Unió de Pagesos denuncia que muchos proyectos eólicos y fotovoltaicos no prevén medidas para la producción agraria perdida
Unió de Pagesos reitera un golpe más su apuesta por un modelo de implantación de energías renovables planificado./ Archivo
Valencia Fruits. Redacción.
Este 2022 se ha presentados muchos proyectos de energías renovables a raíz de la aprobación por parte del Gobierno, del Decreto Ley 24/202, del 26 de octubre, de aceleración del despliegue de las energías renovables distribuidas y participadas. Ante esto, Unió de Pagesos ha emprendido una tarea incesante de presentación de alegaciones de acuerdo con el ideario sindical que manda velar por la preservación del suelo agrario, porque los nuevos parques no se ubiquen en lugares donde ya sufren una alta concentración de parques eólicos o fotovoltaicos, y porque se priorice tanto la proximidad de la producción eléctrica de origen renovable en los centros de consumo como la participación de la gente del territorio en los mismos proyectos.
Unió de Pagesos durante el 2022 ha librado alegaciones a 45 proyectos fotovoltaicos (de un total de 81)
Así, Unió de Pagesos durante el 2022 ha librado alegaciones a 45 proyectos fotovoltaicos (de un total de 81), que equivalen a un 70% de las hectáreas afectadas, en concreto además 2.880 ha, y a los 6 proyectos eólicos que han estado a información pública.
En cuanto al contenido de las alegaciones sindicales, se han centrado en señalar el incumplimiento o el cumplimiento parcial de la obligación de los promotores de incorporar el Análisis de Afectaciones Agrarias en los proyectos, de acuerdo con el establecido al Capítulo III Análisis de afectaciones agrarias de la Ley 3/2019, de espacios agrarios.
Los proyectos hacen una descripción del sector agrario en el ámbito del municipio pero no tienen en cuenta las empresas agrarias afectadas directamente y no evalúan el efecto de la pérdida de superficie productiva de sus fincas
A rasgos generales, los proyectos hacen una descripción del sector agrario en el ámbito del municipio pero no tienen en cuenta las empresas agrarias afectadas directamente y no evalúan el efecto de la pérdida de superficie productiva de sus fincas; tampoco presentan alternativas que no afecten a otras fincas no cultivadas, y, en el análisis comparativo de las alternativas, en general, no tienen en cuenta todos los factores socioeconómicos (productividad agrícola, modelo productivo, grado de diversificación económica y mano de obra) de las explotaciones afectadas, y, ni siquiera, la mayoría, no justifican el hecho que no haya alternativas posibles a las actuaciones previstas en el espacio agrario afectado.
Como punto importante, en las alegaciones libradas, Unió de Pagesos también ha hecho hincapié en el hecho de que las medidas correctoras y compensatorias que se proponen a los proyectos —que tienen que ser necesariamente dentro del mismo ámbito geográfico— no corrigen ni compensan la reducción de la superficie agrícola y la consecuente pérdida de producción agrícola que impliquen los mismos proyectos. De hecho, la mayoría de proyectos reconocen como impacto más importante la ocupación y pérdida de suelo agrícola, pero hacen una evaluación general sin tener en cuenta el impacto directo para las explotaciones agrarias afectadas y para la pérdida de producción agrícola.
Unió de Pagesos reitera, una vez más, su apuesta por un modelo de implantación de energías renovables planificado, priorizando la proximidad de la producción eléctrica de origen renovable en los centros de consumo, con un desarrollo relevante del autoconsumo y la generación distribuida, impulsado con transparencia y con la implicación del territorio y que priorice el uso y la ocupación de espacios ya alterados por la actividad humana en vez de desaprovechar espacios de valor agrológico alto o de interés agrario elevado.
