La conselleria de Agricultura, el MAPA y el sector citrícola acuerdan un plan de puesta en marcha para complementar y reforzar la lucha contra la plaga del Cotonet, incluyendo el uso puntual y controlado del Metil-clorpirifos en las parcelas con mayor afectación
Raquel Fuertes. Redacción
Después de que los productores e Intercitrus denunciaran hace unos días el avance del Cotonet de Sudáfrica (Delottococcus aberiae) entre los cítricos valencianos y reclamasen soluciones por parte de la Administración, esta semana el director general de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Valentín Almansa, visitó junto con el director general de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat, Antonio Quintana, algunas parcelas afectadas en la provincia de Castellón y el insectario de Almassora donde se produce el parasitoide enemigo natural del Cotonet, el Anagyrus aberiae.
La visita, en la que también estuvieron presentes representantes de las organizaciones agrarias, puso de relieve algunas de las peculiaridades de esta plaga: parcelas contiguas presentaban afectaciones muy dispares y requieren, por tanto, de actuaciones muy distintas.
Desde que en 2018 se viajó a Sudáfrica para importar el parasitoide Anagyrus aberiae con el que acometer la lucha biológica, se ha ido avanzando en el conocimiento del Cotonet, pero esta cochinilla algodonosa ha continuado su expansión. Hace un año se prohibía el Metil-clorpirifos, la materia activa que daba mejores resultados contra esta plaga, pero cuyo uso compromete la seguridad alimentaria según los criterios de la Comisión Europea.
Con esta situación de partida y con el sector pidiendo soluciones a la Administración después de denunciar la semana pasada que el Cotonet “avanza sin control”, la conselleria de Agricultura está trabajando en una prospección en 80 municipios que dé a conocer la “fotografía real”, en palabras de Quintana, de parcelas con presencia de la plaga en la Comunitat, el grado de afectación de cada una de ellas y, de este modo, poder poner en marcha a partir de septiembre un plan con tres tipos de actuaciones, dependiendo del grado de incidencia de la plaga en cada parcela afectada: bajo, medio y alto.
Tras la jornada de trabajo y visitas de campo con Valentín Almansa, en la que también estuvo presente Vicente Dalmau, jefe de Servicio de Sanidad Vegetal de la Generalitat Valenciana, Antonio Quintana resume en qué consiste este plan de actuación con el que se pretende hacer frente de forma eficaz a la plaga y en el que señala que Conselleria y Ministerio trabajan conjuntamente de cara a lograr este objetivo común.
Aunque la lucha biológica es “la prioritaria” contra el Cotonet, para frenar el avance de la plaga la Conselleria, el Ministerio y el Sector han llegado a un acuerdo con el que las actuaciones se adaptarán a las necesidades puntuales de cada parcela y en el que se recupera el uso de fitosanitarios, incluso del Metil-clorpirifos
Antonio Quintana destaca el trabajo que lleva desarrollando el IVIA en la cría del Anagyrus aberiae hasta que a principios de 2020 se pone en campo y se hace la primera suelta para iniciar la lucha biológica contra una plaga de la cual se desconocía todo. Los datos proporcionados por Sanidad Vegetal sobre este parasitoide después del primer invierno “son satisfactorios”.
Sin embargo, aunque la lucha biológica es “la prioritaria” contra el Cotonet, para frenar el avance de la plaga la Conselleria, el Ministerio y el Sector han llegado a un acuerdo con el que las actuaciones se adaptarán a las necesidades puntuales de cada parcela y en el que se recupera el uso de fitosanitarios, incluso del Metil-clorpirifos, aunque con unas condiciones muy estrictas que establecen que la Conselleria será la única autorizada para manejar el fitosanitario y realizar los tratamientos solo en aquellas parcelas especialmente castigadas por el Cotonet. Estas condiciones incluyen la retirada y destrucción de todos los cítricos tratados con esta sustancia por parte de la Conselleria.
Como describe Antonio Quintana, en el caso de las parcelas con poca incidencia de Cotonet solo se aplicarán “medidas de bioseguridad de obligado cumplimiento” (se espera que el MAPA publique un real decreto en el mes de septiembre) “para que la plaga no evolucione se seguirá con la lucha biológica. Anagyrus, Cryptolaemus y con los dos productos fitosanitarios autorizados: el Sulfoxaflor (materia que la UE está estudiando suprimir, como publicaba Valencia Fruits en diciembre 2020) y Acetamiprid. Estos productos, usados en el momento adecuado, funcionan con una efectividad próxima al 90%, incluso mejor que el Metil-clorpirifos. Hay que usarlos en campo cuando es el momento y para eso tenemos que apoyarnos en los técnicos del sector”.
