqueza con las exportaciones al tiempo que ejerce como sumidero de CO2. Este sector, que emplea tecnología puntera y apuesta firmemente por el uso eficiente del agua y por las técnicas de producción sostenible, merece un mayor apoyo por parte del Estado y eso es lo que pedimos desde los Gobiernos autonómicos afectados por un decisión injusta que no se basa en criterios científicos sino en cuestiones políticas. Los informes apuntan que un caudal ecológico de 6 m³/s es suficiente para mantener en buenas condiciones el río Tajo, así que no entendemos que se eleve esta cantidad hasta los 8,6 m³/s y se recorten 105 hm³ al Levante.
Respecto al regadío, la colaboración público-privada de Junta y regantes ha logrado movilizar nada más y nada menos que 200 millones de euros de volumen de negocio relativos a la mejora de estas infraestructuras. En total, los proyectos respaldados por el Gobierno autonómico facilitan la modernización de 43 comunidades de regantes de Andalucía e impulsan la eficiencia energética de otras 19 entidades. Y seguiremos en este camino porque, aunque esta región es ya referente en el buen uso del agua para el riego de los cultivos, queremos seguir avanzando para garantizar que la actividad agrícola tiene futuro a pesar de la especial incidencia del cambio climático en nuestra tierra. De hecho, entre otras vías estamos trabajando también para sumar nuevos recursos de fuentes alternativas. Nuestro objetivo es contar con 120 hm³ de aguas regeneradas adicionales para el riego de las explotaciones andaluzas.
VF. ¿Cómo se vislumbra el futuro de la citricultura ecológica en Andalucía? ¿Es un modelo de producción con visos a crecer?
CC. Estoy convencida de ello. La decidida apuesta de los productores de cítricos por las técnicas ecológicas se traduce en una tendencia al alza de la superficie desde hace años. En el caso concreto de 2021, esta extensión creció más de un 18% en comparación con el año anterior y Andalucía alcanzó las 12.736 hectáreas de cítricos ecológicos, que suponen cerca de 2.000 hectáreas más de las que se dedicaban en 2020.
Los consumidores están cada día más concienciados de la importancia de cuidar el medio ambiente y saben que comprar alimentos que se han obtenido de forma sostenible es una buena manera de poner su granito de arena. Por ello, el sector agroalimentario andaluz está avanzando también en este ámbito en el que ya somos un referente a nivel europeo y que ofrece a los productores y empresarios nuevas oportunidades de negocio, especialmente, en el mercado internacional.
VF. Desde la Consejería de Agricultura, ¿cómo ve el futuro de este sector? ¿Cuáles son sus puntos fuertes? Y sus ¿debilidades?
CC. El futuro del sector citrícola es halagüeño, al igual que el de todo el sector agroalimentario. Y es así porque cuenta con grandes fortalezas, como la excelente calidad de sus productos, que sumada al saber hacer de sus agricultores, es garantía de éxito.
Desgraciadamente, los productores deberán seguir enfrentando desafíos que escapan a su control, como es la posibilidad de que aparezcan complicaciones derivadas de la sanidad vegetal, la escasez de las precipitaciones o las importaciones de terceros países, que tanto daño pueden hacer a su negocio; pero desde el Gobierno andaluz seguiremos a su lado para ofrecerles todo el respaldo que podamos.
VF. Un mensaje final de la consejera para sus citricultores y para el público en general.
CC. Que sigan trabajando como hasta ahora. Que sigan siendo ejemplo de esfuerzo y de implicación social, como lo han sido en momentos tan duros como el Covid-19. Desde la Junta nos comprometemos a estar a su lado, codo con codo, apostando por un sector tradicional de nuestra tierra que merece tener un futuro brillante.
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