Valencia acogió a más de 3.000 protestantes y 300 tractores de diferentes comunidades autónomas en una nueva jornada de las protestas agrarias
Martin Cervera. Redacción
Almendras, naranjas, vino … y la palabra fueron las armas de reivindicación de las demandas del sector agrario en la protesta realizada en el edificio del reloj del puerto de Valencia el jueves, 22 de febrero. Más de 300 tractores y 3.000 protestantes fueron convocados para exigir ser tratados con “dignidad” y sin que se hagan constantemente “políticas a la espalda del sector” en una jornada de protestas soleada.
José Vicente Andreu, presidente de ASAJA Alicante, también se acordó de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, o como él se refirió a ella, “ministra de Destrucción Ecológica”
“El Gobierno español va a tener que decidir si está con la agricultura española o si están con la agricultura que se quiere cargar a la de toda Europa”, aseguraba Ricardo Bayo
La manifestación cruzó las fronteras de la comunidad autónoma. Asociaciones de Castilla La Mancha y Castilla León se unieron a la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Asaja Alicante, La Unió Llauradora i Ramadera, la Coordinadora Campesina del País Valenciano (CCPV-COAG) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA-PV), que convocaron las protestas.
Orquestado al detalle, a las 11:00 comenzó el itinerario de la manifestación, donde los máximos representantes de las asociaciones agrarias se subieron al escenario para exigir a través de la oratoria soluciones a las injusticias que vive el sector. Las demandas estaban claras. “No queremos subvenciones, ni ayudas, queremos precios justos y que la Ley de la cadena alimentaria se cumpla” , vociferaba Jorge Navarro, presidente de Asaja Albacete. De forma distinta, los diferentes presidentes de las asociaciones demandaban lo mismo: menos burocracia, precios justos y recibir el mismo trato por parte de las instituciones europeas que reciben los países terceros.
La crítica sobre la doble cara de la Unión Europea a la hora de permitir el paso de alimentos de países terceros – que no cumplen los requisitos sanitarios – estuvo presente a través de pancartas y gritos a los cuatro vientos. “El Gobierno español va a tener que decidir si está con la agricultura española o si están con la agricultura que se quiere cargar a la de toda Europa”, aseguraba Ricardo Bayo, secretario ejecutivo de la UPA. José Vicente Andreu, presidente de ASAJA Alicante, también se acordó de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, o como él se refirió a ella, “ministra de Destrucción Ecológica”
Tras las intervenciones de los presidentes se dio paso al vertido de paja y abono, donde diferentes miembros de las asociaciones clavaron su bandera y diferentes mensajes en señal de protesta. La siguiente arma de reivindicación fue derramar almendras, vino y naranjas importados de países terceros. Fueron los propios representantes de las distintas asociaciones los encargados. También quemaron paja creando una cortina de humo bajo lemas como “Políticos acomodados y nosotros arruinados”, “El campo en el abismo y al gobierno le da lo mismo” o “Si Ucrania pone precio a mi cereal que le ponga el sueldo a mis políticos”.
Intento de bloqueo del puerto de Valencia con intervención policial
Las protestas culminaron con un intento de bloqueo del puerto de Valencia liderado por Carles Peris, secretario general de la Unió Llauradora, que se saldó con la intervención policial restringiendo el acceso a los manifestantes.