“Después”, prosigue Quintana, “en las zonas donde haya una incidencia media, aparte de las medidas de bioseguridad se implementará la lucha biológica con suelta masiva de Anagyrus y Cryptolaemus para rebajar la población de Cotonet, con apoyo de los fitosanitarios permitidos, como he comentado en el anterior caso”.
“El Ministerio se comprometió en la visita del martes a hacer una autorización excepcional del Metil-clorpirifos, pero con unos condicionantes que se han acordado también con el sector: esta sustancia será gestionada en campo con los medios propios de Conselleria y el cítrico tratado (mandarina o naranja) se destruirá”
“En las parcelas con alta incidencia”, señala el director general de Agricultura, “hay que bajar la población de Delottococcus (Cotonet) de una forma radical y con Sulfoxaflor y Acetamiprid no se puede conseguir rebajar la población cuando la infección es tan importante. El Ministerio se comprometió en la visita del martes a hacer una autorización excepcional del Metil-clorpirifos, pero con unos condicionantes que se han acordado también con el sector: esta sustancia será gestionada en campo con los medios propios de Conselleria y el cítrico tratado (mandarina o naranja) se destruirá”. Todo el proceso de tratamiento de campo, la retirada y la destrucción correrá a cuenta exclusivamente de la Conselleria, condición impuesta por el Ministerio para conceder esta autorización excepcional.
Con esta medida, según explica Quintana, se evita que la fruta tratada con Metil-clorpirifos llegue a la cadena alimentaria, que no llegue al mercado y no se cree así ninguna alerta sanitaria por residuo de este fitosanitario prohibido desde 2020. Sin embargo, se hace necesario introducir el uso de esta sustancia en las zonas de incidencia muy alta para poder “reducir la población lo suficiente como para poder terminar con ella totalmente con la lucha biológica”.
Este plan de actuación acordado por el Ministerio, la Conselleria y el sector pretende “reducir y controlar la presencia de Cotonet en campo”. Para iniciar este plan de actuación y poder actuar ya en esta campaña solo se espera disponer de los resultados de la prospección (primera quincena de agosto) para aplicar las medidas necesarias según el nivel de presencia de la plaga en cada parcela. Estas actuaciones tendrán su incidencia en la campaña citrícola valenciana, pero “aún es pronto” para saber cuál será la afectación real sobre la cosecha.
Ante la pregunta sobre quién va a financiar los tratamientos y cómo se va a solucionar la pérdida de cosechas de cara a los productores, Antonio Quintana señala que los medios del plan de actuación se financiarán por la Administración (la suelta de Anagyrus ya la cubre Conselleria y los fitosanitarios autorizados y el Metil-clorpirifos también los cubrirá la Conselleria, aunque luego recibirán la compensación del Ministerio, según se ha acordado) y que para cubrir las pérdidas de los agricultores en esta campaña, sobre todo ante la destrucción completa de cosechas tratadas con Metil-clorpirifos, ya se está estudiando una línea de ayudas de minimis “de las que informaremos en su momento”.
Después de las demandas que el sector había planteado a la Conselleria y después de que se haya publicado que el sector había quedado descontento tras la reunión y ante este plan de actuación, Quintana cree que el “sector está satisfecho” con esta solución que se ha planteado y que “vamos a poner en marcha ya, en septiembre”. Aunque el sector demandaba un uso del Metil-clorpirifos más generalizado y no tan controlado, Quintana señala la importancia del control para que “en ningún caso pueda aparecer en el mercado cítrico valenciano con esta sustancia prohibida. La calidad y seguridad alimentaria de nuestros cítricos debe quedar fuera de la más mínima duda”.
El objetivo de este año es “bajar población de Cotonet para garantizar que en los años siguientes, con el uso de los medios autorizados y la lucha biológica, no haya esas afectaciones sobre la producción”
Quintana entiende el potencial enfado del agricultor frente a las pérdidas que se producirán este año, de las cuales se está estudiando la compensación en forma de ayudas, pero el objetivo de este año es “bajar población de Cotonet para garantizar que en los años siguientes, con el uso de los medios autorizados y la lucha biológica, no haya esas afectaciones sobre la producción” y considera que el acuerdo alcanzado ha sido recogido “con satisfacción” por todas las partes y espera que el plan de actuación logre el objetivo que se han marcado frente a esta plaga que amenaza la citricultura valenciana.